Un ambiente de fiesta y alegría comienza a sentirse en el corazón del pueblo chileno en la medida que se acerca el inicio de Fiestas Patrias. Si bien gran parte del país agradece la inclusión del lunes 17 de septiembre como parte del feriado legal, lo cierto es que también preocupan las dificultades y excesos que pueda acarrear una celebración tan prolongada.

Ante esta situación el Obispo de Chillán ha extendido un ferviente llamado a los ñublensinos a manifestarse con el gozo que el país se merece, pero sin perder el sentido de responsabilidad y moderación, especialmente en el consumo de alcohol que tanto daño causa si se bebe sin control. Asimismo, hizo una invitación a no dejarse llevar por innecesarios sobre gastos que después impliquen desajustes en la economía familiar. “¡Hagamos de estas fiestas de Chile, una fiesta de familia, para que junto con los amigos celebremos nuestra Independencia sin tener que lamentar ni accidentes, ni desgracias!”, agregó.

Invitación a Te Deum

Por otra parte, llamó a toda la comunidad de Chillán a participar en el tradicional Te Deum, el próximo 18 de septiembre, a las 11.00 horas, en la Iglesia Catedral. En esta ocasión, frente a la cruz del Señor, y en comunión con todos los hermanos cristianos y no cristianos de la provincia, se hará oración para que el Bicentenario nos encuentre con una sociedad chilena más justa, solidaria, donde se viva una mayor equidad.

El llamado lo efectuó en una conferencia de prensa, realizada este jueves ante los medios de comunicación locales, donde manifestó que es necesario en el contexto de estas fiestas pedir la presencia del Señor entre los hijos de esta tierra, agradeciendo las bendiciones que ha entregado a nuestra Patria.

Solidaridad: un valor de nuestro pueblo

Que estas Fiestas Patrias también sean una oportunidad para unirnos al compromiso de seguir trabajando por la justicia y la solidaridad hacia nuestros hermanos más pobres y desamparados, fue otro importante emplazamiento hecho por monseñor Pellegrin.

“Nuestro pueblo es un pueblo generoso y si cultivamos esa generosidad da frutos de bien, lo que es un signo del Reino de Dios entre nosotros”, manifestó.

Al respecto, dijo que una importante muestra de esa generosidad fue el eco que tuvo en la Iglesia Diocesana el llamado a la campaña de ayuda para el pueblo peruano, que el mes pasado sufriera un terremoto de dramáticas consecuencias. Después de un mes de motivación, a nivel local se reunieron 3 millones 449 mil 227 pesos, que se canalizaron a través de la cuenta de Caritas Chile para la Caritas de Perú.

Aparecida: el inicio de un nuevo Pentecostés

En otro ámbito, expresó que la Iglesia Latinoamericana está comenzando a vivir un inmenso proceso de renovación espiritual, tras la iluminación que significó la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe realizado en la ciudad de Aparecida, Brasil, en el mes de mayo. “Con los ojos puestos en Dios, la Iglesia católica del continente, se siente llamada a renovar su compromiso de discípula de Jesucristo y misionera del Señor en el mundo de hoy. La realidad de nuestro continente americano nos interpela, y nos invita a asumir un compromiso muy grande para discernir y valorar con sentido crítico los acontecimientos, a la luz de la fe en Jesucristo, y de un profundo sentido misionero”, expresó.

El Documento Conclusivo de Aparecida, indicó, es el testimonio escrito de la presencia del Espíritu Santo entre nosotros, donde se nos invita a vivir un nuevo Pentecostés.

Fuente: Comunicaciones Chillán