"Discípulos misioneros de Jesucristo para que en Él nuestro pueblo tenga Vida" es el título de las nuevas Orientaciones Pastorales de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) para el período 2008-2012, texto que dio a conocer este lunes 14, en conferencia de prensa, el obispo de Rancagua y Presidente de la CECh, Mons. Alejandro Goic.

Los lineamientos del Episcopado expresan la necesidad de profundizar en la conversión personal y pastoral, para que los fieles puedan encontrarse con la persona de Jesucristo, proclamar Su amor y vivir en una actitud permanente de Misión al servicio de una vida digna y plena de todos en Chile. En esta perspectiva la Iglesia en Chile se unirá a la Misión Continental que, en comunión con las diócesis de América Latina y el Caribe, se vivirá como fruto maduro de la Conferencia General de Aparecida a partir de agosto próximo.

Mons. Goic recalcó que los obispos, en coherencia con su condición de discípulos misioneros de Jesús, buscan con estas Orientaciones entregar su aporte a la construcción del país que anhelan: “un país respetuoso de la dignidad de las personas, del cuidado de la vida en sus diversas manifestaciones, y de los valores y tradiciones cristianas, fundantes de nuestra cultura”.

En el texto, los pastores manifiestan que para que la Iglesia sea efectivamente casa y escuela de comunión, le hace falta vivir y enseñar la “espiritualidad de comunión”. En este sentido, animan a progresar en este modo cercano y familiar, promoviendo “el diálogo con los diferentes actores sociales y religiosos e integrando fuerzas en la construcción de un mundo más justo, reconciliado y solidario”.

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Las nuevas Orientaciones Pastorales de la CECh

El texto, tras una presentación del Obispo Secretario General de la CECh, Mons. Cristián Contreras V., comienza con una Introducción que da cuenta de los procesos que ha vivido la Iglesia en nuestro continente con el acontecimiento de Aparecida y en Chile con el discernimiento hecho en asambleas diocesanas y nacional el año pasado, cuyos frutos se plasman en las presentes Orientaciones.

Un primer capítulo se titula "La alegría de ser cristianos". Es en sí mismo un ejercicio de Lectio Divina (lectura orante de la Palabra de Dios) sobre el relato evangélico de Jn 1, 35-42, donde profundiza sobre el encuentro con Jesús que vivieron los primeros discípulos y también sobre el encuentro con el Señor en nuestro tiempo.

Como es tradición en la Iglesia, aquí se ha utilizado el método Ver-Juzgar-Actuar, es decir: mirar la realidad, reflexionar sobre ella a la luz del Evangelio y, como consecuencia, proponerse determinadas acciones.

Un segundo capítulo corresponde al VER. Se titula “Qué buscan? ¿Dónde vives?”. Ofrece una mirada a la vida y la realidad de nuestro pueblo. En él, los pastores reflexionan sobre lo que busca Chile a comienzos del tercer milenio y sobre lo que buscan los bautizados en la Iglesia que peregrina en Chile. En este último aspecto mencionan luces y sombras de nuestra Iglesia.

El tercer capitulo, que corresponde al JUZGAR, se llama “Vengan y vean". Se centra en los lugares de encuentro con el Señor: la Palabra de Dios, la Sagrada Liturgia, fuente y cumbre de la Iglesia, la vida en comunidad, los pobres, los marginados y excluidos, la piedad popular, la presencia de la Cruz en nuestras vidas y el distintivo mariano.

El cuarto y el quinto capítulo corresponden al ACTUAR. El cuarto capítulo corresponde al ACTUAR respecto de la Iglesia que sus pastores anhelan. Bajo el título “Vieron... y se quedaron con Él", se detiene en los rasgos de la vocación de la Iglesia: una Iglesia que conduce al encuentro con Cristo Vivo, que forma discípulos misioneros, que anima la vocación de sus miembros, que vive y promueve la espiritualidad de comunión, una Iglesia de auténticos discípulos, Iglesia misionera.

El quinto capítulo corresponde al ACTUAR respecto del ser humano en nuestra sociedad y cultura. Se titula "Hemos encontrado al Mesías" y presenta a Cristo como la Vida nueva del mundo. Junto con anunciar la Misión Continental para anunciar a Cristo, Vida nuestra, enumera los énfasis pastorales para la promoción humana integral: pastoral y cultura de la vida y de la solidaridad, pastoral educativa, pastoral con los pobres y excluidos, pastoral social, pastoral y espiritualidad urbanas, pastoral de los medios de comunicación social, pastoral rural, pastoral con los pueblos originarios, pastoral del medio ambiente. Al mismo tiempo, explicita los destinatarios prioritarios de nuestra misión pastoral: la familia, los adolescentes y jóvenes, los agentes educativos, los pobres y excluidos, los constructores de la sociedad: (trabajadores, empresarios, líderes sociales, académicos, universitarios, políticos y comunicadores), los agentes pastorales laicos, los consagrados y consagradas, los ministros ordenados, los católicos alejados de la Iglesia, los no católicos y los no creyentes.

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Fuente: Prensa CECh