El prelado felicitó por su éxito académico y compartió con los alumnos Pablo Andrés Morales Vera, del Colegio Sagrados Corazones; James Michael Campbell Wagemann e Ignacio Emilio Astudillo Badilla, del Seminario Pontificio Menor; Alvaro Javier Cornejo Muñoz, del Instituto de Humanidades Luis Campino, y Juan Pablo Cordero Garayar, del Colegio Notre Dame. Al no poder asistir Ignacio Astudillo concurrió a este encuentro su madre.

La vida es más que una carrera

Monseñor Chomali destacó el valor de la religión católica en estos colegios y en los otros 24 que posee el Arzobispado de Santiago. Recordó que “el norte en estos establecimientos es el encuentro con Jesucristo. Que no nos valoren sólo por tener buenos puntajes, porque la vida es más que una carrera. Queremos hacer un aporte a la sociedad a partir de lo que tenemos: el valor trascendente de la vida humana, el valor de la justicia”. Igualmente expresó su deseo de que surjan de los colegios católicos servidores públicos, políticos que aporten a la sociedad “y, sobretodo, muchas vocaciones sacerdotales”.

En este sentido, tanto los alumnos como los formadores que los acompañaban, resaltaron la labor pastoral que hay en estos establecimientos. Álvaro Cornejo destacó que “el colegio lo que quiere formar a futuro no son productos, sino personas”. Pablo Morales señaló que “varios compañeros han pensado seriamente en el sacerdocio”, en tanto que James Campbell dijo que hay una fuerte actividad pastoral y que él mismo es animador de una comunidad, cuyo objetivo “es fomentar la vida cristiana”.

Solidaridad académica

Estos mejores puntajes nacionales de la PSU ya tienen claro su futuro académico: Juan Pablo Cordero estudiará Ingeniería en la Universidad de Chile; James Campbell, Medicina en la Universidad Católica; Pablo Morales, Ingeniería en la Universidad Católica, y Alvaro Cornejo e Ignacio Astudillo, Ingeniería Civil en ese mismo plantel.

Durante el desayuno, Monseñor Chomali expresó su preocupación por qué hacer en favor de aquellos colegios de menos recursos y de estudiantes con menos rendimiento. Al respecto, el director del ciclo menor del colegio Sagrados Corazones, Jalil Muza, contó que tienen un club de matemáticas a partir del 4º básico, con alumnos seleccionados según sus aptitudes y que contratan a ex estudiantes del establecimiento que fueron puntajes nacionales para que realicen clases extras y los preparen en matemáticas.

El rector del Seminario Menor, Ricardo Yévenes, señaló que están apadrinando dos colegios de Quilicura: la Escuela Canadá y San Alberto Hurtado, a los que ayudan con el traspaso de materiales, pruebas y experiencias. Señaló que “éste podría ser uno de los tantos caminos de colaboración fraternal de colegios pagados con otros subvencionados, para que éstos mejoren sus expectativas académicas y tengan mejores resultados”.

Fuente: DOP www.iglesiadesantiago.cl