Tras la misa presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz en la parroquia El Sagrario, los cerca de 90 comunicadores y periodistas asistentes se trasladaron hasta el Edificio Arzobispal contiguo, en el lugar donde hace tres décadas funcionaba la Vicaría de la Solidaridad.

Fue precisamente el recuerdo emocionado a esta histórica institución de la Iglesia de Santiago la que marcó el saludo de Mons. Goic.

Comunicación y solidaridad

A propósito de la invitación que formula el Papa Benedicto XVI en el sentido de que "los medios de comunicación pueden y deben ser instrumentos al servicio de un mundo más justo y solidario", el obispo de Rancagua recordó que en el mismo lugar donde se realiza este encuentro "transitaron muchos hermanos nuestros en busca de un Buen Samaritano. La Vicaría de la Solidaridad recibió también en sus pasillos a muchos periodistas y comunicadores que, en una época difícil para la libertad de expresión, se convertían en testigos de una parte de la historia. Aquí se escribían además las páginas del periódico que llevaba el nombre de este valor cristiano: “Solidaridad”, y que sorteando mil escollos lograba ponernos al tanto de información fidedigna sobre lo que pasaba en Chile", destacó el pastor.

Y agregó: "He querido recordar el pasado de este lugar porque lo que aquí se vivió no fue sino la expresión viva de una Iglesia que ha querido ser fiel a Jesucristo y al Evangelio. Por ser consecuentes entonces con lo que el Señor pedía a su Iglesia en una hora dramática para el país, sus pastores no siempre fueron comprendidos, y muchas veces recibieron un trato injusto de autoridades y también de algunos medios de comunicación. Cuando la vida, los derechos humanos y las libertades individuales estaban amenazadas, no podíamos callar, no podíamos dejar de ser refugio solidario. Algunos sacerdotes dieron la vida en ese afán. También algunos periodistas y comunicadores. A todos ellos los recordamos, en este día, en este lugar, con una oración al Padre de eterna bondad".

Mons. Goic reflexionó sobre cuánto ha cambiado Chile en tres décadas, su sociedad, valores y costumbres; cómo han cambiado la Iglesia y sus pastores, cómo han cambiado los medios de comunicación y sus profesionales. "Indudablemente estamos muy lejos de las arbitrariedades y amenazas que se vivieron en aquél entonces. Pero nuestra sociedad está aún lejos del progreso humano y del desarrollo social que tanto afirmamos desear para nuestra patria".


Como ayer, atrapados

Agregó que tampoco hoy los obispos pueden callar "cuando se amenazan la vida humana, la dignidad de las personas, la vida familiar y las relaciones laborales; cuando se afecta al medio ambiente, se instala la violencia como algo cotidiano, se desconoce la identidad cultural de nuestros pueblos originarios y se propone el exitismo de una sociedad consumista como modelo de logro social".

Mons. Goic expresó su sensación de que muchos periodistas y comunicadores siguen, como ayer, atrapados. "Pero son distintas las mordazas: los vemos atrapados frente a las lógicas de algunos medios de comunicación prisioneros de los indicadores de sintonía, de tiraje o de visitas; rindiendo culto a unas supuestas exigencias del mercado, hipotecando sus principios editoriales, llenando páginas y minutos con contenidos banales, reduciendo el nivel del debate, exacerbando conflictos".

En este escenario, sostuvo el obispo, "sentimos que es nuestro, como Iglesia, un deber de gratitud hacia los periodistas y comunicadores que comparten una fe común en Cristo. A ustedes, hermanos, que buscan la verdad para compartirla en la certeza de Aquél que es Verdad con mayúscula, Verdad que nos hace libres, a ustedes les expresamos nuestra cercanía. También les animamos para que sigan siendo consecuentes con los valores del Evangelio. Para que no olviden nunca que la misión del comunicador encuentra su sello trascendente cuando se orienta a la verdad, cuando promueve el respeto de la dignidad de las personas, cuando procura el bien común de todos, de un modo especial de los más pobres y vulnerables".

Finalmente, el Presidente de la Conferencia Episcopal pidió la bendición del Señor a los periodistas y comunicadores, así como a sus familias, "que siempre son las primeras que sufren las consecuencias de una profesión que lamentablemente no respeta horario".

Texto saludo Mons. Goic


Foro - panel

Tras la intervención de Mons. Goic, los asistentes compartieron un desayuno fraterno y posteriormente se realizó un Foro Panel en torno a los desafíos que propone el Mensaje del Santo Padre para la 42ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, con el tema “Los Medios: en la encrucijada entre el protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para compartirla”.

En este Foro-Panel, participaron Mons. Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo y Presidente del Área de Comunicaciones de la CECh, y la periodista de canal 13 Soledad Onetto.

En su reflexión, Mons. González enfatizó en que la Pastoral de Comunicaciones de la CECh mantiene una preocupación constante por los periodistas y comunicadores católicos y por aquellos que, si bien no son creyentes, tienen la convicción de informar en pos del bien común.

“Nosotros tenemos una verdad que entregar”, continuó Mons. González, “pero no una más, con todo el respeto hacia quienes no son católicos, sino que es una en la que creemos firmemente, que el hombre llega a saber quién es y a vivir su dignidad cuando reconoce a Jesucristo. Nosotros no sólo informamos, sino que también formamos a la sociedad a través de la pantalla, diarios y radios. A partir de eso, quisiera dejar planteada una pregunta que va dirigida a la conciencia de cada uno: ¿Este medio, en el cual yo trabajo, formó o solamente informó? ¿Estamos cumpliendo con esa dimensión social de instruir a la audiencia o la estamos deformando?”

Más adelante, la periodista de Canal 13 Soledad Onetto, al compartir su experiencia de comunicadora católica, subrayó que todos los días busca hacer mejor su trabajo y que no hay que ser protagonistas, sino que mostrar las realidades.

“Es muy importante vivir la fe, y yo siempre lo comento. Si bien es una doble responsabilidad, te acerca muchísimo a la gente, es vital decir en qué cree uno. Para mí ha sido muy importante vivir mi fe al interior de la televisión y en la comunicación permanente”, señaló Soledad Onetto.

“Quiero comunicar esperanza”, aseguró la periodista de Canal 13, “creo que eso es lo que los medios tienen que comunicar hoy, con más o menos errores, tropezando en el camino, pero la necesidad está ahí. Benedicto XVI lo dice en su mensaje, dar a conocer que `hay una esperanza de la construcción de un mundo y un país mejor´”.

Tras un diálogo con los asistentes, el foro concluyó con una palabra de agradecimiento de Mons. Juan Ignacio González.

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