Masivo inicio del año pastoral de Santiago presidió el Cardenal Francisco Javier Errázuriz

La actividad, a la que asistieron, además del Pastor, los Obispos Auxiliares Monseñor Andrés Arteaga, Monseñor Cristián Contreras y Monseñor Fernando Chomalí; todos los vicarios y clero de Santiago, se desarrolló este sábado 14 en el colegio de los Sagrados Corazones de Alameda, cuyo gimnasio se repletó de una asistencia que tuvo una entusiasta intervención en cada una de las partes de este encuentro para comenzar un año pastoral marcado por las conclusiones de Aparecida y la Misión Continental en Santiago.
La primera intervención correspondió al Cardenal Errázuriz, quien se refirió al marco espiritual de esa misión y destacó la “sintonía plena” que se advierte entre los magisterios del Papa y de la Arquidiócesis y las conclusiones de Aparecida en cuanto a considerar como una orientación fundamental el “encuentro con Jesucristo vivo, camino para la conversión, la comunión y la solidaridad en América”.
El prelado destacó la importancia de unir la calidad de discípulos a la de misioneros. “Nos equivocaríamos profundamente sintiéndonos sólo misioneros. Vamos a estar trabajando en esa unidad”. También resaltó la unidad que existe entre la Misión Continental y las Orientaciones Pastorales de la Arquidiócesis para los próximos años.
Un despertar misionero

Luego, precisó que uno de los objetivos generales de la labor pastoral en Santiago estos años, que comienza con la Misión Continental, es que “en nuestra Iglesia entera ocurra un despertar misionero. Queremos que nuestra Iglesia viva en permanente estado de misión. Y, por lo tanto, sabiendo que el impulso misionero de la Iglesia viene de Pentecostés, viene del Espíritu Santo, queremos vivir en una Iglesia que implora permanentemente al Espíritu Santo y que sale permanentemente del Cenáculo enviada por Dios en la fuerza de su amor. Esto es fundamental”. Agregó el cardenal que “no lograríamos nada, no hay nada que nos estemos proponiendo en este momento que se pueda realizar sin la fuerza del Espíritu Santo y sin la irrupción del Espíritu en un nuevo Pentecostés en nuestra Iglesia”.
En este objetivo general, señaló que hay dos metas: “convertirnos en Iglesia-Cenáculo y, al mismo tiempo, con permanente disposición de un envío para ser Iglesia misionera”. Otro objetivo general, dijo el prelado, es que “toda la riqueza que Dios nos entregó en Aparecida llegue a ser un bien común de toda la Iglesia”.
Encuentro con Jesucristo y comunión

Más adelante, afirmó que todo este proceso tiene un punto de partida, que es “el encuentro con Jesucristo. No como un punto de partida que se puede superar. Permanentemente estamos partiendo, comenzando de nuevo desde Cristo y, por lo tanto, el encuentro con Jesucristo es el punto de partida de todos los días, de toda la misión, de cada uno de nosotros. Perdería toda su vitalidad, todo el esfuerzo misionero que queremos hacer si no estuviera siempre renovándose el ardor en el encuentro con Jesucristo”. Precisó que no se trata de un encuentro cualquiera, sino un “encuentro actuante, cambiante de la realidad, que lleva a la conversión”.
El Cardenal destacó que ser discípulo de Jesucristo exige la comunión “con Dios, los santos, la Virgen y entre nosotros y tratando de forjar comunión con nuestros hermanos que recibieron el mismo bautismo, pero que no pertenecen a nuestra Iglesia, confesiones cristiana con las que también queremos trabajar para que vivamos en comunión”.
Al referirse al método usado en Aparecida de “ver, juzgar y actuar”, el pastor señaló la necesidad de ver la realidad que nos rodea, pero a partir de la “realidad fundante. Despojaríamos de todo su sentido a la realidad, quitándole todo su brillo, si no viéramos con los ojos de la fe a Dios”. En cuanto al juicio, dijo que no es sólo decir lo que está bien o está mal, sino que es, “en primer lugar, un discernimiento”. La tercera etapa no es sólo actuar, señaló, sino que “actuar y contemplar, actuar y alabar, actuar y agradecer”.
Respecto de las comunidades, el Cardenal Errázuriz advirtió el peligro de que no sean misioneras. “Queremos una conversión pastoral, dijo, de manera que cada una de nuestras comunidades sea comunidad en la cual se viva la comunión, que forje discípulos de Jesucristo y que sean comunidades que envían misioneros”.
Por otra parte, el Cardenal adelantó que este año la Iglesia en Santiago dará un gran impulso a la “lectio divina” y capacitará al respecto a los interesados con el fin de que multipliquen esta forma de orar con la Biblia.
Una conversión profunda y radical

