Miles fueron las familias que se conectaron desde sus hogares por las redes sociales de la diócesis, Zoom y Radio Chilena del Maule, para participar este sábado 15 de Agosto la celebración del Encuentro Diocesano en la Catedral de Talca desde las 16:00 horas, la cual fue sin fieles y a puertas cerradas por la pandemia que aún afecta la región y el país.
La bienvenida estuvo de cargo del padre Luis Alarcón Escárate, Vicario de Pastoral Social y Marta Figueroa, coordinadora diocesana de la Pastoral Juvenil, quienes además animaron ese tiempo previo a la Eucaristía, invitando a todos en sus casas a tomar este momento para orar y cantar en familia. Seguidamente también los invitaron a disfrutar de un trabajo audiovisual dividido en seis videos, donde se presentó la realidad de nuestra Iglesia diocesana de Talca, en temas como la solidaridad (comedores, ollas comunes, campañas), los signos de los tiempos (cambio, dignidad humana, cuidado del planeta y la familia) y la historia del Encuentro Diocesano que ha dejado huella en nuestro quehacer por tres décadas.
Culminada esta primera parte del Encuentro Diocesano, se inició la Eucaristía, presidida por el Administrador Apostólico, el obispo Galo Fernández Villaseca y concelebrada por el padre Rodrigo Arriagada, Vicario de Zona Curicó y el padre Raúl García, Vicario de Zona Talca Rural. En este momento, se invitó a religiosas (os) que estaban conectadas vía Zoom a realizar las lecturas del día, a propósito de la celebración también del día de la Vida Consagrada.
Luego, nuestro pastor inició su homilía recordando con añoranza ese tiempo en que cada comunidad se organizaba para encontrarse en este día con sus hermanos y como el evangelio también nos habla de un encuentro importante.
Conectados desde las casas
“El texto del Evangelio también nos narra la alegría de un encuentro. Una joven muchacha de Palestina que acaba de recibir con el saludo del ángel la misión de ser Madre del Salvador se pone de camino, va de prisa, a visitar a su prima Isabel. Una muchacha virgen y una mujer que ya está pasada de años para la fecundidad se encuentran para compartir el asombro ante la acción de Dios que las ha elegido para una fecundidad sorprendente. El encuentro está marcado por la alegría, como también han sido estos encuentros diocesanos que celebramos desde el Sínodo de esta Iglesia de Talca”.
El obispo Galo Fernández también invitó a los fieles que seguían conectados desde sus casas a no olvidarnos en esta fiesta en que María, la elegida, una como cualquiera de la humanidad entra a participar de la gloria eterna, de nuestra pequeñez, de las dificultades que enfrentamos y de la tarea que tenemos por delante.
Nuestra propia conversión
“Sabemos bien que las dificultades no vienen solo de afuera, del mundo que nos rodea. Las tenemos, en primer lugar, dentro de nosotros mismos y se expresan en conductas y actitudes que son contrarias a lo que corresponde a un miembro de la Iglesia, y mucho menos, a un agente pastoral o un ministro. De ahí que nuestro primer desafío es continuar el camino de conversión y purificación, el camino de verdad y justicia respecto de conductas impropias de cualquier tipo. Lejos de señalar a otros con el dedo estamos llamados permanentemente a un cambio interior y sincero que haga de cada miembro de la Iglesia un hombre y una mujer que refleje el amor de Dios”.
Signos de los tiempos
Por otra parte, nuestro administrador destacó que esta Iglesia de Talca, pese a todas las sombras que la envuelven, está viva y es maravillosamente fecunda.
“Celebramos el vigor de las comunidades que lejos de quedarse lamentando las limitaciones han sido creativas para salir al encuentro de las graves necesidades de las familias, de los migrantes, de los más necesitados en esta hora. Bendecimos a Dios que multiplica el pan de nuestras manos en ollas comunes, comedores, y en las miles de cajas de alimentos que hemos realizado en tantos espacios bajo el lema: Contagia Solidaridad”.
El obispo también recalcó la importancia de los cuatro signos de los tiempos, en estos momentos de cambios permanentes donde el discernimiento es indispensable en cada comunidad, la dignidad humana es cada vez más reclamada, la responsabilidad que tenemos con nuestra tierra y nuestro país se demuestra con acciones presentes para un mejor futuro y donde redescubrir la importancia de las familias en este tiempo es saber que allí somos educados en el camino del amor.
Ya para finalizar sus palabras nuestro pastor aseveró que “la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María nos alienta. En ella vemos el destino que nos ofrece la promesa del Padre y la victoria del Hijo. En ella se manifiesta la fecundidad definitiva con que Dios ha revestido nuestra fragilidad. Bajo el amparo maternal de María, que asunta a los cielos no cesa de interceder por nosotros, mirándonos y acompañándonos como hijos muy queridos”.
Para el momento del ofertorio, en el contexto de las acciones sociales que se llevan a cabo en nuestra diócesis, como signo se mostraron las ollas comunes y un video del comedor solidario de la parroquia La Merced de Talca. Otro signo destacado en este momento de la celebración fue la plantación de un quillay que se realizó en el sector de La Batalla, Pelarco, como compromiso que tenemos con el cuidado de la casa común.
Concluyendo la Eucaristía el padre Luis Alarcón, invitó a todos desde sus casas a encender una velita como signo misionero que posteriormente podía ser compartido con un vecino o familiar que esté necesitado de la palabra del Señor, momento muy especial del día.
La celebración de este Encuentro Diocesano del 15 de Agosto, finalizó con las manos agitadas a modo de despedida por parte de los agentes pastorales que estaban conectados vía Zoom y también de todo el equipo presente que hizo posible esta fiesta diocesana.
Fuente: Comunicaciones Talca