Hugo Cifuentes, Abogado. Académico u. Católica: El sistema ha sido altamente positivo en sus rentabilidades, pero al traducirlo a pensiones no se ajustó a su promesa. Toda la seguridad social debe considerar la solidaridad como uno de sus pilares básicos. No solo desde el punto de vista de lo que puede hacer la colectividad respecto de los que están sin acceder a prestaciones, sino que también a cómo la solidaridad se concreta en regímenes de pensiones contributivos. La Iglesia nos enseña sobre la redistribución de ingresos.
Guillermo Larraín, economista. académico U. de Chile: Un sistema de seguridad social no puede no tener solidaridad, yo creo que el punto más bien es cómo uno lo articula y cómo entiende solidaridad. Una solidaridad no solo en el ámbito financiero, sino que también de otras prestaciones, porque aquellas personas que llegan a jubilarse también tienen otras necesidades y no puede ser todo financiero. Otro principio es que tiene que haber sustentabilidad. Todos los sistemas contributivos tienen que tener una acumulación de ahorro, que dé seguridad a las pensiones prometidas.
Osvaldo Larrañaga, economista. Director escuela de gobierno U. Católica: El sistema está deslegitimado por el bajo monto de las pensiones. No tendríamos este foro si las pensiones hubiesen sido de un buen monto. Los creadores del sistema supusieron que iba a haber una densidad de cotizaciones más alta. El sistema de pensiones basado en la capitalización individual no es seguridad social, a lo más es un seguro privado de pensiones. Tiene que haber algún nivel de capitalización, me refiero a ahorro, el cual no tiene por qué ser individual, sino que puede ser social.
Alejandra Marinovic, economista. académica u. Adolfo Ibáñez: Hay una falta de cumplimiento con criterios básicos de justicia social que están intrínsecos en el sistema y que no hemos sido capaces de corregir. Hay inequidades estructurales, que afectan a personas que no han podido contribuir o que han sufrido la tragedia del desempleo. Eso se va sumando respecto del resultado final de las pensiones, que tiende a ser fuertemente inequitativo. Para que un sistema de pensiones y de seguridad social funcione y sea sostenible, tiene que ser por esencia solidario.
Juan José Richter, sociólogo. secretario Pastoral vicaría zona del Maipo: Es muy importante cambiar el foco, tanto en las políticas públicas, como en el sistema de pensiones, que sigue viendo que la pobreza tiene que ver con una flojera de las personas y no con una injusticia estructural. Desde la mirada del catolicismo social, la solidaridad tiene una dimensión de principio ordenador de la sociedad: aporta a la cohesión y nos permite sentirnos parte de un todo. De alguna manera al que le va mejor cumple con su responsabilidad para con el que no le ha ido tan bien.
Claudia Sanhueza, economista. Directora U. Mayor e investigadora: La actual institucionalidad enfatiza la idea de la propiedad individual de las cuentas de capitalización individual, creyendo que así defiende el sistema. Pero la ciudadanía está demandando un sistema de seguridad social. Cualquier reforma del sistema de pensiones tiene que ir acompañada de reformas al sistema económico en salud, en seguridad del empleo o seguro de desempleo. Cierto que ya lo hay, pero hay que fortalecerlo con mayor cobertura y beneficios. Me imagino un régimen en sistema público.
Fuente: Comunicaciones Santiago