Caluroso recibimiento a Mons. Alejandro Goic, Obispo Coadjutor
Caluroso recibimiento a Mons. Alejandro Goic, Obispo Coadjutor

Una tibia tarde anunciadora de la próxima primavera, acompañó la llegada del Obispo Coadjutor, Mons. Alejandro Goic a la capital regional de la Sexta Región. Eran las 10:30 horas y poco a poco la plaza de los Héroes de la ciudad se iba llenando de pancartas de parroquias y movimientos de iglesia. Los rancagüinos veían con asombro como los carteles de Osorno se multiplicaban. Don Alejandro no llegaba solo. Más de un centenar de osorninos acompañaron a su Obispo para dejarlo en su nueva tierra de misión.

La fiesta empezaba con sentimientos encontrados; mucha alegría y, a la vez, muchas lágrimas en los ojos de quienes se despedían de su querido pastor.

También sus hermanos en el episcopado estuvieron presentes, lo acompañaron con cariño el Señor Nuncio Apostólico de S.S., Mons. Aldo Cavalli, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago; Mons. Ricardo Ezzati, Obispo Auxiliar de Santiago; Mons. Antonio Moreno, Arzobispo de Concepción; Mons. Manuel Camilo Vial, Obispo de Temuco; Mons. Horacio Valenzuela, Obispo de Talca.

Desde el norte llegaron Mons. Luis Gleisner, Obispo auxiliar de La Serena y Mons. Cristian Contreras Molina, Obispo de San Felipe. Tres obispos eméritos también estuvieron presentes: Mons. Bernardino Piñera, Mons. Carlos Camus y Mons. Sergio Contreras.

Después de los esquinazos, saludos e intercambio de presentes, las puertas de la Catedral se abrían para acoger, en el marco de la Eucaristía, las palabras de monseñor Alejandro Goic.

Dos horas y media de ceremonia intensa con una catedral repleta, con casi cien sacerdotes, 38 diáconos, representaciones de todas las congregaciones religiosas femeninas, delegaciones de las 62 parroquias de la diócesis y los fieles de la ciudad que se unían en oración para dar gracias a Dios y para pedir por el nuevo obispo.

"Jesús es mi vida"

La homilía a cargo de monseñor Prado fue leída por el Vicario General a causa de la afección que sufre en sus cuerdas vocales. En ella dio cuenta detallada al nuevo obispo de lo que es la diócesis de Rancagua.

Monseñor Goic estremeció el corazón de los fieles cuando les dijo: "Una vez más el Señor me pide que abandone lo que más amo… con humildad siempre he aceptado lo que Dios me pide a través de los pastores de su Iglesia… también esta vez aceptó con humildad estar al servicio de esta Iglesia diocesana acompañando a Javier en su conducción con el deseo de poder testimoniar con fuerza mi lema episcopal que es 'Jesús es mi vida'... Desde este momento me incorporo con lo que soy, a la Región, a la vida de la Iglesia pero también a la vida de todo lo que es la Sexta Región... ahora me siento un rancagüino más y quiero compartir sus alegrías, sus esperanzas y también los inevitables sufrimientos".

Cantos, aplausos y vítores acogieron a monseñor Alejandro Goic. Al final un emocionante grito de los osorninos: "Alejandro, amigo Osorno está contigo" dio paso a otro grito: "Alejandro amigo, Rancagua está contigo".

Esta semana monseñor Goic cumplirá una apretada agenda de visitas protocolares, visitas a obras de la Iglesia, congregaciones contemplativas y, también tendrá una activa participación iniciando y clausurando la Semana de la Solidaridad que se desarrolla en esta diócesis entre el 18 y 22 de agosto.

Rancagua, 17 de Agosto, 2003

Especiales de Iglesia.cl