Desde muy temprano comenzaron a llegar las delegaciones de cada parroquia y poco a poco fueron tomando asiento en el gimnasio del Santa Marta, el cual contaba con todas las medidas sanitarias para poder llevar a cabo esta celebración.
La transmisión inició a eso de las 11:00 horas con la animación de Roberto Valenzuela y Maribel Palomera, agentes pastorales del Santuario El Carmen y la parroquia Jesús Obrero de Curicó, respectivamente. Ambos estuvieron acompañados en todo momento por las voces del grupo Shabaj, quienes pusieron a bailar y cantar a todos los presentes conforme avanzaba el tiempo.
Además de recordar los motivos que nos reunían en este día tan especial, los animadores también presentaron cuatro videos enviados por cada una de nuestras zonas pastorales, en donde hacían un recorrido por sus territorios parroquiales y enviaban un mensaje a cada persona que seguía el Encuentro Diocesano. Ya para finalizar esta primera hora, también se mostraron tres videos, uno de la Congregación Amor de Dios, otro de la Congregación Hermanas del Prado y el último de las Hermanas Marianistas de Talca, esto para conocer un poco más de su servicio, en este día en que también se celebraba la vida religiosa y consagrada.
Celebramos juntos
Finalizada esta primera parte, se dio inicio a la Eucaristía con la guía en todo momento del padre Luis Alarcón Escárate, Vicario de Talca Ciudad, y la cual fue presidida por nuestro obispo, el padre Galo Fernández y concelebrada por el padre Cristian Avendaño, Vicario Pastoral, el padre Rodrigo Arriagada, Vicario de Curicó y el padre Raúl García, Vicario de Talca Rural.
Como primer signo en la misa, nuestro pastor bendijo el agua y junto a los demás vicarios la rociaron a todos los presentes, en memoria de nuestro bautismo y para renovar la fuente viva de la gracia del Señor.
Seguidamente se realizaron las lecturas del día y luego monseñor Fernández se dirigió a todos los presentes y a aquellos que seguían este 15 de Agosto desde sus hogares, allí agradeció el cariño compartido de todo el pueblo de Dios que hace posible esta fiesta y recordó momentos emotivos que ha tenido el Encuentro Diocesano en años anteriores.
“He escuchado las historia ya casi míticas del Estadio Fiscal cuando la imagen de la Virgen la subieron en un helicóptero, una fiesta que ha tenido tantos ribetes en lugares diversos, en Curicó aquí en Talca, pero siempre celebrando la comunión que nos constituye en una sola Iglesia, que nos hace mirarnos no compitiendo, sino valorando lo diverso, lo rico de cada parroquia, de cada comunidad, de cada movimiento, celebrando con cariño muy particular a la vida religiosa, en este su día de celebración”.
“Junto con María renace nuestra esperanza”
Así mismo, monseñor Fernández habló sobre la dolorosa conciencia de nuestra fragilidad en los últimos años e hizo referencia a la primera lectura donde mostraban la realidad dramática que vivía María antes de dar a luz.
“Nos recuerda que nuestro camino de fe se realiza en medio de esta realidad dramática, en donde el mal y el pecado, lo que hiere y daña la vida se hace presente de tantas formas, lo hemos experimentado de una manera difícil, dura, en la experiencia de una pandemia que si bien es un evento natural, es también expresión de una naturaleza herida, de una naturaleza que se ha contaminado por el uso abusivo de los medios de la misma humanidad”.
Aunado a esto, nuestro pastor se expresó sobre temas como el cambio climático y las situaciones sociales y políticas en las que Chile se desenvuelve en estos últimos tiempos, tocando puntos como el maltrato a la mujer y a los más pobres.
“En medio de esta realidad estamos llamados a ser la Iglesia que anuncia la vida que viene de Dios, la Iglesia fecunda que quiere construir espacios de vida digna, respetuosa, de amor en todos los ámbitos de nuestra existencia. Lo hacemos en esta celebración animándonos en el servicio que estamos llamados a prestar, la fiesta que celebramos nos habla de María asunta, llevada a los cielos, es una fiesta que marca la esperanza, nos pone nuestro futuro y el proyecto de Dios ante los ojos y nos invita a vivir trabajando incansable para que en esta tierra se vaya anticipando el reino de los cielos”.
Para finalizar su homilía el obispo hizo una invitación a seguir celebrando esta fiesta con amor, que además nos une y nos lleva a seguir caminando juntos en el camino que el Señor nos propone.
Un homenaje a la primera línea
Ya en el momento del ofertorio se presentó como signo una imagen que hizo alusión a aquellos hombres y mujeres que trabajan en el ámbito de la salud, en primera línea, ofreciendo todo ese esfuerzo al Señor. También se presentó agua y un árbol nativo como compromiso de cuidar la casa común, una copia del proyecto para la nueva constitución del país, una canasta de alimentos como signo de solidaridad y por último la Bula de cuando se creó la Diócesis de Talca ya cuando vamos rumbo a nuestro centenario.
Luego de la comunión y ya casi al finalizar la celebración Eucarística se les pidió a las religiosas presentes que se pusieran de pie y levantaran sus manos hacia la imagen de la Virgen María, como forma de agradecimiento por su servicio y para recibir de ella todo lo que nos quiere ofrecer para vivir mejor a su hijo Jesucristo. Y además, el obispo Galo Fernández también agradeció el servicio de cada una de las congregaciones que hacen vida en nuestra diócesis pidiendo un fuerte aplauso para ellas.
La misa culminó con la bendición con indulgencia plenaria de nuestro pastor a todos los presentes y a los que estaban conectados de forma online, con la foto oficial del Encuentro Diocesano y un cafecito para compartir.
La alegría de reencontrarnos
Durante el café conocimos la alegría de algunos agentes pastorales que pudieron asistir a este 15 de Agosto presencial, uno de ellos fue Manuel Neira de la parroquia Santa Amalia de El Sauce.
“Fue un regalo inmerecido que me hayan invitado hoy día, estoy muy agradecido de haber encontrado gente que no veía en mucho tiempo, con hermanos de parroquia que no compartía hace más de un año y más que nada haberme encontrado con el Señor y comulgado con él. Además de poder saludar en su día a las religiosas de Santa Marta que estaban presentes”.
Por otra parte, María de los Ángeles Cañete de la parroquia San Pedro de Rauco, aseveró que se sintió muy bien y feliz de poder asistir, “necesitábamos este tiempo en comunidad porque cuesta vivirlo, cada vez las parroquias se están abriendo más y más ya que la región del Maule está casi completa en fase 4 y es mucha más la capacidad, pero uno necesita vivirla con su gente, con sus amigos, con su comunidad y eso se sintió en este día, de verdad un lindo regalo el poder reencontrarnos”.
Fuente: Comunicaciones Talca