Con Retiro Anual Clero de La Serena se prepara para los desafíos pastorales del 2022
Hasta el Pontificio Seminario Mayor “San Rafael” de Valparaíso, se trasladó el clero de la Arquidiócesis de La Serena, con motivo de vivir -desde el lunes 7 al viernes 11 de marzo- el
Retiro Anual 2022.
En la ocasión, las reflexiones estuvieron a cargo del sacerdote jesuita, P. Dagoberto Lagos, quien se centró “en la oración Ignaciana de los ejercicios espirituales, que pone mucho énfasis en el
encuentro personal del orante con Dios. Hemos estado rezando con el Evangelio de Lucas, escogiendo ciertos pasajes para reflexionarlos en clave personal, cuyo título se desprende del mismo texto:
Hoy ha llegado la salvación a esta casa”.
Preparar el camino en sinodalidad
El P. Dagoberto, además, explicó que estos ejercicios espirituales ayudarán en el proceso sinodal que vivirá la Arquidiócesis. “Rezamos el Evangelio de la multiplicación de los panes y los peces, que justamente habla de cómo la experiencia de Dios hace que las distintas comunidades compartieran lo que traían y se produjera el milagro. Entonces creo que ahí está el desafío, que los mismos sacerdotes venían expresando, de una
mejor y mayor solidaridad entre las comunidades, como también mayor encuentro y sobre todo después de un tiempo difícil, producto de la pandemia, que nos ha tenido a todos más bien disgregados”, manifestó.
Luego de la semana de reflexión, el P. José Luis Flores, Vicario de Pastoral, mencionó que el retiro “es un encuentro con uno mismo, un tiempo para estar con el Señor y de fraternidad sacerdotal. He apreciado que el predicador, de una manera didáctica, nos ha invitado a encontrarnos con Dios y a
buscar caminos juntos, en este desafío que tenemos de construir la Iglesia de la sinodalidad, lo que se efectúa con pequeños gestos, siguiendo el ejemplo de Jesús”.
En tanto, el P. Alberto Zambrana, Rector del Seminario Mayor “Santo Cura de Ars”, sostuvo que la jornada les ayuda “a renovar nuestra vocación y llamada, volver a discernir como Dios va pasando por nuestras vidas.
Hacer esa memoria agradecida de como Él se ha ido entrecruzando y lo sigue haciendo en nuestro camino. Además, darse cuenta que los frutos del servicio que realizamos, sirven para seguir encontrando al Señor, que sigue apostando todo por cada uno, a pesar de nuestras flaquezas”.
Fuente: Comunicaciones La Serena