La celebración se constituyó de profundos signos que revelaban la gran noticia de la Resurrección, donde monseñor Héctor, en medio de la oscuridad de la noche bendijo el fuego, luego al prender el Cirio Pascual que representa a Cristo Resucitado, se escuchó el Pregón Pascual, acción salvadora de Dios junto al relato de las Lecturas Bíblicas.
Después de la Liturgia de la Palabra, como expresión de triunfo y alabanza, se entonó el Gloria y el Aleluya, donde el Obispo diocesano señaló: “Que Dios les bendiga en medio de esta hermosa celebración que estamos llevando a cabo y que renueva en nosotros nuestra fe, nuestra esperanza, el amor y también las puertas de la vida eterna”.
Manifestó que las Sagradas Escrituras en esta Noche Santa nos recuerdan que Dios nunca duerme, que siempre vela el bien de su pueblo, para sacarlo de la esclavitud y para abrirle el camino de la libertad, “Jesús como semilla en la tierra estaba por hacer germinar en el mundo una vida nueva y las mujeres con la oración y el amor, ayudaban a que floreciera la esperanza. Cuántas personas en los días tristes que vivimos, a causa de la pandemia, con todas sus secuelas de muerte, dolor, angustia, desempleo y pobreza, vividos además en un contexto de violencia, han hecho y hacen como aquellas mujeres, esparcir semillas de esperanza, con pequeños gestos de atención, de afecto, de oración, de fortaleza y de solidaridad (…) Efectivamente, para eso estamos aquí, en esta Noche Santa, para entrar en el misterio que Dios ha realizado con su Vigilia de amor”.
Planteó que no se puede vivir la Pascua sin entrar en el Misterio, que significa capacidad de asombro, de contemplación, capacidad de escuchar el silencio, “Por eso en esta noche conquistamos un derecho fundamental, que no nos será arrebatado, el derecho a la esperanza. Es una esperanza nueva, viva, la esperanza de Jesús que infunde en el corazón la certeza de que Dios conduce todo hacia el bien. Porque Dios hace salir la vida, de la tumba de la muerte (…) Si bien el sepulcro asegura que, donde quien entra no sale, Jesús, sin embargo, salió por nosotros, resucitó por nosotros para llevar la vida donde había muerte; para comenzar una nueva historia que había sido clausurada, tapándolo con una piedra (…) Su luz de Resucitado, iluminó la oscuridad del pecado y la oscuridad del sepulcro y hoy quiere iluminar los rincones más oscuros de la vida de cada persona y de la sociedad”.
Alentó a que la oscuridad de la muerte, no tiene la última palabra, “Ánimo, con Dios nada está perdido. Es El, el Resucitado, el que nos levanta a nosotros que estamos necesitados y a pesar de la tristeza que podamos albergar, sentiremos que debemos esperar, porque con Él, la cruz florece en Resurrección, porque tú estás con nosotros en la oscuridad de nuestras noches, eres certeza en nuestras incertidumbres, eres palabra en nuestros silencios y nada podrá nunca robarnos el inmenso amor que Tú nos tienes”, dijo en su homilía monseñor Héctor Vargas.
Este es el anuncio pascual, un anuncio de esperanza, enfatizó en sus palabras el Obispo de Temuco, “ Jesús desea que llevemos la esperanza allí, a la vida de cada día, a la vida desde donde nos desenvolvemos”.
“Qué hermoso es ser cristianos que consuelan, que llevan el cambio a los demás, que animan, que son mensajeros de vida en tiempos de muerte. Llevemos el canto de la vida a cada lugar (…) Acallemos los gritos de muerte, que terminen todas expresiones de violencia, sobre todo contra los niños, mujeres y adultos mayores; que cesen todos los atentados contra la vida y la dignidad de las personas, desde el momento de su concepción hasta la muerte natural y que mata la vida inocente.”
Al culminar, nuestro pastor, dijo “ Es Pascua en la Iglesia Santa y en esta madrugada, Jesús resucita del sepulcro, entonces a partir de este hecho inédito la vida siempre será más fuerte que la muerte, el bien más fuerte que el mal, el amor es más fuerte que el odio y la verdad será siempre más fuerte que la mentira (…) hoy nos aferramos a ti Jesús Resucitado, le damos la espalda a la muerte y te abrimos el corazón a Ti, que eres la vida”.
Fuente: Comunicaciones Temuco