Un encuentro amigable y fraterno fue el que se vivió entre las familias chaiteninas, ávidas de entrelazar más de un abrazo y una experiencia. Era el ambiente previo a la rueda de prensa, en la cual se hizo entrega simbólica del aporte de Cáritas Chile a los chaiteninos residentes en Valdivia.

Momento emotivo fue la entrega a cada familia de manos de Mons. Ignacio Ducasse, del Nuevo Testamento, Palabra de Dios que ilumina y da sentido de fe a la experiencia de desarraigo que han vivido, realidad que como ellos mismos calificaron “con esperanza y amor es posible reconstruir”.

Si bien, la reconstrucción ha sido lenta, muchos corazones solidarios se han entrelazado, entre ellos el de la Iglesia samaritana, señaló Mons. Ignacio Ducasse. “Cáritas quiere estar presente en medio de situaciones concretas que tienen que ver con catástrofes naturales, situaciones intrafamiliares que requieren una atención de cariño, fraternidad y solidaridad de todos. Cáritas quiere ser esa iglesia samaritana y canalizar ese esfuerzo humano de solidaridad, con el prisma propio que deriva del Evangelio”, puntualizó.

Fue precisamente, el desafío que asumió la Diócesis, a través del equipo del Area de Pastoral Social y Cáritas Valdivia, con su directora Nieves González, quien se refirió a la importancia del encuentro. “Queremos llegar de corazón a corazón, no sólo a través de una entrega objetiva; ese ha sido el motivo del encuentro, conocer sus rostros, su historia, la experiencia sicológica y espiritual que han vivido. Por eso, el gesto de entregarles el Nuevo Testamento como Palabra de consuelo y solidaridad”, precisó.

Broche de oro fue la experiencia de Celia Sobrazo Almendra, docente de Chaitén, quien esbozó pinceladas de su desarraigo. “Los primeros meses fueron muy difíciles, uno se ve muy sola y no sabe con quién compartirlo, pero a medida que pasa el tiempo, uno saca fuerza y sale adelante. Dejamos atrás toda una vida de entrega y docencia, historia, trabajo, alumnos, apoderados. Espero que se dé la oportunidad para reconstruir allá o aquí donde nos vamos a radicar”, dijo emocionada.

Por su parte, el P. Néstor Díaz, acompañado del Hno. Carlos, Misioneros Redentoristas que han asumido recientemente el encargo de pastorear a los chaiteninos, a través de lo que denominó esta Parroquia Ambiental, se mostró conmovido con la experiencia vivida. “El desplazamiento de los chaiteninos es bastante extenso, desde Valdivia a Coyhaique, pero lo importante ha sido la presencia, estar ahí con ellos, acompañarles en el dolor, el desconsuelo, el desánimo, celebrar junto a ellos la vida; que si bien han perdido todo, a través del salvar su vida y la de su familia, vislumbran el paso de Dios y la esperanza”, dijo.

Fuente: Comunicaciones Valdivia