Voluntarias que hace más de 40 años
comparten su amor cocinando para sus hermanos
Son dos hermosos grupos de voluntarias, las que se dividen el trabajo en el Comedor Solidario La Carmelita, de Parroquia El Carmen en Linares, tarea que silenciosamente desarrollan desde 1978. Un equipo va cada sábado y el otro, que se sumó en pandemia, va lunes y miércoles, entregando alrededor de 600 colaciones a la semana.
Claudina Escobar, fue la guía en esta visita, ella con orgullo y emoción, representaba a todas las voluntarias y voluntarios que, con música y buena onda, cocinan, sirven y reparten los almuerzos.
“Entre los beneficiarios hay quienes retiran sus colaciones personalmente, mientras que otros las reciben en sus domicilios, como es el caso de Población Nuevo Amanecer. Allí los vecinos se organizaron para recibir estas colaciones -incluso ellos hacen una pequeña colecta, cada uno aporta lo que puede… 100 pesos, 500 o más, cada cual da lo que puede- este aporte, ha sido una forma de dignificar el alimento que reciben, de no sentir que todo es gratuito, sino que ellos también hacen su colaboración, lo que puede servir para ayudar a otros también, señaló Claudina. Agrega – durante los momentos más difíciles en pandemia, entregábamos todas las colaciones a domicilio, partíamos repartiendo a las 10 de la mañana y terminábamos a las 5 de la tarde. Este año como las medidas sanitarias lo permiten, ya pueden venir a retirar acá en el comedor. El día sábado contamos con el apoyo de algunos móviles y de Carabineros para hacer el reparto más rápido, porque es el día más fuerte.
Respecto del financiamiento del Comedor, Claudina comenta –Recibimos una subvención municipal, aportes del Banco de Alimentos desde Caritas Linares y el grueso son los aportes anónimos de quienes en silencio se han comprometido con esta causa.
¿Qué mueve a las voluntarias y voluntarios?
La frase “nadie se salva solo”, nos hace mucho sentido, siempre podemos dar un poco más, muchas veces las personas no tienen conciencia de sus propias capacidades, de todo lo capaces que pueden llegar a ser, hay que explotarlas y en beneficio de nuestros hermanos, ya sea en estas tareas o en otras, siempre pensando en los demás, a eso nos llama Jesús, a mirar al otro. Y como nos decía San Alberto Hurtado, “Dar hasta que duela”, si todos pensáramos así, de seguro el mundo sería muy distinto. Sin duda muchas veces nosotros también nos cansamos, tenemos angustias y problemas variados, sin embargo, el hecho se saberte parte de este compromiso -que no es una obligación- es un compromiso con el otro y asumido responsablemente, te hace levantarte con ganas de seguir sirviendo, revisar qué tenemos, qué nos falta, qué vamos a cocinar, cómo nos vamos a organizar día a día, todo eso nos anima y seguimos aquí firmes… gracias a Dios en este compromiso que adquirimos de forma personal, hemos tenido el apoyo de las familias que se ha involucrado, en lo personal agradezco a mi familia que me apaña, a mi mamá que también se anima a venir y cocinar, la respuesta generosa de la comunidad también nos hace sentir agradecido. Sin duda, tenemos por hacer, pero ya hemos comenzado y aquí seguiremos confiando en el Señor que nos cuida también a nosotros”.
En este recorrido, la Sra. María Laura Loreto, también quiso compartir su testimonio en este servicio que comenzó el año 2020. Aunque nerviosa por la cámara, comentó – yo creo que, así como a mí, a todas nos motiva a ser de utilidad en la ayuda a las personas que realmente lo han pasado muy mal, especialmente en esta pandemia. Aquí en la comunidad hay muchos adultos mayores que realmente necesitan, pues están solos y mientras nosotros podamos aquí estaremos para servir, no sabemos cuánto tiempo durará la pandemia, pero seguiremos. Respecto al apoyo de la comunidad, la Sra. María Laura, señala – en este tiempo hemos visto como llegan los aportes, muchas veces las dueñas de casa se juntan y entre varias compran una mata de apio, kilos de papas y otras verduras y así hacen sus aportes. Una dueña de casa siempre sabe lo que hace falta para cocinar, y eso nos motiva a seguir ayudando, pues si la gente trae sus aportes nosotros aportamos con este servicio. Con el tiempo ya les conocemos y sabemos de sus necesidades, no son números, son personas, son nuestros hermanos.
La Sra. Judith Villagrán, Directora de la Fundación Caritas Linares, también compartió su sentir en el día de la Solidaridad y visitando el Comedor La Carmelita, señaló –Hoy 18 de agosto es una gran oportunidad para visibilizar estas hermosas obras de misericordia presentes en nuestra Diócesis, importante también es destacar que estos comedores funcionan durante todo el año, dando respuesta efectiva a las necesidades de los frágiles de nuestra sociedad- Don Rodrigo Barrera, Administrador del Obispado de Linares, también quiso acompañar a las voluntarias en este servicio, manifestando su admiración por el enorme trabajo que significa mantener esta obra de misericordia tan concreta, “sólo nos queda felicitar a las voluntarias por este hermoso trabajo, esta olla común, es una de las más grandes y activas en Linares. Junto a algunos trabajadores del Obispado de Linares quisimos venir en el día de San Alberto Hurtado, para prestar nuestro apoyo en este hermoso servicio. Nos pone muy felices de saber que en Linares y en otras comunas de la Diócesis estas obras se repiten y son muchos los grupos de voluntariado que velan por un plato de comida para sus hermanos más necesitados, no podemos estar más que agradecidos de Dios que, a través de estos grupos de voluntariado, nos da la oportunidad de seguir dando estos ricos platos de alimentos”.
Fuente: Comunicaciones Linares