La diócesis de Arica celebra el Día Nacional del Migrante y Refugiado: “migrar es un acto de fe”
La diócesis de Arica celebra el Día Nacional del Migrante y Refugiado: “migrar es un acto de fe”

En una jornada marcada por la fe, la esperanza y la fraternidad, la Diócesis de San Marcos de Arica conmemoró el Día Nacional del Migrante y Refugiado con una Eucaristía presidida por Monseñor Moisés Atisha, quien recordó que migrar es un acto de fe y un llamado a la acogida cristiana.

La Diócesis de San Marcos de Arica celebró el pasado sábado 6 de septiembre una emotiva Eucaristía con motivo del Día Nacional del Migrante y Refugiado. En la comunidad de la Capilla Peregrino de Emaús, administrada por los Padres Scalabrinianos, quienes desempeñan una labor fundamental al brindar acompañamiento y apoyo pastoral a los migrantes que residen en la diócesis.

Esta celebración fue presidida por el Obispo diocesano, Monseñor Moisés Atisha, quien en su homilía destacó el papel de la fe como una fuerza que sostiene y guía a quienes han debido dejar su tierra en busca de una vida más digna.

En el marco del Año Jubilar, esta misa se vivió como un momento especial de encuentro, oración y renovación del compromiso cristiano con quienes viven en condiciones de mayor vulnerabilidad. Monseñor Atisha recordó que la fe que acompaña al migrante no es solo un consuelo espiritual, sino una fuerza vital que les permite avanzar en medio de la incertidumbre, conservando su dignidad, sus raíces culturales y su vínculo con Dios.

El Obispo subrayó que migrar es, en sí mismo, un acto de fe. Una decisión valiente, muchas veces impulsada por la desesperación frente a la violencia, la pobreza o la persecución. Es un camino difícil que implica dejar atrás familia, cultura y hogar, con la esperanza de comenzar una nueva vida. En ese sentido, los migrantes se convierten en testimonios vivos de esperanza, resiliencia, solidaridad y fe.

Al finalizar su homilía, Monseñor Atisha nos invitó a una profunda reflexión, donde nos hace preguntarnos, “¿Estamos dispuestos a renunciar a la indiferencia, al prejuicio, al miedo y al egoísmo que nos impiden acoger al otro? ¿Podemos ver en cada migrante el rostro de Cristo peregrino?”.

Con estas palabras, nos recordó que más allá del origen o nacionalidad, cada migrante es un hermano en Cristo que desea caminar junto a nosotros, y que el Evangelio se hace vida cuando acogemos con amor y generosidad.

Tras la celebración eucarística, se invitó a todos los asistentes a participar de un momento de convivencia fraterna. En esta instancia, se invitó a los presentes a elevar una oración en acción de gracias por los 70 años del INCAMI, para posteriormente continuar con el compartir de deliciosas preparaciones típicas, en un ambiente de alegría, encuentro y fraternidad entre las distintas comunidades presentes.

Fuente: Comunicaciones Arica
Arica, 10 de Septiembre, 2025
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