En la Iglesia Catedral San Juan Bautista de Calama se celebró este 23 de marzo el solemne Te Deum con el que autoridades, comunidad y fieles dieron gracias a Dios por las bendiciones abundantes que derrama a este territorio y su gente.
Monseñor Tomás Carrasco Cortés fue el encargado de presidir la celebración en la que fue acompañado del párroco del lugar, presbítero José Luis Plaza entre otros sacerdotes de la diócesis, junto a las principales autoridades civiles de la provincia El Loa, autoridades militares, de orden y seguridad, además de a representantes de distintas reparticiones públicas, estudiantes y fieles de la comuna.
En el mensaje del Obispo Tomás Carrasco Cortés que por primera vez le corresponde encabezar esta celebración desde que ejerce su ministerio episcopal en la zona, destacó la importancia de la unidad y la colaboración para enfrentar los desafíos y construir una mejor Calama. Expresando gratitud por los 145 años de la ciudad llamando a preservar su legado.
El Pastor enfatizó en la necesidad de trabajar juntos para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes, especialmente aquellos en situaciones vulnerables, “Si miramos nuestra ciudad, al hacerlo es imposible no mirar desde ella, nuestra provincia del Loa, son ciertamente grandes los desafíos que tenemos por delante; salud, seguridad ciudadana que tanta falta nos hace, aumento del consumo de droga en nuestra ciudad y no lo podemos negar, necesitamos hoy día también mirar el medioambiente, preocuparnos juntos por su cuidado, la limpieza, el orden. A ello se suma el crecimiento de las tomas o campamentos, que sin duda afecta a un importante número de hermanos nuestros, familias, niños y jóvenes que son parte también de esta hermosa ciudad".
Agregó Monseñor Carrasco que son muchos los que han trabajado y muchos los que trabajan hoy día por mejorar la calidad de vida de Calama, por darle seguridad, por hacer que estos desafíos cada día sean menores. “Por eso hoy día unidos tenemos que afrontar estos desafíos que apuntan a un mismo objetivo, la defensa y la promoción de la dignidad de la persona humana, creada imagen y semejanza de Dios, con especial énfasis en los niños, las mujeres, los jóvenes, los ancianos, los enfermos, los pobres y también los que están en las adicciones”.
Además, resaltó la importancia de promover valores éticos y morales, así como la necesidad de una adecuada atención a los jóvenes, “a la par de este trabajo por alcanzar el bienestar material, debe ir una adecuada formación ética y moral, donde las personas y la promoción de iniciativas que tutelen y sostengan los valores e instituciones fundamentales de la sociedad sean realmente vigiladas. Y también me refiero aquí que juntos vigilemos para que nuestras familias permanezcan siempre como un centro en Calama. La centralidad en que las familias, donde se viven, donde se conservan los valores humanos, pero también la identidad cristiana que ha caracterizado esta ciudad”.
En este mismo sentido reflexionó, ¿Cómo no nos alegramos al recordar la identidad cristiana? La iglesia más antigua de Chile está en la comuna de Calama, San Francisco de Chiu Chiu. ¿Cómo no vamos a ser orgullosos de que esta historia se ha forjado a los pies de Jesucristo, con la mirada de un Dios que no nos deja solos, con un Dios que es nuestro Dios y que hoy día Él seguirá construyendo esta ciudad?
El obispo manifestó que apremia también una adecuada atención a los jóvenes, mostrándoles y testimoniándoles altos ideales humanos y espirituales, como el compromiso altruista, el respeto de la verdad, la honestidad, el trabajo, el servicio, la solidaridad, la caridad, entre otros tantos valores que tenemos que promover entre ellos.
Más adelante el pastor insistió en que ctanto autoridades como ciudadanos, tienen responsabilidad en la construcción de la ciudad que desean, “si hoy estamos aquí reunidos, no es para felicitarnos pensando que vivimos en un oasis. Es para orar por nuestra ciudad de Calama, que mucho se está haciendo, pero que aún falta demasiado. Hemos venido hasta esta catedral como creyentes a orar juntos, a pedirle al Señor que nos ilumine para ver las necesidades, que nos guíe, nos fortalezca como miembros de una ciudad, que nos acoge y nos abraza, que es nuestra, que es la Calama de todos”, cerró.
Fuente: Comunicaciones Calama