Caritas exhorta al G20 para que la ética vuelva a la economía
Caritas exhorta al G20 para que la ética vuelva a la economía

Caritas hace una exhortación a la reunión de países industrializados, que se celebrará en Londres el próximo 2 de abril, con el fin de que los pobres sean el centro del paquete de reformas, para la construcción de una nueva economía, a bajo consumo de carbono, cuyas bases sean la justicia y la igualdad.

El G20 está formado por países con economías desarrolladas y emergentes. Intentará acordar políticas coordinadas para abordar la recesión mundial. El G20 también discutirá la reforma de las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

Caritas denuncia que la crisis económica tendrá una mayor repercusión en la población mundial más pobre. Por ello y como resultado de la crisis, al menos 53 millones de personas serán arrastradas hasta la pobreza, en los países en vías de desarrollo. Y todo esto además de los 135 – 150 millones de personas que ya se han quedado en la miseria, con el incremento de los precios de los alimentos y el combustible, el año pasado.

El Presidente de Caritas Internationalis, Mons. Óscar Andrés Cardenal Rodríguez Madariaga, afirma: “Si se está registrando una crisis económica mundial es porque la ética ha quedado marginada, a la hora de perseguir una mayor riqueza, por parte de unos pocos poderosos. Podemos hacer frente a esta crisis remediando el fracaso de la globalización de la avaricia o considerarla una oportunidad, para crear una globalización basada en la solidaridad, la justicia y la paz. Los pobres, que son los menos responsables de la crisis económica, serán los que tendrán mayores problemas para sobrellevarla. Cuando se han encontrado billones de dólares para rescatar al sistema bancario, no existe una justificación moral a los recortes que han realizado algunos países ricos, en sus presupuestos de ayuda al desarrollo. La crisis económica no debe llevar a los países ricos a desatender sus obligaciones de ayudar a los países en vías de desarrollo. La crisis no puede desviar al G20 a la hora convenir un acuerdo mundial justo y apropiado, sobre el cambio climático en Copenhague a finales de este año. Si no se reducen drásticamente las emisiones de gas de efecto invernadero, el cambio climático provocará consecuencias más devastadoras y a largo plazo que la crisis económica, porque a los bancos podemos sacarlos de apuros, pero no podemos hacer eso con el clima”.

Caritas exige una reforma de la ONU, el FMI y el Banco Mundial, con el fin de asegurar mayor participación de los países pobres, en los procesos decisorios. Caritas exige al G20 que apoye con determinación la Conferencia de Alto Nivel de la ONU sobre el Impacto de la Crisis en el Desarrollo, que tundra lugar del 1-4 del próximo mes de junio.

Ahora más que nunca, son necesario los recursos para el desarrollo. Caritas quiere que los países donantes cumplan las viejas promesas de asignar el 0,7% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la ayuda internacional. Caritas quiere políticas que promuevan el comercio justo, el alivio de la deuda y medidas para la movilización de recursos financieros nacionales en los países en vías de desarollo.

Caritas exige un nuevo sistema participativo mundial, para la redistribición de la riqueza, que se estipule mediante la creación de impuestos internacionales para financiar los bienes mundiales públicos y la implementación de políticas fiscales adecuadas a nivel nacional.

La evasión fiscal y los flujos ilegales de capital cuestan cada año entre 350 y 500 mil millones de USD a los países pobres. El G-20 debe asignar sanciones contra los paraisos fiscales y sus usuarios, apoyando la adopción del código de conducta, para la cooperación en la lucha contra la fuga de capitales y la evasión fiscal, y exige la promoción del Comité Fiscal de la ONU a organismo intergubernamental.

Caritas quiere también una mayor transparencia en los pagos e impuestos que abonan las empresas a los gobiernos, con la reforma de las normas internacionales para la contabilidad, exigiendo a las empresas que hagan pública esa información, a nivel nacional. Esto es necesario para crear un impacto más positivo en las comunidades más pobres y en su contexto local.

Fuente: Comunicaciones Caritas Chile
Vaticano, 31 de Marzo, 2009

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