El episcopado ecuatoriano lamentó “profundamente lo ocurrido entre dos naciones hermanas, Ecuador y Colombia, históricamente unidas por múltiples vínculos” y expresó su “dolor, ante Dios y ante ambos pueblos, más allá de consideraciones políticas, por el nuevo episodio de muertes violentas, cuya sangre clama al cielo”.

En un comunicado hecho público este martes 4 de marzo, los obispos católicos de Ecuador rechazaron también “la violación de las fronteras ecuatorianas por parte de cuantos han incursionado ilegalmente en nuestro territorio”, según expresa el documento.

El episcopado señala que la violencia solo genera más violencia, por lo que hizo un “llamado a deponer la agresividad y a emprender un diálogo sincero, camino de reconciliación”, y exhortó a “esclarecer los hechos sucedidos en la frontera norte, con transparencia, verdad y justicia”.

En el comunicado, la Iglesia ecuatoriana pide “al Gobierno Nacional, a las instituciones públicas y privadas, a cada uno de los ciudadanos” mantener la “serenidad ante las duras adversidades que nos ha tocado enfrentar en las últimas semanas. Invoca la protección de Dios para que nos ilumine a fin de que trabajemos juntos para superar las situaciones difíciles con inteligencia y decisión”.

Así también invitó a “todos los ecuatorianos a afirmarnos en la unidad y en la solidaridad, como camino para hacernos fuertes y defender la dignidad nacional, hacia dentro y hacia fuera de nuestras fronteras”, y a “no renunciar a nuestra vocación de pueblo amante de la paz y a construirla desde la justicia y el respeto del derecho”.

Fuente: Conferencia Episcopal Ecuatoriana - OCLACC