Obispo de Valparaíso a un año del megaincendio: “El Estado tiene que pedir perdón”
Con mucho recogimiento, este fin de semana, comunidades diocesanas de Villa Dulce, El Olivar, Quilpué, Villa Alemana, Miraflores Alto, Villa Independencia, entre otras, celebraron Eucaristías, Liturgias y realizaron diferentes acciones conmemorativas al megaincendio sufrido hace un año atrás, en el cual 137 personas perdieron la vida y que, además, dejó un saldo de nueve mil hectáreas arrasadas y 16 mil damnificados.
En ese contexto,
Monseñor Jorge Patricio Vega Velasco svd, Obispo de la Diócesis de Valparaíso, presidió una Misa este domingo en la capilla Jesucristo Sacramentado, en Villa Independencia, sector que fue terriblemente afectado por la catástrofe.
En su homilía, el obispo enfatizó que
“como sociedad debemos pedir perdón porque no supimos filtrar a aquellas personas que se comprometieron a protegernos del fuego y finalmente fueron aceptadas por algunas de nuestras instituciones y provocaron esta tremenda desgracia. Pedirles perdón a los difuntos, a las familias, porque como sociedad, allí fallamos. Pedir perdón, también, como sociedad porque no hemos podido y no hemos sabido responder a aquellos que perdieron todo, sabemos que, a partir del Estado, el apoyo ha sido casi nada, lo vi en los carteles al ingreso del sector, ustedes sienten que el Estado les ha fallado y eso da rabia, porque estamos fallándoles a personas que verdaderamente lo necesitan. La sociedad tiene que pedir perdón, el Estado tiene que pedir perdón por esta gran falla que está teniendo, por no salir al encuentro de las necesidades de su pueblo. Y sí, da rabia también que se gasten sumas estratosféricas de dinero en comprar casas para museos y no se compren las casas que cada uno de los chilenos necesita, que han sido más afectados. ¿Cómo podemos gastar cifras considerables de dinero para comprar una casa para museo siendo que tenemos tantos hermanos, tantos compatriotas que están viviendo casi en un ruco? Tenemos que pedir perdón”.
Asimismo, llamó a rezar por las víctimas y sus familias, y por los culpables de provocar el megaincendio. En esa línea, también invitó a perdonarlos, sin dejar de lado la justicia. Además, Mons. Vega hizo un llamado a agradecer por todas las muestras de solidaridad que se hicieron patentes a partir de la emergencia, tanto de amigos, familiares, compañeros de trabajo, vecinos, organizaciones del país y del extranjero. Finalmente, hizo un llamado a los vecinos damnificados que iniciarán una huelga de hambre, a que cuiden su salud y el don de la vida.
“Me preocupa, porque la huelga de hambre uno no sabe en qué termina, puede afectar la salud. Ya tuvimos tantas personas que fallecieron, 137 muertos a lo menos, no podemos permitir que, por causa de la desidia de algunos, se nos enferme otro tanto, un grupo de ciudadanos, no podemos permitirlo, por eso les pido cuidado con esta medida”.
Llamado a las autoridades y reconstrucción de la capilla
Tras finalizar la Santa Misa,
el Pbro. Sergio Herrera, administrador parroquial de la parroquia La Asunción de la Virgen María, de Achupallas, realizó un balance de cómo ha sido el trabajo durante el año, destacando el apoyo de distintas organizaciones e instituciones de Educación Superior en materia de talleres de salud mental, espiritualidad y construcción. Además, hizo un llamado a las autoridades a dejar de lado las diferencias políticas y priorizar el apoyo a los damnificados.
“Queremos hacer un llamado a las autoridades, que puedan tomar toda esa responsabilidad y esa urgencia que merece la situación de nuestros vecinos en este tiempo, de modo que podamos encontrar todos juntos como sociedad los caminos necesarios para volver a levantarnos. Muchas veces en el mundo político estas soluciones se ven entorpecidas por posiciones políticas, ideológicas, por eso hoy hago un llamado a que podamos unirnos como hermanos, como sociedad, a dejar de lado todo aquello que muchas veces trunca el camino de la reconstrucción, de las soluciones para las familias y podamos poner en el centro a las personas que son las que verdaderamente importan en este tiempo y frente a cualquier tragedia”, enfatizó.
Finalmente, el sacerdote invitó a la comunidad a colaborar en la campaña “Villa Esperanza”, que busca recaudar fondos para reconstruir la capilla Jesucristo Sacramentado, a partir de un proyecto desarrollado en conjunto con Fundación “La Semilla” y Duoc UC. Para donar, se debe ingresar al sitio web https://villaesperanza.cl/
Grito de impotencia
El
Obispo Auxiliar de la Diócesis de Valparaíso, Monseñor Mario Salas Becerra, también se refirió al primer aniversario del megaincendio, tras acompañar pastoralmente durante este fin de semana a las comunidades de El Olivar y Villa Dulce.