Al presentar el Plan Pastoral de Santiago para los próximos cuatro años, el nuevo Vicario General de Pastoral, Padre Cristián Precht, afirmó que “estamos llamados a una conversión profunda y radical”, tanto en el plano personal como pastoral.
Agregó que los católicos de la Arquidiócesis “queremos ser mejores discípulos del Señor, misioneros infatigables del Señor desde el lugar donde él nos ha llamado; queremos ser personas y comunidades agradecidas, generosas, de acogida y queremos ser Iglesia en permanente estado de misión, convencidos de que lo mejor que podemos aportar al mundo de hoy en este cambio es la experiencia fundamental del encuentro con el Señor”.
Para este fin, señaló el Vicario General, está la Misión Continental en Santiago, a la que “nadie puede restarse”. Precisó que no es un tiempo o una etapa, sino que se trata de “una actitud misionera, de un camino permanente a recorrer. No se trata de acciones misioneras, sino de un proceso que comienza ahora y que se prolongará en el tiempo en distintos pasos, muy especialmente al servicio de los hermanos que se sienten más lejos de nuestra comunidad eclesial”.
Monseñor Precht aclaró que en esta Misión Continental “no vamos a hacer prosélitos” sino que se hará “por desborde de alegría”. En cuanto a los objetivos para este año, el Vicario General de Pastoral destacó el deseo de “despertar el ardor discipular y misionero en todos los que tenemos responsabilidad pastoral”. Finalmente, afirmó que la Iglesia en Santiago quiere formar discípulos y misioneros en la escuela de la Virgen María. “En su escuela queremos dar a luz a Jesús para las generaciones actuales”.
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Texto completo de la presentación del Padre Cristián Precht
El masivo encuentro terminó con un solemne y participativo envío misionero por parte del Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Javier Errázuriz.
Testimonios
Pía Fernández, catequista Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Maipú

“El llamado a la misión es porque las grandezas de Dios hay que darlas a conocer. No podemos ser tan ciegos y no reconocer que Dios está presente cada día de nuestras vidas”. Añade, “somos coordinadores en un lugar muy difícil, donde hay mucha pobreza. Lo que nos pide el Cardenal es que seamos discípulos misioneros y la misión es llegar a todos esos hogares que están en conflicto, con mamás solas, donde hay mucha droga y alcohol. ¿Cómo hacerlo? Con sencillez y por medio del testimonio, si no ves que hay conversión, no hay credibilidad. Hay que ir con la Palabra de Dios con perseverancia y cariño, porque hoy la gente está necesitada de afecto. Estamos en un mundo individualista que no expresamos el cariño a los demás”.
Miriam García, de la congregación Hijas del Espíritu Santo presentes en la zona oriente de Santiago

“Nos movió para estar acá nuestro ser Iglesia, el compartir la alegría de seguir a Jesús. Quisimos ser parte de este inicio común y conocer las orientaciones pastorales que nos van a impulsar durante todos estos años. Como nos invitaba el Cardenal, se trata de recomenzar desde Cristo con la alegría de quien ha encontrado a Jesús, la fascinación por Jesús es de cada día y desde allí podemos contagiar. Desde las comunidades, las parroquias podemos vivir en permanente misión y es muy importante que lo hagamos desde el Espíritu. Necesitamos su ardor para que suscite las formas creativas de compartir con otros el gozo de habernos encontrado con Jesucristo. Ser discípulos y misioneros implica un dinamismo, no es algo ya hecho, no es algo que tengamos listo, sino que lo vamos recreando y es el espíritu el que, en el diálogo con la realidad, nos hace permanente discípulos”.
Gloria Gutiérrez, profesora de religión del Colegio del Sagrado Corazón (monjas inglesas)

