Obispos invitan a dialogar en camino al Bicentenario
Obispos invitan a dialogar en camino al Bicentenario

Documento de trabajo dirigido a los "constructores de la sociedad" marcó las homilías de los Obispos en los Te Deum de Fiestas Patrias.

La necesidad de recuperar las confianzas necesarias para encontrarnos como país y dialogar sobre el futuro fue el elemento común que destacaron los obispos en sus homilías de los Te Deum de fiestas patrias, a lo largo de Chile.

Sin duda, la mayoría de los mensajes episcopales estuvo marcado por el documento de trabajo "En camino al Bicentenario", escrito por los obispos a los distintos "constructores de la sociedad", texto que en Santiago se lanzará públicamente el viernes 24 de septiembre.

En dicho documento de trabajo, la Iglesia dirige un mensaje a políticos, magistrados, empresarios, trabajadores, dirigentes sociales, y a los mundos de la cultura y de la intelectualidad, entre otros sectores cuyas responsabilidades los Obispos valoran por ser significativas para el desarrollo social y el servicio en favor del bien común.

El texto es una invitación al encuentro y al diálogo entre las personas, para pensar el Chile del Bicentenario. "Se trata de estimular la reflexión y la decisión de participar responsablemente en todos los ciudadanos que desean trabajar por el verdadero progreso de la comunidad nacional", explica en su homilía Mons. Gaspar Quintana, Obispo de Copiapó.

"Queremos hacerlo, desde nuestra perspectiva, colocando el acento de esta preocupación, no solo en el afán modernizador de las infraestructuras, sino más bien en los actores encargados de construir la sociedad", recuerda el Obispo de Temuco y Secretario General de la Conferencia Episcopal, Mons. Manuel Camilo Vial.

Para ese diálogo la Iglesia plantea los grandes valores que, en su opinión, debieran inspirar el horizonte del futuro que deseamos para la patria.

"El respeto a tres grandes valores relacionados con la dignidad de la persona: el derecho a la libertad, el respeto a la conciencia y el amor por la verdad. Son valores esenciales y que requieren ser profundizados y vividos en integridad", manifestó Mons. Alejandro Goic, Obispo de Rancagua.

Sobre las características del diálogo que se propone, planteó en su homilía Mons. Manuel Donoso, Arzobispo de La Serena: "Para que exista un verdadero diálogo, no basta que las personas hablen, expongan sus ideas y las discutan. Esto puede ser hasta engañosamente llamado “diálogo”. Para que sea verdadero debe existir un pre-juicio, un único pre-juicio: creer que siempre lo que el otro aporta me va a enriquecer".

En la mayoría de las homilías de estas Fiestas Patrias, los pastores estiman que el documento de trabajo "En camino al Bicentenario" puede ser una valiosa oportunidad de reencontrarnos con aquello que el Cardenal Raúl Silva Henríquez definió como el "alma de Chile".


Preocupación por los pobres, desafío permanente

El desarrollo social, la lucha contra la pobreza, la incorporación de las inquietudes de los pobres en la agenda social, fueron conceptos destacados por la mayoría de los obispos en sus mensajes.

Mons. Manuel Camilo Vial sostuvo que la preocupación de la Iglesia "no sólo debiera ser el reflejo de la búsqueda de la modernización del país, sino sobre todo la valoración de la dignidad humana especialmente de los más pobres o de aquellos que viven en condiciones de injusticia".

"Luchemos con más intensidad y con más prontitud contra la inequidad, la injusticia y la intolerancia, acortemos de verdad la brecha entre los ingresos más altos y los más bajos, busquemos mejores condiciones para que aumenten las fuentes de trabajo", planteó, en su homilía, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal.

Mons. Enrique Troncoso, Obispo de Melipilla y Presidente del Área Social del Episcopado, sostuvo que es el desempleo "lo que más produce la falta de esperanza en la gente".

En Concepción, Mons. Antonio Moreno, Arzobispo, recordó que el principio de la prioridad del pobre es tan original y convincente que se ha hecho parte de la conciencia de nuestra cultura, "aunque no siempre seamos coherentes con él, precisamente porque lo aislamos de su principio que es Dios, el cual haciéndose presente en este mundo como un pobre nos comprometió a buscarlo y servirlo en ellos".

