Señalar que el Espíritu Santo es el motor del ser humano, y que la presencia de Dios en nuestras vidas nos brinda la seguridad, serenidad y tranquilidad del alma, es el mensaje promulgado por Monseñor Castro, arzobispo de Tunja.
En su ponencia, Mons. Castro afirmó que el Espíritu Santo es el compañero de nuestras vidas, motivándonos a diario, en nueve clases de empujones.
Empujón hacia fuera, según Monseñor Castro, todos los seres humanos tenemos talentos, y Dios nos escoge para desenvolvernos en un campo específico, porque conoce nuestras capacidades y talentos. Además de señalar que “Nuestro Pentecostés es tomar conciencia de ser discípulos misioneros.
Empujón hacia todos, el Espíritu Santo no excluye a nadie, y nos invita a tener la libertad de amar sin límites, para movernos más allá de las fronteras, sin importar culturas ni religiones. Pero es un espíritu que respeta nuestra decisión de aceptar o rechazar estos impulsos.
Empujón hacia adentro, algunas veces es difícil comprender las señales y los caminos que nos plantea el Espíritu Santo, para convertirnos y ser participes de la comunidad cristiana; siempre existe la duda de ser un participante fiel o permanecer al margen.
Empujón hacia el fondo, cuando el hombre tiene en su interior a Dios y al Espíritu Santo, es una persona que se desarrolla en su vida con seguridad, serenidad y tranquilidad. Aprender a desarrollar nuestra función en la sociedad.
Empujón hacia el lado, existe necesidades en muchos países del mundo y no mirar hacia nuestro costado, es uno de los problemas que afectan a los países del continente americano. La solidaridad pone en contacto el amor de Dios y el amor al prójimo, nos convierte en mejores cristianos.
Empujón hacia atrás, la Iglesia tiene una historia que ha tenido muchos exponentes a lo largo de la historia, en los cuales se puede buscar referencia. “El Espíritu Santo nos dé el don de Fortaleza, de valentía, de parresia, para que saquemos la cara por Cristo y su Iglesia”. Conocer la historia nos permitirá identificar lo falso y lo real.
Empujón hacia arriba, el contacto con Dios, es lo que hace al Espíritu Santo, un vínculo de amor entre el hombre y la Santísima Trinidad. Además de señalar la gracia de Dios va dando vida, forma y hace que crezca el amor al prójimo, y éste es el empujón principal según S. E. Monseñor Luis Augusto Castro.
Los comentarios a la ponencia presenta este jueves 14 de agosto, estuvieron a cargo del Padre Vito del Prette, Secretario de la Obra San Pedro Apóstol, y la Hna. María Lucy Villa, General de las Marianitas.
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Fuente: Cam3-Comla8
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