La comunidad Carmelitana de Pilauco, acompañada por familiares y amistades, además de fieles y devotos de la Patrona de nuestro país, hicieron oración y cantaron en la Santa Misa que presidió esta mañana el padre Cristian Cárdenas Aguilar, Administrador Diocesano.
En la oportunidad, el diácono Juan Carlos Pulgar entregó a cada una de las personas presentes, un escapulario que las mismas monjas de claustro confeccionaron para compartirlos en el día dedicado a Nuestra Señora del Carmen, al finalizar la Santa Misa.
El pastor de la Iglesia osornina explicó que dicho signo, es un trozo de género, “como un manto que nos protege, y el cual nos colocamos. Por eso tiene una parte que va hacia adelante y otra hacia atrás donde pedimos el auxilio y la protección de la Virgen del Carmen y del Sagrado Corazón de Jesús”.
Agregó que “ahí nos consagramos y le pedimos al Señor que ellos siempre anden con nosotros, y que nuestro caminar sea siempre para Gloria de Dios”. Inmediatamente después se acercó a los fieles, quienes, con el escapulario levantado en sus manos, recibieron la bendición con el agua bendita que asperjó el sacerdote.
Homilía del Administrador Diocesano
Por otra parte, al iniciar su homilía, el padre Cristian se dirigió a la comunidad de Carmelitas Descalzas: “nos alegramos todos en este día hermanas en esta solemnidad de Nuestra Señora del Carmen, un abrazo a cada una de ustedes, que el Señor les bendiga, y las acompañamos también con nuestra oración, y sobre todo dando gracias por lo que Él ha ido realizando”.
En su mensaje a la asamblea señaló que el Monasterio Santa María de la Unidad es el pequeño pulmón espiritual “que está presente en nuestra diócesis, que nos oxigena con su oración, con su entrega, con la vocación que han recibido las hermanas, y nos da siempre esperanza”.
La esperanza, agregó el padre, es que “Dios siempre camina junto a nosotros y que se va manifestando en nuestra vida, y ese caminar junto a nosotros ha pasado a ser algo tan íntimo que ha tomado a María, nuestra Madre para que, a través de ella nos trajera la presencia de su Hijo, la presencia divina y entre nosotros, estuviera Dios”.
“Pidamos al Señor que, en esta fiesta, en este día, cada uno de nosotros seamos instrumentos para unirnos más con Jesús, para unir a otros, para que la Virgen nos conceda los dones de la paz para nuestra patria, la justicia, el perfeccionar la solidaridad, y sobre todo la presencia de Dios. Nos conceda ser solidarios en el anuncio del Evangelio que está en nuestros corazones y que es motivo de alegría para todos, y lo podamos compartir en el mundo y en la vida cotidiana”, finalizó.
Fuente: Comunicaciones Osorno