En tradicional liturgia republicana, el Obispo de San Marcos de Arica, Mons. Moisés Atisha, presidió la ceremonia en la Iglesia Catedral con las más altas autoridades de la Región de Arica y Parinacota, más feligreses que se sumaron para agradecer a Dios por el aniversario n.214 de nuestra Patria. Haciendo posible una significativa celebración con sacerdotes, diáconos y religiosas presentes. En la ceremonia, el Obispo expresó su gratitud de poder ser parte de esta liturgia a todos los presentes que hoy hacen posible la tierra que celebramos, expresando que como “acto de fe en que la iglesia católica eleva su oración por aniversario patrio. Oramos juntos por todo lo que va realizando en nuestra historia, proyecto país”.
En ella, exhortó el prelado en su homilía qué haciendo “una mirada rápida a algunos acontecimientos nos indican como varios en medio nuestro se han alejado del honesto servicio a los ciudadanos y han ocupado sus oficios para servir a sí mismo, desprestigiando así el servicio público, a saber, cuanto daño hacen a nuestra patria el tráfico de influencias, la cultura del “pituto”, el olvido de valores fundamentales como la vida, la verdad, la justicia”, mirando la realidad que estamos pasando como país, pues “ante tantas situaciones de corrupción, crimen organizado, mal trato y abuso de los migrantes, la constatación y la certeza es que los que más sufren son justamente los que menos oportunidades tienen, se incrementa la pérdida del sentido de pertenencia y hace más difícil levantar la mirada para soñar con horizontes no sólo de menores condiciones materiales sino de mayor dignidad de cada uno”.
“Como Región, estamos siempre esperanzados en quienes vienen a prestar su servicio en los diversas cargos que el Estado necesita para proveernos de lo necesario. Este año, a través de las próximas elecciones, esperamos que los que resulten electos administren de modo eficiente aquello que nos pertenece a todos, donde nadie es dueño, sino solo administrador, que lo hagan con sentido de urgencia y de transparencia”, fueron las palabras que Monseñor expresó para quienes se tiran de candidatos frente a la realidad que estamos viviendo como sociedad; por lo mismo, aconsejó que “Por ello se precisa siempre, cultivar el espíritu de servicio, alejarnos de la vanidad del poder, e implorar las gracias de Dios, como se las permite a a quienes debían de guiar a su pueblo”.
Acertada por las autoridades fueron las palabras del Obispo, que con atención recibieron sus palabras que como tradición la Iglesia les dice a las autoridades desde la mirada cristiana en este contexto patrio, culminando sus palabras con inspiración en la voz de Dios a San Francisco, Monseñor expresó que “hoy se nos insta a construir una patria nueva, desde la conversión de las costumbres y criterios, con más sobriedad y ascesis, a dejar de lado los discursos y las buenas intenciones para pasar a la acción donde solidaridad y fraternidad nos hagan tender las manos a los hermanos”, de la que enfatizó el prelado que “solidaridad y fraternidad son las palabras que Dios quiere hacer resonar en medio de nuestra Región y Patria; son el alma de Chile y tenemos que sacarla del encierro y de la mezquindad de proyectos pequeños de unos pocos”
“Nuestra oración siempre debe apuntar a buscar los sueños de nuestra vida, pero también y en concordancia con los sueños de Dios para nosotros, él quiere que toda su obra creada mantenga la dignidad con la que fue hecha, sobre todo el hombre, que ha sido hecho a su semejanza. El mejor crecimiento y bienestar de nuestra Región se experimentará al tomar todas las medidas que la desarrolle, todo debe ser sincronizado y armónico, el estudio, la profesión, el trabajo, la casa, la salud, el medio ambiente, etc., todo debe integrarse y estar en equilibrio, para que en nuestro propio sentir y el de la ciudadanía, no quede la sensación de amargura por promesas incumplidas”, fueron sus últimas exhortaciones expresadas en el Te Deum de este año.
Entre las Oraciones Universales, tomando las realidades que se viven en nuestro tiempo, se fueron elevando cada una de ellas con fuerte sentido por el bienestar de nuestro país, rezando por quienes hemos nacido en estas tierras y además por quienes han venido de otras latitudes para conformar el Chile que todos deseamos, pues hoy damos gracias a Dios por este aniversario con el Chile que somos y tenemos. Sin dejar fuera de rezar por nuestras autoridades, para que se vean siempre iluminados por el Espíritu Santo.
No quedó fuera el tradicional pie de cueca, ofrecido primeramente a la Virgen María, madre y reina de esta patria nuestra y después un esquinazo delante de todos los presentes. Significativo momento en que sale a relucir nuestro baile nacional, como signo emblemático de nuestra acción de gracias. Culminando por el Himno de nuestra nación, coreado por todos los presentes. Así, Monseñor Moisés Atisha con las autoridades se fueron a la parada militar que la ciudad de Arica ofrece a los pies del Morro en honor a nuestra Patria.
Fuente: Departamento de Comunicaciones San Marcos de Arica