Jóvenes se reencuentran de forma presencial y virtual en la peregrinación de San Alberto Hurtado
Todo comenzó cerca de las 15:30 horas, con una transmisión en vivo a través de las redes sociales desde el santuario ubicado en Estación Central, espacio que permitió para que cada uno de los jóvenes pudieran compartir sus experiencias de fe en tiempos de pandemia y cómo sintieron este regreso a lo presencial.
En sus palabras de bienvenida a la peregrinación, el obispo Auxiliar de Santiago y vicario de la Esperanza Joven, monseñor Cristián Roncagliolo, manifestó su alegría por volver a reunirse en torno a la figura de san Alberto Hurtado y explicó que esta caminata resulta especial, pues, además se cumplen treinta años desde la creación del equipo de servicio de la Vicaría de la Esperanza Joven, que surge como una expresión genuina de evangelización. Hoy, el equipo de servicio “cumple treinta años, de gracias, de bendiciones, de generaciones que han pasado haciendo el bien entre nosotros, sirviendo en la Iglesia, a los jóvenes y a los adultos, para que podamos celebrar, peregrinar, compartir, animarnos en la fe. En este contexto iniciamos nuestra peregrinación, y aunque sea virtual nos recuerda que caminamos hacia el encuentro del Señor y que somos Iglesia”, destacó.
Luego, se desarrolló la peregrinación virtual hasta el Santuario de san Alberto Hurtado, el que en su modalidad online, invitó a recorrer desde los hogares, la tradicional caminata que realizan miles de jóvenes por las calles de Santiago.
Con Cristo en el centro
Tras recorrer las estaciones, la actividad culminó con la eucaristía desde la explanada del santuario, que fue presidida por el cardenal de Santiago, Celestino Aós. En su homilía, afirmó que san Alberto Hurtado sabía vivir cada segundo de su tiempo, haciendo de la misa el centro de su vida. En este sentido, subrayó que Cristo permanece siempre presente en medio de su pueblo por medio del sacramento. “Cristianismo sin Cristo, es como concierto sin músicos, y cristianismo sin comunión, es permanecer en la pura región de las ideas, es como un amor sin presencia, una amistad sin confidencias, una caridad sin donación: cristianismo sin comunión es palabra hueca, vacía de sentido”.
Más adelante, reflexionó monseñor Aós, que en este tiempo, donde la pandemia, la inmigración, el estallido social ha aumentado el número de pobres, han aparecido pobrezas que estaban ocultas: las físicas, psicológicas, intelectuales, morales y religiosas. “Algunos parecen querer adueñarse de los pobres para sus propias causas y beneficios. San Alberto nos lleva por otros caminos, y por eso a boca llena le llamamos «Padre de los pobres»: en el pobre está Cristo, el pobre es presencia de Jesucristo; y el pobre siempre ha de ser tratado con la dignidad irrenunciable de persona, ante Jesús nos presentaremos y tendremos la misma dignidad”.
Finalmente, el arzobispo animó a que, inspirados en el testimonio de San Alberto, suscite en las personas, el deseo de edificar una sociedad más justa y generosa. “¡Cómo nos gustaría ver disminuir el número de pobres y necesitados; cómo nos gustaría que efectivamente en Chile y en esta hora todos desde el Gobierno y los legisladores y el poder judicial, desde la Asamblea Constituyente hasta las juntas de vecinos, desde las instituciones de la Iglesia hasta los fieles recién llegados a la parroquia, ¡hiciéramos un compromiso por los pobres!”.
Tras culminar la eucaristía, los asistentes tuvieron espacio para visitar de manera individual la cripta de roca, donde descansan los restos del padre Alberto Hurtado, para tener un breve momento de reflexión y de agradecimiento por haber participado de esta peregrinación.
Testimonios de gratitud por reencontrarse
Génesis Sandoval, joven colaboradora del Santuario de San Alberto Hurtado, recordó que “el año pasado fue triste, porque vimos una tumba vacía y solamente con cámaras. Hoy me siento muy emocionada. Para el santuario es muy importante que los jóvenes visiten este lugar, porque el padre Hurtado le causaba mucha alegría acercarse a los jóvenes”.
Valentina Urra, integrante del equipo de Servicio de la Vicaría de la Esperanza Joven, señaló sentirse muy ansiosa por celebrar una actividad desde el santuario del padre Hurtado: “En verdad, es tan significativo como servidores. Yo pertenezco al equipo desde 2016 y venir todos los años hasta este lugar es súper emocionante y la verdad, es que para mi, además de celebrar el mes de la solidaridad, celebramos los 30 años del equipo de servicio. Sentir esta energía y el Espíritu Santo actuando en nosotros es una experiencia maravillosa que extrañábamos, poder servir, actuar tal como lo hacía Alberto Hurtado, estar con las manos en la masa. Estoy feliz de volver y representar a todos los que no pudieron estar”.
Maximiliano Sepúlveda, integrante de la pastoral de Duoc UC, explicó que “hace poco, terminamos las misiones solidarias en modo pandemia, trabajamos con parroquias, realizando trabajos solidarios con las capillas y comunidades. Reencontrarnos con los jóvenes en este santuario, se siente un calor, un cariño que creo que muchos queríamos volver a sentir y es muy grato salir a peregrinar, volver a hacer juegos y compartir con las otras personas”.
La siguiente actividad de la Vicaría de la Esperanza Joven en el Mes de la Solidaridad, será la Oración Cantada a cargo de la cantante nacional Eli Vega, el día 25 de agosto a las 20:00 horas.
Fuente: Comunicaciones Santiago