La V Conferencia frente a la realidad de hoy
Semana Teológica-Pastoral:
La V Conferencia frente a la realidad de hoy

Más de 180 sacerdotes participan en la Semana Teológico-Pastoral 2007 del clero de Santiago, en el Colegio de los Sagrados Corazones Alameda, que fue inaugurada por el Arzobispo, Cardenal Francisco Javier Errázuriz. El encuentro, dedicado al mensaje pastoral de Aparecida, se prolongará hasta el próximo viernes, y en él los participantes abordarán los principales capítulos del Documento Final de la V Conferencia realizada en Brasil.

El Cardenal Errázuriz comenzó señalando que este mes, en La Habana, entregó su cargo de presidente del Celam, “uno de los encargos más hermosos que he cumplido en mi vida. Entregué mi cuenta de la gestión de la presidencia en una asamblea que seguía viviendo en el espíritu de Aparecida, con gratitud, con esperanza, con alegría”.

Respecto de la experiencia de la V Conferencia, el Cardenal Errázuriz destacó el espíritu que hubo entre los pastores. Resaltó “el espíritu que había en Aparecida y que se refleja en el mismo documento, y eso es lo que más recordamos, es lo más fuerte para nosotros”.

Tuvo palabras de reconocimiento y gratitud para tanta gente que ayudó a la V Asamblea, como los dueños de los modestos hoteles para peregrinos donde se hospedaron los obispos, el coro, los seminaristas, los voluntarios universitarios y religiosas que los atendían, “que estudiaron español para atendernos mejor; todo impregnado de la fe, el amor, la esperanza y el afecto”.

El Espíritu de Aparecida

Resaltó que Aparecida “fue una experiencia –la más fuerte que yo he tenido en mi vida- de un grupo de personas que se reúne para trabajar, pero, en primer lugar, para estar rezando, en contacto con Dios, y en esa atmósfera, de contacto con Dios, está trabajando”.

El Arzobispo de Santiago enfatizó en la libertad con que trabajaron los obispos en la Conferencia. Ni la presidencia del encuentro ni el propio Papa impusieron temas. “Lo que ocurría en ese momento es que está todo esto en manos del Espíritu Santo y de todos los presentes y que el Espíritu Santo con ellos produzca lo que quiera”.

Lo primero que caracterizó la Conferencia es un espíritu de comunión, una comunión al mismo tiempo con Dios y con los hermanos. “La comunión fraterna se da mucho antes, cuando se prepara el documento de síntesis y pasa por muchísimas comunidades del continente, lo que va creando la alegría entre los laicos de que ellos ya están en comunión con la Asamblea”.

Ya en la asamblea misma, dijo el Cardenal, esta comunión se dio entre quienes tenían derecho a voto y quienes no, todos los cuales participaron en un ambiente de gran unidad y, aunque al final votaban sólo los obispos, “los textos son los textos de todos”.

Comunión con Dios y buenas noticias

Junto con esta comunión fraterna se dio la comunión con Dios, “con el Señor de la historia. Nosotros estamos en relación y comunión con el Creador y con el que es el liberador, el guía, el pastor, el redentor, el vivificador, el santificador, el que nos envía. Esa es una constante. Por eso, en esta conferencia hay un primado de la buena noticia y hay un primado de las buenas noticias (…) Se está pensando muchas veces en la acción del Señor, lo que él ha hecho, los dones que nos ha entregado, las grandes cosas que tenemos”.

Agregó que esta comunión con Dios está ampliamente reflejada en el documento final de la V Conferencia, que se refiere a “la buena noticia”, que es el don Jesucristo, “que manifiesta el valor de la vida”, y a “las buenas noticias”, que son dones de Dios, como la familia, el trabajo, el destino universal de los bienes y de estar en este continente de la esperanza y del amor.

Resaltó también que el Santo Padre valoró “la rica y profunda religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos y la presentó como el precioso tesoro de la Iglesia Católica en América Latina”.

