La celebración eucarística estuvo a cargo del obispo de Santa María de Los Ángeles, monseñor Felipe Bacarreza, quien estuvo acompañado por el obispo de Villarrica, monseñor Francisco Javier Stegmeier y sacerdotes de la ciudad, entre ellos, quienes están relacionados más directamente con las obras sociales del Obispado.

Concurrieron el comandante de la Guarnición Militar y del regimiento “Los Ángeles”, coronel Pedro Saavedra; la concejala Teresa Stark Ortega y directivos, oficiales y funcionarios de Ejército, Carabineros y Policía de Investigaciones. Asimismo, estuvieron presentes delegaciones de los establecimientos educacionales de la Fundación Juan XXIII del Obispado angelino y de otros colegios locales, entre ellos, el Liceo Industrial “Samuel Vivanco Parada”. Además, estaban allí directivos, funcionarios y socios cooperadores del Hogar de Cristo –obra fundada por el padre Hurtado- y de entidades sociales de la Diócesis.

La idea era resaltar el ejemplo de San Alberto Hurtado, en cuyo homenaje el Estado de Chile instituyó el 18 de agosto –coincidente con el día del fallecimiento del padre Alberto Hurtado- como Día Nacional de la Solidaridad.

El padre Rogelio Azócar Ulloa, encargado del Departamento de Pastoral Social del Obispado, y Angélica Díaz Salaz, jefa social provincial (s) del Hogar de Cristo en esta provincia, agradecieron la masiva respuesta a esta invitación, inserta en un programa especial de estos organismos eclesiales para subrayar la relevancia de San Alberto Hurtado y sus obras, así como de esta jornada de Solidaridad, para lo cual se están efectuando variadas actividades en estos días.

Homilía

Monseñor Bacarreza, en su homilía, junto con agradecer la asistencia, entre otros, de autoridades y destacamentos de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad, indicó que la figura del padre Alberto Hurtado es muy querida en nuestra patria y que la juventud debe imitar esa vida ejemplar.

Acotó que fue un “signo admirable del amor de Dios”, ya que, como se entiende este concepto del amor divino, la idea es procurar el bien del otro, no el bienestar propio y egoísta. Por ello, recordó que este santo sacerdote jesuita tenía un voto perpetuo, de no dedicar un solo minuto para sí mismo, para su recreación, sino únicamente para servir a sus semejantes, en especial, a los más pobres.

Agregó que el ejemplo de San Alberto Hurtado suscita entusiasmo, porque es signo del amor de Dios, tal como lo fueron el Papa Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta, haciendo obras de bien solidario dirigidas a la humanidad sufriente.
Concluyó expresando la alegría de celebrar esta jornada nacional, porque recién la semana pasada le correspondió presidir la inauguración de la nueva capilla de la villa Génesis, dedicada justamente a San Alberto Hurtado; y que coincidiendo con este Día Nacional, anoche se iba a inaugurar la ampliación del Colegio Padre Hurtado de Los Angeles.

Fuente: Diario la Tribuna de Los Angeles
Comunicaciones Obispado Los Angeles.