El día 22 de abril se celebra a nivel mundial el día de la Tierra, conmemoración que este año en particular promueve la restauración de los ecosistemas a través de un pensamiento innovador, aprovechando las tecnologías ecológicas emergentes.
Los efectos del cambio climático no pueden seguir siendo ignorados y es por ello que cada acción cuenta para promover transformaciones significativas en nuestros sistemas de vida, en nuestra forma de crear e innovar para el desarrollo de las sociedades. Es tiempo de actuar, es tiempo de emprender acciones concretas para la mitigación de los efectos del cambio climático. Como señala el papa Francisco en la Encíclica Laudato Sí, "Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad" (nº 5).
La restauración de nuestros ecosistemas es un puente importante para avanzar en la adaptación de nuestros modos de vida y así lograr un equilibrio entre el ser humano y la naturaleza. El llamado en este Día Internacional de la Madre Tierra tiene su acento en la ocupación legítima de los ecosistemas para la promoción de estos en los territorios donde conviven las comunidades. Por tanto, en el contexto del proceso constituyente en que se encuentra nuestro país, es muy relevante que la construcción de los pilares que sostengan la nueva Constitución garanticen los Derechos de la Naturaleza como una entidad o un ser que es titular de derechos en el ordenamiento jurídico, permitiendo su protección, conservación o restauración directa frente a eventuales daños generados por las actividades humanas. Este estatus jurídico de titular de derechos está ligado al principio del buen vivir, que remite a la cosmovisión de muchos de los pueblos originarios de América, en la protección del medio ambiente y en el despliegue de la solidaridad con nuestra Tierra como un imperativo ético para un desarrollo sustentable.
Caritas Chile invita hoy a innovar, aprovechando el desarrollo de las nuevas tecnologías ecológicas. Por ejemplo, promoviendo comunitariamente la reforestación de los lugares dañados, haciéndonos responsables del crecimiento de cada árbol e incorporando nuevos hábitos para consumir y producir nuestros alimentos. Porque cada acción cuenta, renovemos nuestros estilos de vida cuidando nuestra Casa Común.
Fuente: Pastoral Social Caritas