Para el Obispo de Valparaíso y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Gonzalo Duarte, la pobreza se puede superar. "Pero el alcoholismo y la drogadicción, además de destruir a la persona y su familia -con frecuencia en forma irremediable- es causa de innumerables delitos que van corrompiendo a la sociedad", sostuvo luego de dar a conocer impactantes cifras de la Pastoral nacional de Alcoholismo y Drogadicción.


Chile, tarea de todos

Otro aspecto que los pastores coincidieron en subrayar fue la necesidad de que en las reflexiones y las tomas de decisiones sobre el futuro de la patria participemos todos.

"No se puede construir Chile, dejando personas al margen, sino que por el contrario, los esfuerzos actuales por la solidaridad hace que se eviten las competencias, o las manías de poder", manifestó el Obispo de Punta Arenas, Mons. Tomás González.

Por su parte, el Obispo de Valdivia, Mons. Ignacio Ducasse, expresó que los "líderes sociales, los constructores de la sociedad, en la medida en que seamos capaces de interpretar los dolores, las esperanzas y los anhelos de la gente, en la medida en que sepamos poner el bien común por sobre toda otra consideración particular, haremos de verdad nuestro aporte a un Chile que entre todos queremos y podemos construir".

También hubo palabras en favor de la participación ciudadana en los procesos democráticos. "No hay democracia verdadera sin comportamientos democráticos: aprender a conocer y a reconocer al otro; privilegiar el debate más que el combate; fortalecer el diálogo, y el sentido de compromiso; hacer prevalecer la razón sobre la pasión; excluir el uso de la violencia y de la mentira", expuso Mons. Patricio Infante, Arzobispo de Antofagasta.

Con relación a los próximos comicios municipales, la mayoría de los pastores hizo alguna referencia. "Hoy pedimos a quienes participan directamente como candidatos a que usen limpiamente sus capacidades para proponer sus programas, que no se denigre al adversario y que nosotros que hemos de elegir lo hagamos pensando en el bien de nuestra ciudad y región", expresó el Obispo prelado de Calama, Mons. Guillermo Vera.


Credibilidad, confianza e instituciones

Varios obispos profundizaron en sus mensajes de Fiestas Patrias frente a la crisis de credibilidad y confianza que envuelve a instituciones fundamentales del país y a sus representantes.

El Cardenal Errázuriz expresó que la "realidad de ciertos hechos escandalosos, y los nombres de quienes por largo tiempo han aparecido como inculpados, ya sea en delitos económicos, en tráfico de influencia, en abusos de menores, en tráfico y consumo de droga, etc. terminan por minar la confianza".

"La investigación judicial de posibles hechos ilícitos y, aun antes de ello, la simple denuncia de los mismos presentados insistentemente y con profusión de detalles por algunos medios de comunicación, fácilmente conducen a la condena anticipada de las personas involucradas y siembra un manto de sospecha sobre las diversas instituciones y todos sus miembros", recordó, por su parte, el Arzobispo de Puerto Montt, Mons. Cristián Caro.

A juicio del Cardenal Errázuriz, la paz social requiere un clima de confianza. "Es lo que más deseamos. La confianza nos acerca y anuda relaciones de empatía, de proyectos compartidos, de reconocidas bondades", manifestó el Arzobispo de Santiago.


También los medalleros olímpicos

Las alegrías y sinsabores de la historia patria reciente, en forma particular en los sucesos del último año, estuvieron presente en varias de las homilías.

Entre los momentos de festejo nacional unitario, Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso y Vicepresidente del Episcopado, evocó la doble medalla de oro obtenida por tenistas chilenos en los Juegos Olímpicos.

"Su triunfo ha sido sentido, gozado y celebrado como propio por todo el país, y los deportistas triunfadores se lo dedicaron al pueblo chileno. Nos alegramos vivamente de este ejemplo de esfuerzo y superación personal; del hermoso testimonio de unidad y apoyo que nos han dado sus papás y familias. Hemos pensado: cuánto puede hacer una familia unida que se juega por sus hijos", señaló Mons. Duarte en el primer Te Deum con carácter ecuménico que se celebra en el principal puerto de Chile.

Las ceremonias de Acción de Gracias por la patria se celebraron sin contratiempos en las distintas diócesis del país. A ellas asistieron autoridades locales de los poderes del estado, dirigentes sociales, gremiales, sindicales y de las distintas instituciones, organizaciones, voluntariado y "fuerzas vivas" de las comunidades.


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Fuente: Prensa CECH
Santiago, 18 de Septiembre, 2004

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