En estas últimas semanas se ha constatado una triste realidad migratoria no tan sólo en Arica, sino en todo el norte de Chile. La Diócesis de San Marcos de Arica no indiferente a esta realidad hace una declaración, en donde se da cuenta del trabajo pastoral y humano que en este tiempo se viene realizando.
En texto firmado por el obispo Moisés Atisha Contreras y el religioso Lirio Antonio Berwanger, se recuerda que desde 2019 la frontera norte se ha visto exigida por la llegada masiva "de hermanos migrantes, que, viajando desde países de nuestra querida Latinoamérica, han visto en esta tierra la oportunidad que la propia no les ha brindado. En estos últimos días la experiencia migratoria se ha complejizado debido a la pandemia, y lejos de ser ella un freno, ha sido razón de una búsqueda más desesperada para encontrar entre nosotros nuevas oportunidades".
Si bien se reconoce que no se puede ignorar la adecuada y necesaria normativa, se expresa que tanto en Arica como en Colchane, en Iquique -que han recibido un flujo migratorio no siempre en pleno cumplimiento de la legislación vigente- hoy se viven serias dificultades: "encontramos dramas humanitarios, sanitarios, legales, como también de discriminación xenofóbica, que no nos puede dejar indiferentes como ciudadanos y menos como personas creyentes, que reconocemos en el otro el rostro del Cristo que sufre al lado nuestro".
Recordado el mensaje del papa Francisco, en la homilía de la eucaristía celebrada en Iquique se pide estar "atentos a los que se aprovechan de la irregularidad de muchos migrantes porque no conocen el idioma o no tienen los papeles en «regla». Estemos atentos a la falta de techo, tierra y trabajo de tantas familias" y a no tener miedo a «dar una mano», brindando asistencia humanitaria y acompañamiento para que los migrantes puedan regularizar su situación legal.
"Como Iglesia de San Marcos de Arica nos hemos comprometido en la atención y el servicio de los migrantes con la Pastoral de Movilidad Humana de los padres Scalabrinianos - INCAMI, la Fundación Scalabrini con la Casa de Acogida Beato Scalabrini y el trabajo del Servicio Jesuita Migrante. Han existido iniciativas pastorales concretas de ayuda, desde albergues parroquiales (micro albergues), asesoría social y jurídica, bolsa de empleo, alimentación, y proyecto de abastecimiento de agua en Cerro Chuño, sector con un alto porcentaje de familias migrantes, como comedores parroquiales. Integramos y participamos de la RED Nacional de Protección en Fronteras y con las Instituciones Pro-Migrantes en Arica, de los Encuentros sobre Migración y Refugio de la Macro Zona Norte. Invitamos a las autoridades que puedan acoger humanitariamente y con solidaridad a quienes están en estas duras situaciones, a las comunidades y personas de buena voluntad que no les falten los gestos y las acciones para brindar alivio a el hermano migrante" finaliza el mensaje en que se pide a San José que regale un espíritu de custodio de quienes están en condiciones de migración.
Fuente: Obispado San Marcos de Arica