Los peregrinos caminaron desde la Estación Mapocho hacia el Santuario del Padre Hurtado, respondiendo así al llamado que realizó la Vicaría de la Esperanza Joven, en donde se invitó a reconocer la santidad del padre Alberto en su vida cotidiana.

Como una manifestación clara de una iglesia viva y comprometida, más de cuarenta mil jóvenes respondieron al llamado que realizó la Vicaría de la Esperanza Joven del Arzobispado de Santiago para caminar y descubrir qué hizo santo a Alberto Hurtado.

El lema “Testigos del Amor de Cristo” acompañó e inspiró a los jóvenes que fueron al encuentro del Padre Alberto, reconociendo aspectos de su vida; como el pertenecer a una familia, el ser amigo, estudiante, servidor de los que más sufren y comprometido con la construcción de una sociedad más justa. Desde allí se invitó a descubrir que todos participamos del mismo llamado a ser santos en nuestra vida cotidiana.

La ruta de ocho kilómetros que separa la Estación Mapocho del Santuario Padre Hurtado, fue amenizado por una batucada, cantos, danzas y celebraciones propias de este encuentro. Además, contó con un acto artístico en el santuario que motivó a ver con el corazón y reconocer a Cristo en el rostro del prójimo.

La jornada, finalizó con una liturgia presidida por el Cardenal Arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, quien manifestó “que el Padre Hurtado desde niño escuchó el amor de Dios en su familia, en sus amigos, en los pobres y en todos los que lo rodeaban” .

El Vicario de la Esperanza Joven, padre Galo Fernández, dijo a su vez que “esta fue una invitación a vivir la santidad, pero no como un concepto lejano, si no como un compromiso que puede ser asumido por todos los que quieran vivir profundamente la fe y el amor a Dios”.

En esta oportunidad, se hizo también referencia al hecho de que estamos justo a un año de vivir la vigilia y celabración final con el Papa, en la Jornada Mundial de la Juventud Colonia 2005 en Alemania. Además, con esta Caminata de la Solidaridad, se da inicio oficialmente a la comisión de trabajo que organizará y coordinará la participación de la delegación oficial de jóvenes chilenos que asistirá a dicha jornada. Se espera que el interés de los jóvenes sea alto, fruto de la Misión Juvenil Nacional que vivirán el 2005 y de la canonización del Padre Alberto Hurtado.

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