De manera virtual debido a la cuarentena que se desarrolla en la ciudad de Punta Arenas y a través de las redes sociales de la Iglesia y por gentileza de ITV Patagonia, Radio Polar. Portal Pepe Noticas se ha celebrado la liturgia de Acción de Gracias y de Oración por nuestra Patria. Agradecemos la participación del Coro Arte Vocal por el esfuerzo realizado en esta celebración y a todos los que han colaborado para llegar a todos los hogares de la manera más adecuado, desde los medios tecnológicos disponibles.
El obispo en su homilía señalo: "Nos ha sorprendido una tormenta inesperada y furiosa, experimentando nuestra fragilidad y desorientación pero también ha revelado lo importante y necesarios que es cada uno, invitados a remar juntos.
Nuestra Región de Magallanes ha sufrido a causa de esta pandemia. La obligación de permanecer en nuestros hogares, ha repercutido en la situación económica de muchas familias, que han quedado sin trabajo o temorosas de perder su fuente de ingreso; precariedad en las familias migrantes; salud mental quebrada que ha manifestado tensiones internas, y violencia intrafamiliar. Pero también esta crisis ha despertado una gran solidaridad con el necesitado.
La tempestad ha revelado que atravesamos el mismo temporal pero en barcas muy distintas: unos en barcas firmes, cómodas y con seguridades económicas, otros en frágiles balsas que con gran esfuerzo enfrentan el mal tiempo, y otros en pequeñas chapulas que están hundiéndose.
La invitación, una vez más es colocarnos en el lugar del otro. “Nadie se salva solo”. Nos necesitamos y pidiendo a Jesús nos ayude a calmar la tempestad.
1. “LA BARCA ESTABA MUY DISTANTE DE TIERRA, SACUDIDA POR LAS OLAS, PUES EL VIENTO ERA CONTRARIO” (V. 24)
En el último año, nuestra sociedad chilena ha sido golpeada por procesos y episodios de diverso carácter. Buena parte de la población se declara cansada de análisis, que no van a la par de las necesarias políticas permanentes que ayuden a erradicar la desigualdad y la pobreza. Es necesario reconocer en su dignidad a los más marginados y vulnerables, desterrar la violencia y la delincuencia y construir una cultura de justicia y de paz.
Muchas familias se han visto afectadas por la pérdida del trabajo, baja de sueldos, déficit en la educación de sus hijos, exigencias laborales extremas, dificultades de personas mayores y otros grupos de riesgo para seguir sosteniendo económica y emocionalmente su hogar. Hay agobios, angustias y rabias acumuladas que no tienen el adecuado acompañamiento.
Este tiempo ha despertado la conciencia colectiva que no se resigna ante los “niveles escandalosos”. Ese clamor ha movilizado esperanzas, cambios y disposición de muchos actores para buscar, sin violencia, caminos de igualdad y justicia.
También esta emergencia sanitaria ha mostrado el temple del personal de la salud y de otros ámbitos que se han jugado la vida, testimoniando el verdadero sentido del servicio público, así como comunidades y organizaciones sociales que han ido en ayuda de los más necesitados.
En esta esperanza de cambio y en el testimonio comunitario reconocemos la presencia clara y diáfana del Señor Jesús, que viene a decirnos: “No teman soy Yo”, deseo para Ustedes aquello que ha señalado el profeta Isaías: “habitar un lugar de paz, en moradas seguras, y en descansos tranquilos”.
2. “PEDRO BAJÓ DE LA BARCA, CAMINÓ SOBRE LAS AGUAS Y FUE HACIA JESÚS” (V.29)
En este tiempo que ha modificado la vida personal, familiar y social, la Palabra de Dios nos fortalece. Necesitamos ver las cosas con serenidad.
Decepcionados por la mentira, la corrupción y el abuso, buscamos con ansia vivir con un corazón puro. Cuando no hemos podido abrazarnos para llorar, ni despedirnos de nuestros seres amados ni sepultarlos como hubiéramos querido, Jesús nos anima en la esperanza y nos invita a caminar con seguridad en mares tormentosos.
Estamos convocados, para participar en el próximo mes en un plebiscito sobre nuestra carta fundamental: la constitución política del país. Informémonos para votar con conciencia. En momentos de dificultad, la amistad cívica se hace indispensable ante la proximidad de procesos electorales. A todos los actores políticos les solicitamos que no se use el dolor como insignia de campaña y que no se despilfarren recursos, considerando las apremiantes necesidades de tantos hermanos y hermanas nuestros.
3. “EN CUANTO SUBIERON A LA BARCA EL VIENTO SE CALMÓ” (V.32)
Con la mirada puesta en Jesús y tomándolo del brazo para no hundirnos, estamos invitados por Él a realizar un discernimiento para descubrir cuáles son sus preocupaciones y cuál es nuestro proyecto como sociedad y nuestras opciones pastorales como Iglesia.
Preparándonos como Región y como Iglesia, para conmemorar los quinientos años de la histórica navegación de Magallanes y la celebración de la primera Eucaristía en el Estrecho de Magallanes, damos gracias porque “Dios entró desde el Sur”. Desde aquí su bendición se extendió a todo nuestro territorio nacional. Nuestro deseo es que el “Evangelio y la Eucaristía estén en el corazón de Magallanes.
4. “LOS QUE ESTABAN EN LA BARCA SE POSTRARON ANTE ÉL, Y LE DECÍAN: “EN VERDAD TÚ ERES EL HIJO DE DIOS” (V.33)
Uno de los vientos que golpean nuestra barca nacional, es la deuda histórica que tenemos con los pueblos originarios. Testigos de promesas incumplidas y de la falta de valoración y reconocimiento de la diversidad, la CECh propone declararnos como un Estado Pluricultural, como ya lo han hecho varios países de América, reconociendo una valiosa diversidad que permita la convivencia armónica de todos, y la capacidad para lograr un desarrollo social justo.
Junto con el reconocimiento de los pueblos originarios, necesitamos enfrentar la situación de los migrantes. Esta tierra ha sido acogedora con todos, y hoy a todos nos toca ser acogedores con estas nuevas corrientes migratorias.
Como Iglesia vivimos hoy una profunda crisis a partir de los delitos de abuso sexual a menores cometidos por algunos de nuestros ministros. Estamos enfrentando este problema con decisión y valentía. Entre todos queremos que nuestra Iglesia sea un espacio de protección para los más vulnerables y postergados de nuestra sociedad, concluyó.
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Texto completo de la homilía
Fuente: Comunicaciones Punta Arenas