Testimonios de entrega y amor al prójimo en parroquias de la Diócesis de Rancagua
La solidaridad, la creatividad y la búsqueda incansable de ayudar a los otros han marcado la labor de los agentes pastorales de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Rancagua, que desde comienzos del año pasado buscaron la forma de seguir entregando comida y compañía -a pesar de la pandemia- a quienes más lo necesitaban, especialmente, luego que el histórico ‘Comedor de los reyes’ debió suspender su trabajo por un tema de aforo.
Cabe recordar que este comedor entregaba cada día lunes, en dependencias de la sede parroquial, alimentación a más de 200 personas, la mayoría de ellas en situación de calle. Es así como a principios del 2020 un grupo de voluntarios asumió la tarea de entregar cada sábado almuerzos para llevar.
Erica Leyton catequista de Primera Comunión y una de las voluntarias que desarrolla esta labor, cuenta que “existía mucha necesidad en ese momento y la parroquia no podía dejar de entregar este servicio, sobre todo cuando no sólo eran los “reyes”, sino que también muchas familias que lo estaban pasando mal”, relató. Aseveró que “gracias a Dios y la Virgen del Carmen nunca nos faltaron donaciones para realizar los almuerzos”.
Este año 2021, han continuado con esta tarea, pues el párroco, padre Miguel Cornejo, solicitó a los grupos parroquiales seguir entregando este servicio por turnos, mientras se espera volver a implementar el “Comedor de los Reyes”.
Son a lo menos 50 almuerzos, consistentes en tallarines con salsa boloñesa, ensalada, pan, jugo y fruta los que preparan en cada ocasión, siendo un trabajo que se planifica cuidadosamente para respetar los aforos establecidos por la autoridad sanitaria y conseguir los recursos y donaciones, para luego preparar los alimentos y entregarlos para llevar.
Erica enfatizó que “la experiencia de trabajar en este voluntariado con los grupos parroquiales permite que cada uno de nosotros se impregne del amor al prójimo y ese amor uno lo lleva a su casa, lo comparte con sus hijos y con quienes uno se relaciona habitualmente. Es una experiencia de amor y solidaridad maravillosa”.
Otra iniciativa
Otro ejemplo de iniciativas solidarias lo ha dado la Parroquia Nuestra Señora de La Merced de Marchigüe, que ha dispuesto por segundo mes consecutivo un recibimiento y acogida a los adultos mayores -a través de una taza de té o café- mientras esperan el pago de sus pensiones. Muchos de ellos llegan desde lejos y muy temprano en la mañana.
Por ello, esta iniciativa ha sido muy bien recibida y sus destinatarios han agradecido al párroco, padre Emilio Maldonado, por llevar a cabo esta acción y a los agentes pastorales que voluntariamente realizan este servicio.
Fuente: Comunicaciones Rancagua