Un llamado a fundar la política migratoria en la centralidad de la persona humana formuló Mons. Enrique Troncoso, Obispo Presidente del Instituto Católico Chileno de Migración, en su mensaje con ocasión del Día del Migrante, que la Iglesia celebra este domingo 7 de septiembre.
El Obispo plantea que la necesaria regulación de los flujos migratorios ha de definirse e implementarse con espíritu de generosidad y solidaridad, porque “el criterio para determinar el límite de soportabilidad no puede ser la simple defensa del propio bienestar, descuidando las necesidades reales de quienes tristemente se ven obligados a solicitar hospitalidad en nuestro país”.
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