“Es importante para los colegios sentirse parte de la Iglesia. Nuestro colegio tiene una espiritualidad centrada en Jesucristo, nuestro lema es vivir desde el corazón de Cristo. Por lo tanto, para nosotros tiene mucho sentido ser discípulos misioneros. Como colegio siempre estamos planteándonos salir al mundo como mujeres del Sagrado Corazón, esto involucra el servicio y la formación.
Agustín Donoso, miembro de la pastoral juvenil de la Parroquia San Francisco de Sales en la zona cordillera

“Hay que saber a qué nos invita la Iglesia, sobre todo después de la V Conferencia de Aparecida. Me llamó la atención la propuesta de salir puerta a puerta y el llamado que nos hace a ser misioneros no solamente en el verano, sino durante el año. En la parroquia, como pastoral juvenil, tomamos el documento de Aparecida desde las misiones de verano y esperamos sacar ideas para aplicarlas en la pastoral”.
Padre Roberto Mosher, párroco Santo Tomás Apóstol en la comuna de La Pintana, zona sur de Santiago

“Es muy emocionante escuchar a nuestro Pastor, el señor Cardenal, hablar de la necesidad de una Iglesia en constante oración y a la vez es misionera. Me encanta que el discípulo y el misionero estén en el mismo nivel, porque como bien ha dicho el Papa Benedicto XVI, misión y discipulado son las dos caras de la misma medalla. Esta misión, donde el Espíritu Santo es el protagonista, nos va educando sobre quién es Jesucristo. El encuentro Jesucristo no es a puertas cerradas, sino que es una experiencia misionera. En nuestra parroquia planificamos para este año un retiro todos los meses y también la exposición del Santísimo Sacramento los domingos después de la Pascua y así alimentar nuestra expansión misionera hacia los rincones no evangelizados de nuestro territorio que cuenta con más de 60 mil habitantes, la mayoría católicos, pero que necesitan la presencia de una nueva evangelización. Además haremos misiones durante el tiempo estival en la diócesis de Osorno, ya estamos formando equipos de jóvenes y adultos misioneros”.
Samuel Roa, estudiante de la Escuela del Diaconado permanente

“Vengo con mucha expectativa porque es la Iglesia quien nos habla para entender un trabajo tan importante como es la misión continental, sobre todo en nuestras comunidades y apostolado para entregar el Evangelio de tal modo que la gente se entusiasme, trabajemos en unidad y comunión en la construcción de una Iglesia acogedora. En la Parroquia San Francisco de Asís en la Cisterna, queremos darnos cuenta que el Espíritu de Dios nos mueve a hacer cosas y a sentirnos fraternos, a dar testimonio en el trabajo y en la vida, a preocuparnos de los más necesitados. Me voy motivado porque uno nunca termina de aprender del Señor, las cosas hay que hacerlas escuchándolo a Él como discípulo misionero”.
Hermana Cecilia Fuentes, de la Congregación de las hermanas Josefinas que prestan su labor pastoral en la parroquia Santa María Magdalena en Puente Alto, zona del Maipo

“Me gustó mucho la intervención del señor Cardenal, porque lo más importante es el encuentro con Jesús. Si no nos encontramos con él, de nada sirve el esfuerzo. En nuestra parroquia, lo que necesitamos es la formación de agentes pastorales nuevos que reemplacen a los que llevan años trabajando allí, creo que se necesitan verdaderos apóstoles, seguidores de Jesús, discípulos misioneros”.
Eduardo Inostroza, seminarista de tercer año

“Tengo una gran alegría por la cantidad de gente que aceptó la invitación de la Iglesia y se interesa por las cosas de la diócesis y por las líneas pastorales de aquí al 2012. El encuentro con Jesucristo es un desafío constante, de lo que hoy estamos viviendo surgen las ideas para expresarlas afuera. Nosotros, como seminaristas, estamos en misión permanente en las parroquias y en diversos lugares”.
Fuente: DOP www.iglesiadesantiago.cl
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