A este espacio, con ambiente de camaradería y donde quedaron fuera los colores políticos e ideológicos, participaron las alcaldesas: María Jimena Núñez, de la comuna de Puyehue y María Elena Ojeda, de la comuna de Puerto Octay; los alcaldes Bernardo Candia, de la comuna de San Juan de la Costa; Carlos Schwalm, de la comuna de Río Negro; Jaime Bertín, de la comuna de Osorno y Héctor Barría, de la comuna de Purranque. También estuvo invitado el padre Pedro Kliegel.
Esta instancia de conversación, que nació de la inquietud del Obispo Jorge, “se inscribe en el espíritu de servicio al bien común que a todos nos incumbe, y al cual cada uno, desde su propio ámbito, puede y debe aportar”, aseguró. Esto adquiere más relevancia “en el contexto de pandemia que sigue extendiéndose, y que tiene tantas consecuencias en la salud, en lo social y económico, y en el contexto político y social, ad-portas del plebiscito del 25 de octubre, y del proceso que continuará”.
“El objetivo es animarnos mutuamente a avanzar en estos tiempos, a vencer lo que es negativo, perseverando en lo que es bueno, lo que es justo y noble… (cfr. Fil. 4, 8); porque todo lo que es bueno es de Dios, y nosotros desde ahí y sobre todo desde Él, encontramos la fuerza para caminar”, agregó.
Destacó, además, la importancia que tienen los alcaldes, que “son los representantes del pueblo, elegidos democráticamente por sus comunidades, para impulsar la amistad cívica, mediante el diálogo, el respeto, la escucha y la colaboración”.
Los alcaldes de la Provincia de Osorno reunidos con el Obispo Jorge, vía Zoom, compartieron sus inquietudes y su reflexión respectos de la crisis sanitaria que vivimos, de la realidad social, política y económica a nivel general en Chile y de sus propias comunidades.
También se refirieron a la crisis de las instituciones que existe en el ámbito policial, judicial, político, eclesial, en el servicio público y en el sector privado, frente a lo cual expresaron que es importante trabajar para recuperar la credibilidad, lo que se logra, según sus reflexiones, trabajando de manera coherente con la vocación de servicio y teniendo presente las promesas hechas a la gente.
El plebiscito que se realizará el próximo 25 de octubre, fue otro tema transversal en la conversación, en el que todos los alcaldes y alcaldesas compartieron sus reflexiones y expresaron sus puntos de vistas, coincidiendo en sus palabras y en el deseo de alcanzar la paz tan anhelada y una patria más justa por el bien común para todos y todas.
Por su parte, el padre Pedro Kliegel, frente al plebiscito, hizo notar que falta entregar capacitación cívica a la gente, porque hoy las personas “tienen mucha información, pero no formación; y es nuestro papel formar para que cada uno pueda tomar una decisión clara y responsable”.
En la conversación también se resaltó la labor y la responsabilidad de cada municipio, a donde las personas se acercan primero para solicitar apoyo para enfrentar sus diversas necesidades y problemas; de ahí la importancia de la vocación de servicio en las gestiones resolutivas y comprometidas de los mismos alcaldes.
Por otra parte, la misión de la Iglesia, y de las iglesias y credos en general, en medio de la gente y de esta realidad que nos toca vivir, no sólo es apoyar mediante la solidaridad y en lo espiritual, sino también la de fortalecer los valores en la sociedad, para lo cual es necesario recuperar el espacio de confianza que han perdido.
Finalizando este primer encuentro con los jefes comunales de la provincia de Osorno, el padre Pedro Kliegel invitó a los alcaldes a “no tener miedo de pedirle a la Iglesia, a las iglesias, porque somos parte de esta sociedad. ¡Es importante! Y nosotros estamos llanos para hacer nuestro aporte; pidan y digan de forma concreta lo que quieren”.
Por su parte, el Obispo Jorge dijo: “Reafirmo las palabras del padre Pedro”, “estamos a disposición para servir a todos”. A continuación, expresó su agradecimiento a las alcaldesas y a los alcaldes por la calidad de esta reunión: “Valoro la sinceridad, la fraternidad con que cada uno fue diciendo su parecer. Tales diferencias están muy claras entre ustedes porque se conocen por largo tiempo; pero esto, como lo decimos en el discurso, no debe ser un obstáculo para que nos tratemos como hermanos”, agregó.
Indistintamente de los colores políticos, filosóficos y religiosos, “hay una fraternidad universal de la que somos parte. Agradezco esta amistad cívica, que sin duda se puede fortalecer, sobre todo entre los servidores públicos, porque hay una conciencia de que todos nos necesitamos. Un alcalde no hace su pega solo, necesita de los demás, de la comunidad, al igual que el obispo necesita de todos sus hermanos y hermanas”.
“Justamente esta amistad cívica, esta fraternidad universal y colaboración, es lo que nos fortalecer el papa Francisco en su última encíclica Fratelli Tutti”, finalizó el obispo de la Diócesis de Osorno.
Fuente: Comunicaciones Osorno