Dios y la realidad

El Cardenal se refirió también a lo señalado por el Papa en su discurso inaugural de la V Conferencia, cuando afirmó que en la mirada hacia la realidad, no hay que olvidar a Dios, dejar afuera a quien es “la realidad fundante, a la realidad creante, a la realidad que sostiene a la realidad entera”. Y señaló la lucha que tiene el Papa en Europa con el intento de esa sociedad “de pretender sacar a Dios totalmente del ámbito público”. Y recordó un comentario del Santo Padre acerca de este concepto de tolerancia, que significaría dejar “fuera de la vida pública al que es el Creador de todos, al que es el Padre de todos ¿Y qué se pone en su lugar? Al hombre. Esto no es tolerancia”. La idea es mirar la realidad, pero la realidad entera, precisó el Cardenal.

Luego, el Arzobispo de Santiago señaló que al mirar la realidad y hacer un discernimiento sobre ella, sobre la obra de Dios, por una parte, y “la miseria del hombre, la injusticia y la falta de solidaridad”, por otra, hay dos actitudes: “admiramos los dones de Dios y actuamos para cambiar la realidad, colaboramos con Dios para que todos tengan acceso a esos dones”.

La realidad vista por los discípulos misioneros

La segunda intervención de este primer día de la Semana Teológica Pastoral estuvo a cargo del decano de la Facultad de Sociología de la Universidad Católica, Pedro Morandé, quien abordó al capítulo “Mirada de los discípulos misioneros sobre al realidad”, del Documento Final de la V Conferencia.

Esta mirada se dirige, en primer lugar, hacia el exterior de la Iglesia, y aborda las situaciones socio-cultural, económica, socio política, la biodiversidad y ecología y la presencia de los pueblos indígenas y afrodescendientes en la Iglesia.

El profesor Morandé se refirió a los cambios culturales que se producen en el mundo, los que “afectan todos los ámbitos de la vida social, no sólo la economía, sino que la cultura, la política, la ciencia, la educación, el deporte, las artes y también la religión”. Agregó que el punto central abordado por los obispos en este aspecto es cómo afectan estos cambios a la vida y experiencia religiosas, especialmente en cuanto a la acción de los medios de comunicación, que entregan una visión fragmentada de la realidad que la hace opaca. Ante esta fragmentación de la realidad, lo que le da sentido unitario es la cultura, las tradiciones culturales, dijo Morandé, especialmente la religiosidad popular y la tradición mariana en la región.

Al respecto, recordó lo señalado por el Papa en Valencia, en el Encuentro Mundial de las Familia, done se refirió a la transmisión de la fe de padres a hijos, frente a medios de comunicación que operan como si Dios no existiera, que “deforman la realidad, con o sin intención, ponen entre paréntesis, como si no hubiese esta presencia misteriosa de Dios detrás de toda la realidad”. Y si Dios no existe, para esta mirada son los bienes de consumo que cada uno puede adquirir los que dan la felicidad. Frente a esto, los obispos proponen “recomenzar desde Cristo, sabiduría de Dios”.

Las luces y las sombras

Al abordar la segunda parte de este capítulo, referida a la situación interna de la Iglesia, el profesor Morandé destacó lo señalado por los obispos acerca de la “influencia benéfica de la Iglesia sobre al sociedad en su conjunto y sobre el tema de la reconciliación entre los pueblos”.

Respecto de las luces, el documento señala el aumento del conocimiento de la Palabra de Dios, la renovación litúrgica, el amplio reconocimiento del pueblo por sus sacerdotes, diáconos permanentes y misioneros, la Doctrina Social, la diversificación de la organización de la Iglesia y la renovación pastoral en las parroquias, donde se reconoce ampliamente el carisma de los movimientos y nuevas comunidades, además de las comunidades eclesiales de base.

En cuanto a las sombras que ven los obispos “ad intra”, Pedro Morandé mencionó que el crecimiento porcentual de la Iglesia no va a la par con el crecimiento poblacional y recordó lo señalado por el Papa en Brasil en el sentido de que existe un “debilitamiento de la vida cristiana en su conjunto”. Al respecto dijo que entre los motivos de ese debilitamiento “se mencionan influencias secularizadoras y regresiones hacia pastorales preconciliares. Pero, desde mi punto de vista, el debilitamiento mayor es la dificultad de transmitir la fe de una generación a la otra”.

La Semana Teológico-Pastoral del Clero de Santiago, continuará este miércoles con la exposición del Vicario de la Zona Cordillera, Padre Fernando Vives, SS.CC, acerca el “La Comunión de los Discípulos Misioneros en la Iglesia”, y un trabajo en comisiones.

Fuente: DOP www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 17 de Julio, 2007

Especiales de Iglesia.cl