Dos años de guerra en Gaza: la esperanza resiste entre los escombros
Dos años de guerra en Gaza: la esperanza resiste entre los escombros

La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre ha sostenido a la pequeña comunidad cristiana en Gaza y a las familias afectadas en Tierra Santa.

Con la esperanza puesta en los mediadores, el mundo entero anhela el fin de una guerra que ha dejado una destrucción de magnitudes incalculables en Gaza y en toda Tierra Santa.

El 7 de octubre de 2023, el ataque del grupo terrorista Hamás al sur de Israel marcó el inicio de una espiral de violencia sin precedentes: más de 250 personas fueron tomadas como rehenes y 1195 asesinadas. Las represalias no se hicieron esperar, y dos años después, las consecuencias humanitarias son devastadoras.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, más de 65.000 personas han muerto y 160.000 han resultado heridas. La ONU estima que el 90% de las viviendas ha sido destruido o dañado, y 1,9 millones de personas viven hoy desplazadas dentro de la Franja.

La fe que resiste en Gaza
Desde el primer día del conflicto, Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) se puso a disposición del Patriarcado Latino de Jerusalén para asistir a las víctimas en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este.
En Gaza, la parroquia católica de la Sagrada Familia se ha convertido en refugio y símbolo de resistencia para la pequeña comunidad cristiana local. Al inicio del conflicto acogió a más de 1.000 personas, hoy alrededor de 450 siguen refugiadas allí.

“Necesitamos medicinas. Muchos hospitales están destruidos. La gente no tiene nada, ni siquiera lo básico”, relataba Sor Nabila Saleh, en los primeros días de la guerra. “No nos iremos. Nos quedaremos con nuestra gente. Recen por nosotros. Que acabe esta locura”.

El 17 de julio de 2024, la parroquia fue alcanzada por un misil que causó tres muertos y quince heridos, entre ellos el párroco argentino Gabriel Romanelli.

“Han sido días muy duros”, relató el sacerdote en un video mensaje. “Aquí se alojan entre 500 y 600 personas: niños, ancianos y enfermos. Ver partir a quienes amamos es un dolor enorme. Pero seguimos firmes. No estamos solos: sentimos la cercanía del Papa y la solidaridad de quienes nos apoyan a través de ACN”.

Cisjordania y Jerusalén: el otro rostro de la crisis
El impacto de la guerra también golpea a Cisjordania y Jerusalén Este.
En Cisjordania, donde vivían unos 37.000 cristianos antes del conflicto, el miedo y la falta de trabajo se han extendido. “El 70% de los cristianos dependía del turismo, y hoy muchos han perdido su sustento”, explica George Akroush, colaborador local de ACN.

En Jerusalén Este, donde residen cerca de 10.000 cristianos, el 40% también trabajaba en el sector turístico. El cierre del país a peregrinos ha dejado a cientos de familias sin ingresos.

Dos años de ayuda constante
En estos dos años, ACN ha destinado más de 1,3 millones de euros a proyectos de emergencia y reconstrucción en Gaza, Cisjordania y Jerusalén. Entre ellos destacan:

Ayuda humanitaria de emergencia para familias cristianas en Gaza, Cisjordania y Jerusalén.
Creación de empleos para jóvenes sin trabajo.
Instalación de paneles solares en comunidades religiosas de Belén y Jerusalén.
Apoyo espiritual a jóvenes, familias y religiosos.
Reconstrucción y equipamiento de centros parroquiales y monasterios dañados.

Una llamada a no olvidar
Mientras el mundo espera un alto al fuego, la Iglesia en Tierra Santa continúa siendo testigo de esperanza en medio del dolor.

“El futuro es incierto, pero seguimos confiando en la oración y en la solidaridad de tantos que no nos abandonan”, dice el padre Romanelli.

ACN invita a todos a unirse en oración por la paz y a seguir sosteniendo a los cristianos que permanecen en su tierra, fieles a su misión de ser luz en medio de la oscuridad. Infórmate cómo puedes ayudar en www.acn-chile.org

Fuente: ACN Chile
Santiago, 07 de Octubre, 2025