Mancomunado Mes de la Solidaridad en Parroquia San Francisco de Asís de Concepción
Este Mes de la Solidaridad no ha sido la excepción y al alero de la parroquia San Francisco de Asís, asisten a decenas de personas vulnerables y, en este mes en especial, sus voluntarias han dedicado su tiempo y recursos para hacer algo distinto por cada uno de ellos.
De lunes a viernes y con un voluntariado de 17 personas, el Comedor Teresa de Calcuta se entrega de lleno a la ayuda fraterna. Así lo detalla Tatiana Godoy, su Coordinadora, quien además nos cuenta que cada día son tres personas las que le ponen todo el empeño del mundo para sacar adelante esta hermosa obra. “Gracias a Dios, hemos tenido mucho apoyo de todos los párrocos que han pasado por acá, y actualmente, el Hermano Claudio Salgado ha estado muy presente en esta obra”, precisa.
Dios en medio de los pobres
En tiempos de pandemia, explica Tatiana, a pesar de que el comedor estuvo cerrado, y junto con eso, ella enfermó delicadamente, así y todo y con la ayuda del párroco anterior, el Hermano Fernando Candia, ofm, cocinaron y entregaron colaciones. “Yo me vestía como astronauta en la puerta. Fue algo impresionante como estaban las personas esperando su comida calentita. Eran niños, mujeres, hombres, abuelitos y nuestros corazones quedaron maravillados con tanto amor por ellos”, recuerda.
“Cuando estaba en cama y me servía un café o mi almuerzo y pensaba que ellos no tenían nada, eso me dio la fuerza para salir a entregar la ayuda junto con nuestra parroquia. No hay palabras para describir esos momentos. Dios es maravilloso y ahora con el Hermano Claudio pasa lo mismo, ya que el inició un proyecto con el comedor para dejarlo hermoso y muy dignó para nuestros hermanos”, lugar que en este Mes de la Solidaridad brilló y entregó dignidad a todos sus usuarios, por medios de actividades distintas y muy particulares.
La primera, fue un trabajo en conjunto con el Colegio Inmaculada Concepción, donde realizaron una gran completada para todos sus usuarios. La segunda, fue con el Colegio Santa Luisa (quienes dos veces al mes ayudan en la cocina del comedor) donde prepararon un rico pollo asado para las personas en situación de calle.
Por último, Tatiana Godoy, Coordinadora del Comedor Teresa de Calcuta, destaca que la Pastoral Social, también juega un rol esencial en otros aspectos. “Ellos se preocupan de dar vestuario siempre para cada ocasión importante como el cumpleaños del comedor (4 de abril), para las Fiestas Patrias, Navidad y Año Nuevo”, destacando el trabajo en conjunto con la comunidad y el Arzobispado de Concepción”, agradece.
La alegría de servir
Doralisa Alvarado, Coordinadora de la Pastoral Social de la parroquia San Francisco de Asís de Concepción, enfatiza en la gran labor del Comedor Teresa de Calcuta, al cual como ella lo define, “le han puesto mayor énfasis este año”, donde relata, que se entregan alrededor de 50 almuerzos de lunes a viernes a hermanos en situación calle y también a familias que están en una situación de necesidad y que van en busca de un plato de comida.
Para este Mes de la Solidaridad, la Pastoral Social está llevando a cabo una campaña que consiste en una colecta en dinero y que se desarrolla al término de las misas de los sábados y domingos. “La finalidad de la colecta es para comprar carne, pollo, longaniza y verduras, que es lo que habitualmente más escasea en nuestro comedor”, enfatiza Doralisa.
También, Doralisa nos cuenta con orgullo, que el 18 de agosto, Día de la Solidaridad, y gracias al aporte de todas las comunidades de la parroquia y de familias generosas -que aportaron con carne y torta- pudieron realizar un almuerzo fraterno, “que dejó muy contentos, felices y agradecidos, tanto a quienes recibieron el almuerzo, como también a quienes lo prepararon con cariño y generosidad. Además, ese mismo día, la Pastoral Social hizo entrega de ropa a través del ropero fraterno”, valoró.
Para Doralisa Alvarado, Coordinadora de la Pastoral Social de la parroquia San Francisco de Asís de Concepción, este Mes de la Solidaridad la ha dejado muy agradecida, “porque como dijo el padre Alberto hurtado, “contento Señor contento”, de ver como los hermanos de la comunidad parroquial se han ido sensibilizando y haciendo participe de esta hermosa obra que es nuestro comedor”.
Finalmente, no deja de subrayar la inmensa generosidad y solidaridad con la que todos han ayudado en esta campaña. “También agradecida de nuestro párroco Hermano Claudio Salgado, quien ha sido un pilar fundamental en esta misión ayudándonos a sensibilizar a los hermanos en las misas y a visibilizar a través de las redes sociales, para dar a conocer esta gran obra que nos ha regalado nuestro padre Dios”, precisó al cierre.
Gracias a todos y todas
El Hermano Claudio Salgado, ofm, párroco de San Francisco, también cree que este Mes de la Solidaridad ha sido una gracia para toda la comunidad y para quienes han prestado su apoyo. “También en este mes hemos iniciado una formación para toda la Pastoral Social que tiene que ver en el sentido de qué es lo que a ellas les mueve a realizar este servicio en el comedor, desde los valores cristianos y luego, todo el tema de las relaciones humanas y finalmente, analizar el tema de la relación con las personas que vienen al comedor”, detalló.
Ese escenario, le permite al Hermano Claudio describir este mes como algo muy satisfactorio con relación al servicio solidario. “Mi sentir sobre el comedor y de todo el sentido solidario, es especialmente de gratitud a las voluntarias y a toda la Pastoral Social, siempre desde el espíritu de nuestro hermano Francisco y el espíritu de la madre Teresa de Calcuta, ejemplos que nos mueven, nos animan y nos mueven especialmente a que este servicio brote desde el encuentro con el Señor; Él que se hace servidor, que se hace cercano, que tiene esta opción preferencial por los más pobres”, exhortó.
En esa línea, el Hermano Claudio Salgado, ofm, párroco de San Francisco siente que hoy en día, con mayor fuerza los pobres deben seguir siendo los predilectos del Señor y “también deben ser los predilectos de nosotros y debemos brindarle nuestra atención, así que solo queda agradecer por sobre todo, la generosidad de las voluntarias y voluntarios, de todas las que colaboran en la Pastoral Social y sin duda, agradecer a todas las personas bienhechoras, porque si bien es cierto el comedor funciona gracias a que hay personas sensibles, solidarias y que se conmueven frente a los necesitados, también es justo agradecer a todos ellos sus aporte”, concluyó.
Fuente: Por Enrique Astudillo Baeza, periodista. Comunicaciones Franciscanos Chile