Obispo de Talca llamó a cuidar el don de la creación y alabar a Dios
Obispo de Talca llamó a cuidar el don de la creación y alabar a Dios

Desde las 11:00 horas del 18 de septiembre se celebró esta liturgia en el Templo Catedral, con la presencia de numerosas autoridades regionales, provinciales y comunales.

El Obispo diocesano Monseñor Horacio Valenzuela presidió el Te Deum de acción de gracias por al patria y sus habitantes en la mañana del jueves 18 de septiembre en la Iglesia Catedral de Talca.

En su homilía, el Prelado recordó que el don de la creación es patente para quien tiene los ojos en contacto con la naturaleza. “Ante esta escena grandiosa de la creación alabamos a Dios por la alegría de las cosechas, por el trabajo bien hecho, por el esfuerzo de cada una de las familias de nuestra patria y de nuestra región. Alabamos al Señor por las autoridades y servidores públicos que asumen la hermosa tarea del bien común. Y alabamos también llenos de humildad y en silencio por el dolor que nos revela nuestra radical indigencia, el dolor que nos abre hacia Dios y que bien sabemos hace florecer la compasión, la ayuda mutua y la solidaridad”, afirmó.

El ser humano tiene sed de Dios

Mons. Valenzuela agregó que “junto con el don de la creación queremos alabar al Señor porque ha visitado y redimido a su pueblo. Hermanos, sin Dios somos incapaces de vencer nuestros enemigos principales que son el pecado y la muerte, enemigos implacables de todo ser humano. Si miramos nuestra vida social marcada muchas veces por el sin sentido, la injusticia y la violencia, nos encontraremos con la realidad del pecado que malogra la amistad con Dios, que rompe el vínculo con los hermanos y que hace estéril la buena voluntad. A su vez, la muerte en cualquier momento nos despoja de todo y pone una nota de inseguridad a nuestros proyectos. Cuando se da la espalda a Dios la idea del fin de la propia vida gatilla una fiebre, una ansiedad por las cosas materiales, todo se reduce al tener y al disfrutar. Así se enferma el amor humano y la sociedad se transforma en una carrera donde solo hay vencedores y vencidos, fuertes y débiles, ganadores y perdedores”.

Un país del Buen Samaritano

En referencia al Evangelio del Buen Samaritano el Pastor manifestó que esta lectura muestra un mundo de acuerdo al plan de Dios. “En este mundo mejor que todos anhelamos, todo debe organizarse en función de la persona humana, en especial debe organizarse en función de los hombres heridos, los olvidados por nosotros mismos, los pobres, los solos, los enfermos, los excluidos. Ellos marcan la lógica de un mundo mejor. Es claro que el hombre botado a la orilla del camino es el centro del relato que Jesús nos hace, su presencia desvalida juzga las actitudes de los victimarios y también de los que pasan por el camino. En torno al hombre botado se organiza toda la gran escena, que es la escena del mundo mirada por los ojos de Dios. Este cuadro verifica si son o no humanas las culturas, las políticas, los proyectos sociales. Esta escena construida por Jesucristo juzga la historia y todas las historias”.

Finalmente el Obispo de Talca hizo un llamado a los presentes a escuchar a Dios: “Así nos haremos cargo de las urgentes cuestiones sociales, económicas y laborales del ahora presente; de las urgentes preguntas que nos desafían, de la inquietudes de la época y de cada corazón humano. Con humildad y respeto los invito a todos, volvámonos a Dios, busquemos en el silencio lo que Él nos quiere decir”.

La celebración del Te Deum por los 198 años de nuestro país culminó con la entonación del Himno Nacional.

- Ver texto completo de la Homilía de Mons. Valenzuela

Fuente: Comunicaciones Talca

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Talca, 18 de Septiembre, 2008

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