Como un faro de esperanza que ilumina los caminos de miles, la Legión de María celebró 103 años de servicio a la comunidad con manos cargadas de fe y corazones llenos de compasión en todo el mundo.
Desde el templo Catedral de La Serena, el arzobispo Mons. René Rebolledo Salinas presidió la santa Misa, un momento de profunda espiritualidad y comunión donde los fieles se unieron en oración para agradecer el legado de la Legión de María.
El arzobispo durante su homilía y luego de reflexionar sobre los textos bíblicos del día, destacó el valioso aporte de cada uno de los legionarios que, con su entrega, llevan el mensaje de esperanza y solidaridad a los rincones más necesitados.
Entre oraciones y cánticos, la feligresía escuchó el llamado a renovar el compromiso con los más necesitados, a seguir los pasos de los legionarios y a construir una comunidad más justa y fraterna. “Que el ejemplo de estos hombres y mujeres de fe nos impulse a servir a nuestros hermanos con amor y desprendimiento”, reflexionó el arzobispo.
Representantes de la Legión de María en la Arquidiócesis, en medio de alabanzas, agradecieron al Señor por permitirles sembrar semillas de amor y esperanza, convirtiéndose en un bálsamo para las almas y un apoyo incondicional para los más necesitados. Y es que, su legado es un testimonio elocuente de que, incluso en los momentos más difíciles, la solidaridad humana puede hacer la diferencia.
Posterior a la Eucaristía, en un compartir fraterno dentro del salón del Arzobispado de La Serena, los legionarios expresaron sus vivencias y experiencias a lo largo de su servicio. Así, el asesor espiritual de la Legión de María Arquidiocesana, Pbro. José Luis Flores, agradeció a todos los miembros de la Legión en la Arquidiócesis de La Serena por su dedicación en la oración, el servicio al prójimo y el apoyo a la parroquia. “Al celebrar el 103 aniversario de la Legión de María, los invito a renovar nuestro compromiso apostólico, siguiendo el llamado del Papa Francisco a ser apóstoles en el mundo actual y transmitir la alegría del Evangelio”, indicó.
Como parte de esta hermosa legión, Claudina Codoceo mencionó el amor con el que trabaja por nuestra Madre Santísima: “Agradecida a mi mamita, que me dejó acá, trabajando con nuestras hermanitas, que siempre están dispuestas a ayudar. Fue una hermosa celebración con todas nuestras hermanas legionarias, hermanos legionarios. Lo más hermoso que he vivido hoy”.
Entre las experiencias compartidas, destaca también la de Rosa Emad, legionaria de la Capilla de Bellavista, para quien la hermosa Eucaristía resalta la belleza de la Palabra proclamada y el valioso tiempo compartido con otras legionarias, sintiendo la presencia de Jesucristo y de la Virgen María en el templo.
Susana Astudillo, de la Oficialidad de La Serena, manifestó su felicidad por la celebración. “Soy bendecida de seguir adelante a servicio del Señor y de la Virgen Santísima, nuestra madre, nuestra Generala”.
Con este homenaje, se ratifica que la Legión de María sigue siendo un faro de luz en medio de la oscuridad, un legado de amor que trasciende generaciones.
Fuente: Comunicaciones La Serena