En la oportunidad, párrocos, vicarios, comunidades, familiares y amigos acompañarán a los nuevos diáconos permanentes en su ordenación. Los llamados al Sagrado Orden del Diaconado Permanente son:

Moisés Adriazola Bustamante, de la parroquia María Misionera, Zona Norte;
Luis Alarcón Peña y Remigio Contreras Labbé, de la parroquia Santa Isabel de Hungría, Zona Oeste;
Gerardo Anabalón Larrañaga, de la parroquia Santa Rita de Casia, Zona Cordillera;
Luis Esteban Araya García, de la parroquia San Alberto de Sicilia, Zona Norte; Francisco Antonio Arce González, de la Vicaría para la Educación;
Miguel Ángel Arriagada Pino y Luis Evaristo González Valenzuela, de la parroquia María Misionera, Zona Oeste;
Doimo de Jesús Cabrera Torres, Rafael Oscar Pérez Cornejo y Oscar Ismael Tapia Nitsche, de la parroquia Santo Tomás Moro, Zona Oriente;
Luis Alfredo Cancino Duarte, de la parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación, Zona Oeste;
Max Juan Hernández Inostroza, de la parroquia La Anunciación, y Robert Frederik Holoway Melo, de la parroquia San Crescente, Zona Cordillera;
Jaime Miguel Medina Bravo, de la parroquia María Misionera, Zona Oeste;
Guido Antonio Parra Barrios, de la parroquia San Francisco de los Pajaritos, Zona Oeste;
Antonio Ríos Larraín, de la parroquia San José Patrono de la Iglesia, Zona Cordillera; Manuel Emilio Tobar Valenzuela, de la parroquia Jesús el Señor, Zona Oriente, y
Luis Alberto Veas Castillo, de la parroquia Jesús de Nazareth, Zona Oeste.

El diácono permanente forma parte del personal consagrado y tiene la misión de ser un colaborador en el ministerio del Obispo y del presbítero y un animador de las Comunidades Eclesiales de Base (capillas). Su carisma radica en animar a los cristianos en su propia vocación de servicio, tanto en el orden de la solidaridad como de la evangelización y edificación de la comunidad eclesial.

Fuente DOP www.iglesiadesantiago.cl