“He sido testigo en estos días, en algunas de las celebraciones en que he estado participando, del dolor que todavía persiste en muchos familiares y de la impotencia que sienten también al ver que no se ha avanzado nada en la solución a los problemas como es una casa definitiva, me uno a esa impotencia porque no es sólo un tema de que no hay recursos para hacerlo, es un tema principalmente de gestión. Las cifras se han dado a conocer, son escandalosas”, expresó. Y agregó:
“El menaje en este día es a orar por los que murieron hace un año, también orar por las familias que aún lloran la pérdida de un ser querido y también ese grito de impotencia que percibí en algunas comunidades en estos días, nos unimos también a esa gente para que las autoridades respondan rápidamente, para que mejoren en gestión y muy pronto entreguen una solución definitiva a tantas familias que lo perdieron todo”.
Eucaristía en Capilla Nuestra Señora de Guadalupe, Quilpué
El sábado 1 de febrero, la comunidad de la Ciudad de El Sol celebró una Misa en la Capilla Nuestra Señora de Guadalupe, en Pompeya Sur, Quilpué, la cual fue presidida por Mons. Jorge Vega Velasco svd, y lo acompañaron el P. Carlos Suárez, P. Roberto Pinto, P. Pedro Pablo Ruiz Tagle, el Diácono Fernando Araya y el Diácono Leonardo Fernández.
Participaron de la Eucaristía la alcaldesa de Quilpué, Carolina Corti, los concejales Javier Cortés y Mónica Neira, miembros de la comunidad y vecinos.
Durante la Misa, familiares de las víctimas presentaron una rosa ante el Altar en memoria de sus seres queridos.
En su homilía,
Monseñor Jorge Vega expresó:
"En esos días nos preguntábamos ¿dónde estuvo Dios? No es fácil dar una respuesta. Dios se revela con el pasar de los días, meses, años. Muchos no nos hemos dado cuenta de cómo Dios se hizo presente, tal vez en hechos concretos como la solidaridad. Yo creo que Dios nos abrazó a cada uno de los que lloramos ese día. Y a aquellos que partieron en ese trágico día, Dios los recibió, los abrazó con mucha fuerza y los llevó al lugar que siempre les ha tenido preparado. Y a sus familiares también los abrazó y consoló, aunque no nos hayamos dado cuenta". Además, sostuvo que
"todavía el corazón está sangrando, pero es allí donde tenemos que poner nuestra confianza en Dios. Somos una nación resiliente, en los momentos difíciles no dejemos de poner nuestra confianza en Dios".
Asimismo, invitó a la comunidad a comenzar un proceso de perdón para con los culpables de la catástrofe:
"Perdonar no significa abandonar la justicia, sé que cuesta, pero tenemos que aprender a perdonar. Las grandes naciones pueden levantarse cuando saben perdonar".
La
alcaldesa de Quilpué, Carolina Corti, por su parte, destacó que
“agradecemos al Obispo de Valparaíso que hoy día se encuentra con nosotros, acompañando esta situación tan dolorosa y que ha sido de un arrastre gigantesco en lo emocional, en lo físico, en las pérdidas de vidas humanas y simplemente decir que necesitamos sentirnos acompañados, la comunidad necesita sentirse acompañada y que evidentemente la espiritualidad fortalece cualquier momento difícil o decisión, que Dios nos dé la fortaleza, la sabiduría para hacer lo mejor posible por quienes sufren hoy día”.
En tanto que el
Pbro. Carlos Suárez, administrador parroquial de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Quilpué, agradeció la presencia del obispo, de las autoridades locales y de la comunidad.
“Esta es una ocasión muy especial, con todos los sentimientos que brotan espontáneamente al recordar una tragedia como esta y la presencia del obispo en estos acontecimientos es una presencia que nos recuerda la voz del pastor que viene a consolar a sus ovejas y eso para nosotros es también un motivo de esperanza para seguir alentando a las personas, a la comunidad, a levantarse en este proceso. Como decía al final de la Misa, en este día que recordamos a La Candelaria, la Virgen que lleva en sus brazos la luz de Cristo, la luz que es de esperanza para nosotros, estas celebraciones nos ayudan a volver nuestra mirada Al que es el fundamento de nuestra esperanza, para levantarnos con alegría”, señaló.
Además, la
Hna. Carmen Gloria Hernández, encargada de la capilla, agregó que
“la Misa ha sido algo importante, significativo porque es un momento sanador en esta etapa que aún seguimos tratando de sanar nuestras heridas y qué más emotivo que volver a presentar al Señor nuestros difuntos, eso significa presentar todo nuestro dolor y la herida que de a poquito se va cerrando”.
Finalmente,
María Eugenia Díaz, integrante de la Pastoral de Comunicaciones de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, expresó que
“hoy día la comunidad de Pompeya de forma muy sentida y con mucho recogimiento, y de alguna manera en una instancia de reflexión ha querido venir a rendir este homenaje a esas personas que fallecieron en esta tragedia”. Y continuó:
“Las personas están todavía claramente acongojadas por este suceso, ha pasado un año, también claramente ha habido situaciones complejas desde el punto de vista de su reconstrucción, es difícil reconstruirse tanto material como espiritualmente luego de esa tragedia, por tanto, el que se desarrolle esta ceremonia conmemorativa de esa situación tan lamentable viene de alguna manera a poner un bálsamo a sus corazones”.
Fuente: Comunicaciones Valparaíso