«Renuevo mi apremiante invitación a las autoridades, tanto a las israelíes como a las palestinas, para que se detenga este torbellino de violencia, unilateralmente, sin condiciones», afirmó dirigiéndose a unos 40 mil peregrinos en la Plaza de San Pedro.
«Sólo si se muestra un respeto total por la vida humana, incluso la del enemigo, se puede esperar y dar un futuro de paz y de convivencia a las jóvenes generaciones de esos pueblos que, ambos, tienen sus raíces en la Tierra Santa», confirmó.
El obispo de Roma invitó «a toda la Iglesia a elevar súplicas al Omnipotente por la paz en la tierra de Jesús y a mostrar una solidaridad atenta y efectiva a ambas poblaciones, a la israelí y a la palestina».
Según fuentes médicas palestinas citadas por las agencias internacionales, más de cien palestinos, entre ellos algunos milicianos de Hamas, así como muchos civiles, habrían muerto, y unos 150 habrían quedado heridos, por el fuego israelí en Gaza a partir de la mañana del 27 de febrero.
La situación degeneró tras el asesinato de cinco responsables del brazo militar de Hamas en Jan Yunis, en el sur de Gaza, que según fuentes israelíes estaban preparando un atentado.
Como respuesta, Hamas lanzó quince cohetes «Qassam» contra el sur de Israel, golpeando Sderot y zonas cercanas a Ashkelon. Por parte israelí, han muerto dos soldados y diez personas han resultado heridas.
Fuente: www.zenit.org