Gran alegría se vivió en esta misa de envío, en la que se hicieron presentes gran parte de la comunidad y diversos representantes de diversas parroquias de la Zona Costa de nuestra Diócesis de Talca. Tras la lectura del evangelio, el padre Hernán Vergara, párroco de La Huerta del Mataquito y Hualañé, presentó a las futuras ministras destacando que los consejos de ambas parroquias habían respondido con convicción a este llamado de la Iglesia.
“En julio aquí en nuestra zona florecen los aromos, signo de una Iglesia que se llena de esperanza, de alegría y de solidaridad. Las conozco muy de cerca, he compartido la vida misionera, la vida sacramental y, con muchas de ellas, el pan fraterno en la mesa. Y recordarles la invitación que me hace el pastor, encontrarán siempre en mí un fiel apoyo en el camino para recorrer y todo lo que tenemos por superar”.
Seguidamente, nuestro obispo aseveró que empezar con el envío de mujeres al ministerio era todo un hito, tal como había ocurrido con los varones hace ya 50 años: “La presencia del ministro ha ayudado a activar la vida de comunidades, en especial en lugares donde el sacerdote corre de un lado para otro por sus actividades. En ese sentido pareciera que es eso, pero es más que eso. El ministro y la ministra tienen una experiencia de la vida distinta. Tienen una cercanía con la vida de la comunidad. Y, de hecho, parte de las cosas que se señalan mucho para el ministro o la ministra hoy día es que sea alguien de la comunidad y que sea avalado, reconocido, querido por esa comunidad”.
Importancia de la mujer en la Iglesia
“En la vida de la Iglesia hace rato que en las comunidades las mujeres ‘la llevan’. Entramos en la alegría de abrir este espacio en un tiempo en que también como sociedad hemos ido madurando un trato correcto respecto de la mujer, superando siglos de machismo. Y en la Iglesia también nos preguntábamos cómo crecer y hacer una Iglesia que reconociera ese rol tan preponderante e importante de las mujeres”, dijo el padre Galo.
“Es cierto que Jesús entre los doce apóstoles los escogió solo varones, pero entre sus discípulos tenía hombres y mujeres (…) en rigor toda la comunidad tenemos que ser parte de los discípulos enviados. Y creo que la riqueza del ministerio enviado quiere expresar que todos los laicos y laicas tienen una misión, la de propagar el evangelio, de hacer presente el amor de Dios, su Palabra, de acompañar la vida de la familia compartiendo el tesoro que hemos recibido”, enfatizó el obispo de Talca.
Después de la homilía vino el momento del envío de estas ministras que pertenecen a los sectores El Cristo, El Corazón, La Huerta y Hualañé. Sus familiares les colocaron las esclavinas como signo externo de este servicio. Además, les fueron entregados las sagradas Escrituras y el porta viático para llevar a Jesús sacramentado.
Al finalizar el momento de la comunión, se le hizo entrega de unos obsequios a Gabriela, Juana, Rosa María, Silvia y Susana, por parte del diácono permanente Claudio Morales a nombre de la escuela formativa de Ministros Enviados. De igual modo, la alcaldesa de Hualañé, Carolina Muñoz, a nombre de la comuna entregó regalos a las nuevas Ministras Enviadas. Y no faltaron los ramilletes de flores para cada una de ellas.
Este día de fiesta para la Zona Costa finalizó con un gran aplauso de los presentes para las Ministras Enviadas de La Huerta del Mataquito y Hualañé, quienes recibieron el cariño de sus esposos, hijos, hijas, amigos y la comunidad.
Fuente: Comunicaciones Talca