Se trata de Paul y Marie-Liesse Cruse, quienes dejaron su trabajo, sus familiares y amigos para venir a Chile y ponerse al servicio de la Iglesia de Concepción.
Este matrimonio tiene tres hijos: Agathe de siete años de edad, Henri de cinco y Jean de tres años.
El párroco de Santa Filomena, Padre Claudio Placencia, agradeció la llegada de estos misioneros y señaló que fueron “enviados a acompañar en esta animación pastoral a la comunidad”.
En ese contexto agregó que esto “es de gran importancia puesto que ayudará a poder ir haciendo un camino de fe junto a los animadores eclesiales de base, a los distintos grupos pastorales y también a los diáconos permanentes que están en servicio en la comunidad”.
Además, el Padre Claudio expresó que la llegada de esta familia “de cierta manera nos hace tomar conciencia del envío y de la misión que tenemos todos en la Iglesia, de anunciar el Evangelio”.
Esta familia en misión llegó a nuestro país tras ponerse en contacto con Fidesco, que es una organización católica de solidaridad internacional, que envía voluntarios, que tengan espíritu de servicio y el deseo de ser testigos de la esperanza, a diferentes países.
Fuente: Comunicaciones Concepción