El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal exhortó hoy al Senado para que ratifique la Convención Internacional sobre el derecho de los migrantes y sus familias, que Chile firmó el 23 de septiembre de 1993. Con esta ratificación se haría explícita la política migratoria chilena, a través un documento con carácter internacional.
En el contexto del trabajo que ha realizado una comisión interministerial desde el año 2002, los Obispos invitan a que como país se avance hacia una mayor gobernabilidad del fenómeno migratorio.
"Queremos proponer que la eventual regulación de los flujos migratorios desde y hacia Chile se defina e implemente en sintonía con la centralidad de la persona. Y con espíritu de generosidad, acogida y solidaridad hacia quienes deciden elegir a nuestro país como su nuevo hogar y lugar de desarrollo personal y familiar”, afirma una
declaración del Episcopado dada a conocer por el Obispo de Valparaíso y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Gonzalo Duarte.
El anuncio lo hizo en el marco de un encuentro que congregó en Valparaíso a representantes de comunidades migratorias. A la Jornada también asistieron parlamentarios.
La Convención Internacional sobre el derecho de los migrantes entró en vigencia el 01 de julio del 2003, y fueron necesarios 13 años para alcanzar el mínimo de 20 naciones que la ratificaran. Sin embargo, muchos países, entre los que se encuentra Chile, sólo firmaron la Convención adhiriendo a sus principios pero no la adoptaron como norma supranacional.
Los obispos consideran que “una nueva política migratoria debería asegurar una institucionalidad que tutele los derechos humanos, sociales, laborales, económicos, políticos y culturales de los extranjeros en Chile, y les asegure la libertad personal, el derecho a residir y a permanecer en cualquier parte del país.
Asimismo, estiman que esta política debe garantizar a los migrantes la "no discriminación", la igualdad de derechos y de trato, la integración a los servicios sociales otorgados por el Estado, la reunificación familiar, el derecho a la tutela judicial efectiva y al recurso contra los actos administrativos”.
De esta manera, la Iglesia chilena se suma a las palabras del Papa Juan Pablo II respecto a la necesidad de definir una política migratoria de acogida y respeto por los hermanos extranjeros.
Según el Censo 2002, en Chile el número de inmigrantes residentes suma 184.464, de los cuales 88.124 son hombres y 96.340 son mujeres. “La migración es un fenómeno social complejo y un asunto de interés público, pero sobre todo se trata del respeto de los derechos humanos de quienes han tenido que dejar su país”, dijo Monseñor Gonzalo Duarte. Y agregó que “ratificar esta Convención es una oportunidad para abrirse a la convivencia y al diálogo multicultural”.
Ver texto completo de la Declaración
Más información en sitio del Instituto Católico Chileno de migración, INCAMI,
www.incami.cl
Fuente: Prensa CECH