Con la participación de los obispos de Temuco, monseñor Manuel Camilo Vial; y de Aysén, monseñor Luis Infanti della Mora; además de la directora del Programa Chile Sustentable, Sara Larraín; de la directora regional de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), Jovanka Pino; el alcalde de la municipalidad de Collipulli, Leopoldo Rosales Neira; el alcalde de la municipalidad de Lonquimay, Guillermo Vásquez Veroiza; y representantes del gobierno regional, organizaciones de la sociedad civil, tanto mapuches como no mapuches; y de empresas, como Mininco, Masisa, S.N. Power y Lousiana Pacifi, se realizarán, este año, las denominadas Semanas Sociales en la Diócesis San José de Temuco, que organizan el Consejo Nacional del Departamento de Acción Social (DAS) de la Conferencia Episcopal de Chile, la Universidad Católica de Temuco (UCT) y el DAS del Obispado de Temuco.
El uso y propiedad de los recursos naturales será la temática central en torno a la cual se reflexionará en los seminarios de Collipulli, Temuco y Lonquimay, el 27, 28 y 31 de agosto próximo, respectivamente (Teatro Municipal de Collipulli, auditorio del Campus San Francisco de la UCT y Casa del Artesano de Lonquimay).
Preocupación de la Iglesia
El desarrollo más armónico y el resguardo de la Tierra y sus recursos constituye una preocupación permanente de la Iglesia, que se ha expresado a través del trabajo realizado, durante años, con comunidades campesinas e indígenas de todo el país y de la Diócesis de Temuco, en particular, en programas de promoción social, que permitieran dignificar las condiciones de vida de las personas más excluidas.
El actual desequilibrio ecológico, del cual el Hombre es causante, amenaza y es contrario al orden de la creación. Hoy en día, son las comunidades locales quienes sufren con mayor rigor, quizás, esta desarmonía del entorno, producto de priorizar la riqueza material, la competencia y el consumismo por sobre la valoración de la dimensión espiritual del ser humano, solidaridad y complementación entre los distintos actores sociales.
Las dificultades de las comunidades locales para preservar las condiciones en que viven, anima a la Iglesia a realizar un llamado a la sociedad civil, empresas y al Estado, a reflexionar sobre nuevas miradas respecto del desarrollo, que permitan al ser humano revalorizar su dimensión espiritual y su entorno natural.
Fuente: Comunicaciones Temuco