Con una ceremonia que congregó a delegaciones de todos los colegios católicos de la zona se desarrolló la Inauguración del Año Escolar 2008, a nivel de la Iglesia Diocesana. El acto fue organizado por la Vicaría Episcopal para la Educación y tuvo lugar este viernes 07 de marzo, en dependencias del Instituto Santa María de Chillán.

En la oportunidad, el Obispo de Chillán y Presidente del Área Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Carlos Pellegrin Barrera, recordó que la educación es considerada por la Iglesia Católica como una importante misión, donde los desafíos se enfocan en entender la tarea educativa como un esfuerzo para penetrar en lo más profundo de la inteligencia y capacidad intelectual de los alumnos, permitiendo la integración entre fe y cultura de una forma clara.

La escuela católica y su formación humanizadora

En el contexto de su mensaje, monseñor Pellegrin fue claro en subrayar que la escuela católica se debe volcar hacia una formación humanizadora. Para alcanzar sus metas, dijo que es de primordial importancia la revisión y aplicación de proyectos educativos que transmitan valores profundamente enraizados en el mensaje evangélico del amor a Dios y a los hermanos, la solidaridad, el trabajo por la justicia, la vida familiar y el servicio a la nación.

Por otra parte, indicó que la escuela católica no puede desconocer la importancia que tiene actualmente el impacto de los medios de comunicación en la construcción de la realidad social, donde el tratamiento de la información se presenta abierto al contacto con otras culturas y nos plantean nuevas tareas frente a los problemas técnicos, éticos y culturales de nuestro tiempo. “Las injusticias sociales que prevalecen en el mundo de hoy nos exigen preparar a nuestros alumnos y alumnas como agentes activos en la trasformación de la sociedad, para hacerla más justa, más solidaria y más participativa.”

En este escenario, el Obispo de Chillán señaló que es vital el rol que jueguen todos los actores del mundo educativo, partiendo por los padres y apoderados, quienes no pueden dejar todo en mano de los establecimientos, sino que por el contrario deben asumir una postura activa en el proceso educativo de sus hijos e hijas.

En lo que respecta a los educadores católicos, sus desafíos deben partir por una formación de alta calidad que se abra a estudios superiores y cursos de perfeccionamiento permanente, dejando atrás el temor a la evaluación docente. “La medición periódica del desempeño del formador no puede ser una opción, sino que ser asumida como un gran regalo que permitirá un verdadero reposicionamiento de la vocación docente en la sociedad y que traerá como agregado mejores condiciones de trabajo y la recuperación del prestigio de ser educadores” manifestó.

A renovar la confianza en las instituciones

Con respecto a las denuncias que se han hecho sobre irregularidades en pagos de subvenciones escolares durante los últimos años, dentro de las gestiones del Mineduc, el prelado expresó que si bien es importante tomar este tema con seriedad, es también necesario comenzar el año escolar renovando la confianza en nuestras instituciones y otras instancias de fiscalización que posee el país. Al respecto, dijo que “las acaloradas argumentaciones de estos días, no nos pueden hacer olvidar que aún están en proceso un conjunto de iniciativas legales, tales como la Ley General de Educación, normativas en relación al sistema de financiamiento y a la institucionalidad de la educación pública estatal y privada, así como la creación de una Superintendencia de Educación”.

“Comenzamos el año escolar con un cierto desconcierto frente a la situación descrita, pero miramos llenos de esperanza el gran acuerdo en torno a la educación alcanzado en el año 2007 y soñamos con que nos traerá la tan deseada educación de calidad”, subrayó.

Liceo de Portezuelo en manos de la Iglesia

Con respecto a noticias locales para este inicio del año escolar, el Obispo de Chillán confirmó que la semana pasada fue recibido el decreto ministerial que permite al Obispado de Chillán asumir la dirección del Liceo Parroquial “Nuestra Señora de El Carmen” de Portezuelo y cinco escuelas rurales del mismo sector, que habían quedado sin sostenedor, tras la muerte del padre Ricardo Sammon O´Brien.

“Nosotros hemos pedido esto, porque siento que es nuestra obligación como Iglesia Diocesana mantener el espíritu solidario que nos compartió el padre Ricardo Sammon por tantos años. Creemos que estos establecimientos deben seguir cultivando el espíritu campesino y sobretodo que sean espacios para la entrega de educación de excelencia para los más pobres entre los pobres”, argumentó.

Los desafíos del post Congreso de Educación Católica

En cuanto a las líneas de acción que se emprenderán al interior de la Iglesia Diocesana en materias de educación y a la luz de las conclusiones arrojadas el año pasado por el Congreso de Educación Católica, el vicario episcopal para la educación, padre Juan Carlos Cortez, señaló que lo primero es fortalecer la comunión entre las instituciones vinculadas al área de educación, especialmente aunando criterios para una identidad común entre los colegios de Iglesia.

Asimismo, en un sentido más global, el sacerdote argumentó que “toda propuesta de mejoría en el área educacional, es una propuesto para mejorar la sociedad, por lo tanto nosotros creemos en el progreso que humaniza, que dignifica y creemos que una educación de calidad debe aportar en esa dimensión”.


La ceremonia de inauguración del año escolar contó con la presencia de delegaciones de los diecinueve establecimientos educacionales católicos que existen en la Diócesis de Chillán, encabezadas por sus directores(as), docentes y alumnos(as). Por parte de las autoridades, estuvo presente la Directora del Departamento Provincial de Educación, Juanita Castro Rubilar.

Fuente: Comunicaciones Chillán