Encuentro efectuado la mañana del sábado 25 de noviembre, en el Instituto Blas Cañas y que tuvo como objetivo reflexionar y discernir respecto de los grandes temas que interpelan el quehacer pastoral, reconociendo las nuevas realidades y rostros por los cuales estamos llamados a trabajar en el Chile de hoy.
Esta jornada fue organizada por la Vicaría de Pastoral del Arzobispado de Santiago y contó con la participación de los representantes laicos y laicas de los distintos decanatos, los Decanos, representantes de los diversos organismos del Arzobispado y vicarías, colegios, instituciones de educación y movimientos entre otros representantes de la arquidiócesis.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del Cardenal Celestino Aós, Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Santiago, quien señaló que: “Mucho se ha escrito y se ha hablado sobre el discernimiento, el Papa Francisco nos ha enseñado cómo hay que hacer para una buena elección a la que se aboca el discernimiento, porque el discernimiento no es un ejercicio intelectual de buscar las situaciones sociales, sino para tomar una determinación, una elección y para ello el Papa nos dice que se necesita inteligencia, habilidad y voluntad. El discernimiento es un acto importante que concierne a todos porque las elecciones son una parte esencial de la vida. Un buen discernimiento se conoce porque produce paz y alegría, en una decisión correcta se encuentra la voluntad de Dios con nuestra voluntad. Durante este mes cuando miramos a la Vírgen María, “Madre del buen consejo”, “Madre del discernimiento”, constatamos esto” indicó el Cardenal, manifestando que espera que esta Jornada de reflexión, sea una mirada desde la fe, desde de poner a Cristo en primer lugar.
Para contextualizar y dar algunas herramientas que permitieron el trabajo de los asistentes, se contó con tres especiales momentos. En primer lugar, la socióloga de la UC, Maureen Neckelmann, expuso sobre las “Tendencias socioculturales en el Chile actual”. Luego fue el turno de Gabriela Herrera, religiosa de la Corporación Dolores Sopeña y representante de la Vicaría del Maipo, quien expuso sobre “Contemplar la realidad” y el trabajo que realizan con el campamento “Milla Antu”. Finalmente, el P. Benjamin Ossandón, de la parroquia San José Obrero, Director de la PANAD, presentó su ponencia sobre: “Nadie menos por la droga”, los nuevos rostros de la exclusión del país.
Con la entrega de todos estos elementos, los participantes trabajaron en grupo respondiendo sobre : ¿Qué acciones o experiencias de Fe hemos realizado en nuestras comunidades para responder a nuestro contexto? Las respuestas, fueron escritas en unas huellas que cada grupo fue poniendo en un camino común, quedando estampadas palabras como: Compromiso, escucha, acogida, encuentro, acción fraterna y solidaridad, entre muchas otras que fueron iluminadas por la luz de las velas que ayudaron a reconocer con esperanza las luces y sombras, la realidad nueva en la que estamos llamados a ser Testigos de la Esperanza Cristiana.
El lugar de la Iglesia de Santiago hoy
En tanto, el vicario Pastoral de la Arquidiócesis,+Álvaro Chordi, presentó su ponencia basada en tres palabras: “Memoria, Presencia y Profecía”. En su exposición destacó como la Iglesia ha sido capaz de situarse en el signo de cada tiempo, de cada época, donde ha sido y es una Iglesia viva con Cristo presente en cada uno de los hechos de la historia, desde los primeros tiempos de la colonia y en cada momento ha debido adaptarse a los signos de los tiempos: “Nuestra Pastoral está muy afectada por la dinámica de vida de la gran ciudad, con una sociedad desvinculada, desordenada e insegura en la que crece la desconfianza, el enfrentamiento y la polarización. Se constata la pérdida de la buena vecindad y acciones solidarias, donde emerge con fuerza la violencia y narco cultura que ha modificado nuestras labores pastorales. Estamos llamados entonces a promover una pastoral que se adapte a los territorios urbanos, con flexibilidad y pertinencia, con mayor presencia en centro comerciales, el metro, condominios, campamentos, en la religiosidad popular y juvenil”, culminó.
Con ello, se procedió a un nuevo momento de trabajos en grupo en el que invitó a recoger ¿Qué desafíos pastorales surgen en el horizonte de la evangelización de las personas que habitan nuestra ciudad?, las reflexiones obtenidas, seguirán siendo trabajadas hasta el término de este año.
Consultadas sobre su participación en esta Jornada, Lissette Seguel, de la parroquia Beato Pietro Bonilli de Puente Alto, señaló que: “Me ayuda mucho escuchar todo lo que se ha presentado esta mañana, conocer lo que hacen en otras parroquias y sobre todo aprender de las realidades que se viven en el país, los diferentes rostros de la pobreza por los cuales donamos nuestro trabajo cada día en el amor por Cristo. Todo ello, lo llevaré hasta mi casa, para vivirlo con mis hijos, mi familia y con la comunidad de mi parroquia”.
En tanto, la joven Bernadita San Martín, representante de la vicaría para la Educación, animadora en la Escuela de Líderes Secundarios, expresó que: “Es muy bonito ver que también hay otras áreas donde se busca trabajar por el bien común, por esta nueva mirada de la fe, a través del servir y del acompañar. Espero que participar de instancias como esta, permita que yo pueda entregar una mirada fresca al quehacer de nuestra Iglesia. Yo creo que tenemos que tener una iglesia abierta, que recibamos, que acojamos sin mirar, sin juzgar, sin tener prejuicios antes de conocer, abrirnos, ser una comunidad nueva, cómoda, segura, para todas las personas, sea cualquiera su raza, su ideología, su orientación, que todas las personas sean bienvenidas”.
El encuentro concluyó con una oración de envío, a la espera de presentar los frutos de este caminar conjunto al nuevo Arzobispo de Santiago, Mons. Fernando Chomalí, en enero del 2024.
Fuente: www.iglesiadesantiago.cl