Al mismo tiempo, invita a la propia Iglesia a “ser ejemplo”: tanto en transparencia, para “sacarlos a la luz”; como en “acciones concretas para reparar los horrores que han sufrido las víctimas y evitar que se repitan”; y en ofrecer “espacios seguros para escuchar a las víctimas, acompañarlas psicológicamente y protegerlas”.
El Vídeo que acompaña sus palabras, realizado por la Red Mundial de Oración del Papa, con la colaboración de Vatican Media, es un relato de fuerte contenido simbólico, que juega con la comparación entre la luz y la oscuridad, que narra la singularidad de cada vida y el profundo sufrimiento causado por la violencia padecida.
“Ante los abusos, especialmente los cometidos por miembros de la Iglesia, no basta pedir perdón. Pedir perdón es necesario, pero no basta. Pedir perdón es bueno para las víctimas, pero son ellas las que tienen que estar “en el centro” de todo. Su dolor, sus daños psicológicos pueden empezar a sanar si encuentran respuestas; acciones concretas para reparar los horrores que han sufrido y prevenir que no se repitan.
La Iglesia no puede tratar de esconder la tragedia de los abusos, sean del tipo que sean. Tampoco cuando los abusos se dan en las familias, en los clubs, en otro tipo de instituciones. La Iglesia tiene que ser un ejemplo para ayudar a resolverlos, sacarlos a la luz en la sociedad y en las familias. Es la Iglesia la que tiene que ofrecer espacios seguros para escuchar a las víctimas, acompañarlas psicológicamente y protegerlas.
Oremos por los que sufren a causa del mal recibido por parte de los miembros de la comunidad eclesial: para que encuentren en la misma Iglesia una respuesta concreta a su dolor y a su sufrimiento”.
Flores, luz, reanudación de la vida
Desde la Red Mundial de Oración del Papa comentan que la preocupación de Francisco por las víctimas y su llamamiento a sacar a la luz los abusos van acompañados, este mes, de un video de animación que la institución ha realizado junto al artista italiano Hermes Mangialardo.
“Se trata -se lee en un comunicado- de una historia con un fuerte contenido simbólico, que juega con la comparación entre la luz y la oscuridad, que habla de la singularidad de cada vida y del profundo sufrimiento causado por la violencia padecida”.
La oración abre el corazón, permite escuchar y ver
El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó que “en el Evangelio, Jesús, hablando desde lo más profundo de su corazón, dice: ‘Pero el que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al fondo del mar’ (Mt 18, 6-7).
“El sufrimiento de Jesús ante lo intolerable. Es difícil -manifiesta el jesuita- encontrar palabras ante la aberración. ‘Cuando experimentamos la desolación causada por estas heridas eclesiales, con María nos conviene dar más tiempo a la oración (San Ignacio de Loyola, Ejercicios espirituales, 319)’ recuerda el Papa Francisco en su ‘Carta al Pueblo de Dios’ (2018)”.
“El Papa -continúa el sacerdote- deseó que la Iglesia católica rece durante todo el mes de marzo por las víctimas de abusos de poder y de conciencia, y de abusos sexuales, para ‘despertar nuestra conciencia, solidaridad y compromiso con una cultura de la protección’ y luchar con determinación contra todo tipo y forma de abuso”. “Este espacio de oración -añade- puede llevar a reflexionar sobre las causas estructurales e ideológicas que han producido estos abusos y su invisibilización. La oración abre el corazón, permite escuchar y ver, y lleva a actuar contra estos crímenes que desfiguran el Evangelio de Jesucristo y el rostro de la Iglesia, para que podamos encontrar, como expresa la intención de oración del Papa, respuestas concretas al dolor y al sufrimiento de las víctimas”.
Fuente: Red Mundial de Oración del Papa -
Vatican News