Monseñor Chomalí destacó consideraciones éticas en foro sobre donación de órganos
“La Iglesia católica apoya la donación de órganos y los trasplantes, pero con algunas consideraciones” planteó Monseñor Fernando Chomalí Garib, Obispo Auxiliar de Santiago y experto en Bioética, que organizaron alumnos de la Pastoral de las carreras de Derecho y Medicina de la Universidad de Concepción, organizaron una Mesa Redonda titulada “Mi cuerpo ¿es mío o del Estado?”, en que abordará la temática de la donación de órganos y los proyectos legislativos en actual trámite que pretenden reformar la normativa vigente.
El encuentro enfocó el tema desde una perspectiva multidisciplinaria (medicina, derecho e Iglesia Católica), para lo cual contará con destacados expositores como Monseñor Chomalí; el abogado José Bidart Hernández, docente del Departamento de Derecho Público de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción; el doctor Franco Innocenti Castro, médico transplantólogo, especialista en transplante hepático, Director de la Sociedad de Cirujanos de Chile y el doctor Fernando Heredia Jiménez, médico pediatra y subespecialista en Neonatología, profesor de Pediatría y Bioética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción. Moderó la jornada, Ingrid Soto Pino, enfermera, docente del Programa de Responsabilidad Social de la Universidad de Concepción y de la Facultad de Medicina de dicha casa de estudios superiores.
Monseñor Chomalí valoró la actividad a propósito del proyecto que considera la intención de que todos los chilenos seamos donantes. “Es decir, hay una presunción en torno a la donación, salvo que la persona se oponga a ello. Entonces, estos jóvenes católicos reflexionaron sobre este terma e invitaron a distintos profesionales, para abordarlo con altura de miras, buscando el bien de las personas y especialmente de la comunidad y el respeto a la dignidad de la persona humana”.
Agrego, respecto a la iniciativa estudiantil que “los jóvenes son muy inquietos y los adultos tenemos que apoyar estas iniciativas. Es muy interesante que este tema se vea en el seno de una universidad. Este es un tema que requiere de estudio y de reflexión para discernir lo mejor para el ser humano y para las políticas públicas chilenas. Hay aquí, evidentemente, muchos dilemas éticos que hunden sus raíces según la visión que se tenga del hombre. Hay que hacerse muchas preguntas para poder responderlas y determinar qué se hace con un órgano. Si nosotros disponemos de nuestro cuerpo qué significa el cuerpo? ¿Qué relación tiene con la persona? Además, me parece muy interesante plantearse sobre el estatuto del cuerpo a nivel jurídico”
¿Cuál es la posición de la Iglesia?
La Iglesia está a favor de los trasplantes de órganos y de donación de órganos, tanto de persona viva a viva, como de una persona fallecida a viva y también está a favor de los senos trasplantes, es decir, los órganos de animales que puedan ser utilizados para las personas. Todo eso con algunas condiciones. En primer lugar, cuando se trata de persona viva a viva, tiene que ser una donación gratuita, de amor, de solidaridad, porque el cuerpo no se puede comercializar. La Iglesia estará siempre en contra de lo que atente contra el ser humano, que pueda vender órganos. Debe ser un acto de generosidad al interior de la familia, que se da un riñón a un hijo, que son compatibles, eso lo vemos de manera muy positiva. De difunto a vivo lo vemos también positivamente cuando el criterio sea terapéutico, es decir, que no haya consideraciones de orden social y económico para darle un órgano a uno sí y a otro no. Y, en ese sentido, tienen que ser muy prolijas las listas de los receptores, que tienen que ir muy de acuerdo a las necesidades médicas, en primer lugar que de otras consideraciones. Y, por supuesto, que la persona esté realmente fallecida, es decir, que se trate de un cadáver. Para eso, se requieren expertos para poder establecer en qué momento la persona falleció y en ese sentido, la Iglesia Católica cree que el criterio vascular es un criterio válido, los criterios cardio respiratorios como también los criterios neurológicos para determinar la muerte de una persona. Con esas condiciones y que sea gratuito. En ese sentido, es muy bueno informar a las personas que están en esa posibilidad para que puedan tener un consentimiento libre, informado y voluntario sobre su propia vida, en el momento en que fallezca.
¿En qué medida se resguardan estos principios en el proyecto de ley?
El proyecto obviamente, lo que pretende, dado que hay una gran crisis, en el sentido de que la demanda es muy superior a la oferta de órganos, de promover la donación, pero yo pienso que el proyecto no lo va a lograr con el donante universal. Yo pienso que hay otras consideraciones más importantes que es generar la conciencia de la importancia de tener órganos y sobre todo en la premura como se realizan todos los actos para poder juntar aquel que quiere donar con aquel que lo quiere recibir. Yo, particularmente, no estoy a favor del donante universal porque pienso que se pierde lo propio de esto, que es la voluntad, la gratuidad y nadie nos puede garantizar que las personas, efectivamente, sepan exactamente qué significa ser un donante implícito por el solo hecho de existir. Por otro lado, nos guste o no nos guste cuando se da esta postura, de todas maneras el Estado se hace cargo del cadáver, lo cual es muy complejo por que si bien es cierto el cadáver no es una persona, tampoco es una cosa. En el fondo, puede ser tratado como un material biológico disponible por parte del Estado y ahí, puede haber un conflicto bastante serio con la propia familia. Por lo tanto, yo creo que hay que concienciar sobre el valor de esto, en esa perspectiva más que por decreto hacer que todos sean donantes.
El Parlamento sabe que la Iglesia siempre está disponible para dar su punto de vista. A nosotros lo que nos interesa es colaborar, entregando lo mejor de su magisterio para que puedan cumplirse las condiciones éticas que requiere un tema tan delicado como es el trasplante de órganos.
¿A qué se refiere cuando plantea los senos trasplantes?
Otro terma importante está relacionado con los senos trasplantes, que son trasplantes de órganos animal a persona. Lo fundamental es asegurar que no cambie la identidad de la persona. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con los gametos, órganos sexuales y también con aquellos trasplantes que podrían dar característica nuevas que naturalmente no tendría. En ese sentido, hay que tener mucho cuidado y rescatar la identidad siempre. Es una cosa importante y otras consideraciones, como el esfuerzo que se hace tiene que ser próspero, es decir, la persona tiene que necesitar un trasplante y no se pueden hacer experimentaciones. Como por ejemplo, ha habido intentos de poner corazones de mandriles en enfermos, eso tiene que ver más con experimentación que el anhelo real de sanar una persona y nos parece que éticamente es cuestionable.
¿Se aborda este tema en el proyecto?
No. Este tema no se toca en el proyecto de ley. En Chile falta mucho, porque no hay tecnologías, pienso que hay otras prioridades más urgentes en el ámbito de salud para pensar que va a haber un nivel de investigación para llegar a eso. Tampoco creo que éticamente en Chile, algún médico se le ocurra hacer algo así. Pienso que, en general, los médicos chilenos están muy bien formados para llegar a pensar en esa realidad. Y la ley tiene que ser realista. La ley está atacando ahora el problema concreto de la falta de órganos y pienso que a través del donante universal puede mejorar un poco eso, pero pienso que no lo van a lograr.
Fuente: Comunicaciones Concepción
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