En la ocasión, antes de finalizar la celebración eucarística, el Obispo de Osorno, Carlos Godoy Labraña, acompañado por quienes concelebraron; el Vicario General, padre Cristian Cárdenas Aguilar; padre Pedro Kliegel Stiller; el párroco de la parroquia Sagrada Familia de Río Negro, padre Miguel Molina Molina, y el párroco de la parroquia Sagrado Corazón, padre Patricio Sánchez Sánchez, además de los diáconos presentes, se dirigieron hasta la cripta del Primer Obispo de Osorno, para depositar un arreglo floral y hacer oración por su ejemplo misionero en tierra osornina.

Al momento de su homilía, el obispo Carlos Godoy Labraña, en el contexto de la celebración de la Fiesta de la Epifanía del Señor, destacó el significado de la estrella que marcó el lugar donde nació el Salvador del mundo; “Se trata de uno de los signos más significativos de la escena del Evangelio que hemos escuchado” (Mt 2, 1-12).

“La estrella se convierte en un signo que guía a los magos al lugar del nacimiento de Cristo. Ella se detiene en ese lugar y al verla los magos estallan de alegría, ´se llenan de una inmensa alegría´, dice el texto bíblico”, continuó su mensaje y explicó que “en realidad la estrella no tiene fuerza por sí misma, algo o alguien, la trae hacia sí. No es la estrella la que determina el destino del Niño, sino el Niño, quien guía a la Estrella”.

Aseguró entonces que “cada uno de nosotros puede ser estrella para otros”, la estrella que muestra la ternura de Dios “representada en el signo de un niño frágil, recién nacido, envuelto en pañales. La estrella, que es motivó de esperanza para otros especialmente para los más sencillos, así como sucedió con los pastores de Belén. Nuestro brillo y la dirección correcta que podamos tener, la encontramos en Jesús, factor decisivo de orientación”.

También dijo que la Iglesia “debiese ser siempre estrella para otros. Estrella en medio de las oscuridades que opacan el bien y la verdad. Estrella que brille con la belleza de la coherencia y la verdad”, y resaltó que una comunidad cristiana “debiese destacarse, y brillar por su solidaridad, su amor, su preocupación por los que más sufren, debiese también brillar por su manera de relacionarse entre sí. Una comunidad unida, cuyos miembros se quieren y respetan, que hablan bien de unos y de otros, esa comunidad puede llegar a ser luz para tantos que viven desencantados y tristes”.

Invitó además, a la asamblea a traer a la memoria a aquellas personas y comunidades que han sido estrellas para cada uno en la vida, y que les han guiado hacia Jesús, y les instó a darle gracias a Dios por ellos, y destacó que “una de nuestras estrellas históricas fue el Venerable Siervo de Dios, Francisco Valdés Subercaseaux, su ministerio brilló por su simpleza y austeridad, pero ante todo por su infatigable esfuerzo de llevar a todos un mensaje de paz y bien”.

“Misionero incansable con sus sandalias gastadas, caminando por campos, cordilleras y costas dando testimonio de aquel que brilló en su corazón a tan temprana edad. Desde muy temprana edad fue conquistado por el Señor, fue tocado por Jesús en su corazón. Que su ejemplo nos mueva a todos a seguir dando testimonio de Jesús en los distintos lugares donde vamos. No nos cansemos de llevar la Buena Nueva de Cristo, que es motivo de júbilo para quien la reciba y necesita”, añadió el obispo Carlos.

Enfatizó además que “misionando, es la forma más auténtica de ser iglesia en salida, que no se conforma con la protección de un espacio seguro, como puede ser un templo o una capilla, si no, la iglesia que no descansa hasta que el último de los seres humanos conozca, ame y siga a Jesús”.

Antes de finalizar su homilía, el pastor de la Diócesis de Osorno aprovechó la ocasión para pedir la bendición de la asamblea para los Misioneros Permanentes, quienes se encuentran misionando este sábado 4 y domingo 5 de enero en sectores de las parroquias Reina de los Mártires en población Maximiliano Kolbe, y en los alrededores de la parroquia San Bernardino de Quilacahuín, “sean estrellas y lleven a Cristo al corazón de los que encuentran por el camino”.

También destacó la misión de jóvenes estudiantes de la Universidad Católica de Chile, DUOC y algunos Colegios de Santiago como el San George, quienes están misionando en distintas comunidades de la Diócesis de Osorno: Purranque, Río Negro, Rupanco, “pidamos a Dios por esos misioneros que vienen a ayudarnos y a facilitar el paso de Dios en nuestras vidas”.

Fuente: Comunicaciones Osorno

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