Entre las causas de oración destacan el camino sinodal que se estará impulsando durante gran parte del año en las diócesis, la importancia del Pueblo de Dios y en particular del laicado, la renovación y conversión pastoral, el proceso nacional de discernimiento, las expresiones de piedad popular, la 3ª Asamblea Eclesial Nacional y las diversas experiencias que nos animan a caminar hacia una Iglesia en salida.
Desde ya se invita a todas las comunidades y personas a que durante el próximo año tengan las siguientes intenciones presentes en sus oraciones:
ENERO: Por los procesos sinodales diocesanos
Oremos por nuestra Iglesia Católica en Chile y especialmente por las Iglesias particulares de cada diócesis, por los caminos que hemos comenzado en sinodalidad, sean iluminados por el Evangelio y avancemos hacia una conversión de nuestra manera de ser y vivir la Iglesia.
FEBRERO: Por el tiempo de descanso de las familias
Oremos por las diversas familias de nuestro país, por este tiempo que para muchas personas es de descanso, que sea una instancia para revitalizar los vínculos, fomentar los reencuentros, teniendo espacios de distracciones, renovando el espíritu para tener fuerzas y energías frente a las actividades y desafíos que nos traerá este año.
MARZO: Por las mujeres
Oremos por las mujeres de nuestra sociedad y comunidades, para que se reconozca y valore su contribución femenina, encarnada en la realidad, como expresión maternal de Dios que fecunda las situaciones para que renazca la vida.
ABRIL: Por la Iglesia en Chile
Oremos por nuestra Iglesia en Chile, para que el proceso de discernimiento que estamos llevando adelante nos permita caminar en la escucha, compromiso y comunión, gestando una verdadera renovación interior y que nos impulse a ser signos de esperanza en una sociedad urgida de ser sanada por el Señor.
MAYO: Por los trabajadores y cesantes
Oremos por los trabajadores y trabajadoras de Chile, por su esfuerzo, entrega y dedicación para construir de nuestro país, un mejor lugar. Tengamos presente también a quienes no han podido encontrar un puesto de trabajo y viven con la incertidumbre permanente de no llegar a responder a las necesidades propias y de sus familias.
JUNIO: Por la vida espiritual y la participación
Oremos por todos nosotros los bautizados, para que fortaleciendo la vida espiritual seamos activos participantes de los procesos sinodales y de discernimiento que la Iglesia universal y local están llevando adelante, impulsados por la fuerza que brotan de los Corazones de Jesús y María.
JULIO: Por la Virgen del Carmen y la Piedad Popular
Oremos todos quienes vemos en la Virgen del Carmen la guía del camino en la Iglesia, para que tomándola como modelo de discípula y misionera, seamos animadores de la trasmisión de la fe y el amor a la reina y madre de Chile. En especial pedimos por los Bailes religiosos, expresión de la Piedad Popular, que con sus colores y danzas alaban y oran por toda la comunidad cristiana.
AGOSTO: Por la solidaridad y cierre de la primera etapa del proceso sinodal
Oremos para que nuestro espíritu de solidaridad crezca, en especial con aquellas personas que se han visto desalentadas en este tiempo por la crisis sanitaria, social y económica, que reciban esperanza y aliento en gestos concretos de ayuda para el sustento de cada día. Pedimos también por los frutos de los procesos sinodales diocesanos, que sean un impulso al Sínodo de los obispos y la renovación de la Iglesia Universal.
SEPTIEMBRE: Por la patria, los migrantes y los pueblos originarios
Oremos por nuestro país, para que en este mes redescubramos los valores que nos sostienen e impulsan a avanzar por caminos de dignidad y unidad. Especialmente por los pueblos originarios, así como a tantos migrantes que ha elegido a nuestro país para hacerlo propio y ser constructores del bien común.
OCTUBRE: Por los Misioneros, las familias y la 3ª Asamblea Eclesial Nacional
Oremos por los misioneros y misioneras, que su tarea evangelizadora esté siempre centrada en Jesucristo y recorran caminos de misión compartida discerniendo lo que el Espíritu anhela y espera de nuestra Iglesia de Chile, vivenciándola en cada iglesia doméstica. Pedimos también por la 3ª Asamblea Eclesial Nacional, y por quienes participen, que se sientan impulsados a buscar caminos para la renovación eclesial.
NOVIEMBRE: Por el Proceso nacional de discernimiento y sus frutos
Oremos por el proceso nacional de discernimiento, que sea impulso de renovación eclesial y nos anime a construir una Iglesia en salida, que reconozca, interprete y elija los caminos que el Pueblo de Dios en Chile desea recorrer, construyendo espacios sanos y acogedores, para toda la comunidad y la sociedad.
DICIEMBRE: Por volver al centro que es Jesús
Oremos por todos nosotros que formamos la comunidad cristiana, para que volviendo a centrar nuestra vida en Jesús, sigamos sus pasos, transitando por sendas que nos lleven a ser una Iglesia servidora desde el respeto a cada persona restaurando la dignidad de hijos e hijas de Dios y, el compromiso del cuidado por la casa común.
Fuente: Área Eclesial CECh - Departamento de Comunicaciones