“La solidaridad es en este tiempo, la liturgia de suave aroma, con que honramos a Dios”
La actual contingencia sanitaria que enfrenta al país ha llevado a modificar el programa que la comunidad parroquial había preparado para celebrar estos
100 años de vida de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes de Paillaco, perteneciente a la Diócesis de Valdivia. En este escenario, se han modificado las actividades programadas, intensificando el quehacer de la Acción Social y la solidaridad.
Son tres las acciones que se están llevando a cabo en la parroquia de Paillaco durante estos meses, la mantención de un comedor social, la apertura de un albergue de invierno y la ayuda a cerca de 100 familias. Este servicio se realiza de manera silenciosa, donde voluntarias y voluntarios anónimos, colaboran para ayudar a sostener estas tareas de la parroquia. Algunos dan de su tiempo para cocinar, otros para atender el albergue, acogiendo, cocinado, lavando la ropa o haciendo los aseos. Otros trayendo alimentos o algo de dinero para colaborar, viviendo la comunión a través del servicio al prójimo.
Comedor Solidario
Con este servicio se atienden a más de 50 familias los días miércoles y viernes. Esta actividad le realiza diversas voluntarias, quienes, junto a las Hermanas Carmelitas, preparan y sirven comida con gran cariño y dedicación a quienes se acercan.
Albergue de invierno
Iniciativa parroquial, que hoy junto al municipio de Paillaco, ofrece en sus salones alojamiento para ocho personas en situación de calle. El albergue comienza a tender desde las 17:00 horas, y ofrece a los hermanos que allí acuden dichas, ropa limpia, cena, desayuno y una cama digna para descansar.
Ayuda Fraterna en Bolsas de Alimentos
Con este servicio se atiende a cerca de 100 familias, tanto rurales como urbanas. Estas son visitadas en sus hogares, para conocer sus necesidades y acompañarles a través de la escucha y ayuda en alimentos, ofreciendo un poco de consuelo y esperanza.
El Consejo Pastoral de la Parroquia, en su reunión del mes de julio, constataba como nuestra gente es generosa para compartir lo que tiene. Y aunque no es posible reunirse en el templo para celebrar la Eucaristía cada domingo,
la solidaridad es en este tiempo, la liturgia de suave aroma, con que honramos a Dios, que está presente en los hermanos más necesitados y vulnerables.
“Aunque no tenemos de sobra, nunca nos falta, Dios es providente con nosotros. Es mejor que sea así, pues junto con trabajar, también tenemos que rezar” así afirma el párroco, pbro. Luis Gallardo, que destaca la alegría, generosidad y buena disposición de la comunidad de Paillaco en este Año del Centenario Parroquial.
Fuente: Comunicaciones Concepción