Una jornada dedicada a la paz será este lunes 1 de enero para la Iglesia Católica en todo el mundo. Desde 1968 que, por iniciativa del Papa Paulo VI, se invita a iniciar el año orando por la paz en el mundo. En su mensaje para jornada, el Papa Benedicto XVI dirigió sus deseos de paz “en particular a todos los que están probados por el dolor y el sufrimiento, a los que viven bajo la amenaza de la violencia y la fuerza de las armas o que, agraviados en su dignidad, esperan en su rescate humano y social. Los dirijo a los niños, que con su inocencia enriquecen de bondad y esperanza a la humanidad y, con su dolor, nos impulsan a todos trabajar por la justicia y la paz”.
El Santo Padre señala en su mensaje que “la paz es al mismo tiempo un don y una tarea. Si bien es verdad que la paz entre los individuos y los pueblos, la capacidad de vivir unos con otros, estableciendo relaciones de justicia y solidaridad, supone un compromiso permanente, también es verdad, y lo es más aún, que la paz es un don de Dios”.
También el respeto a la vida, desde su concepción hasta su muerte natural es un compromiso por la paz, agrega el Santo Padre: “El derecho a la vida y a la libre expresión de la propia fe en Dios no están sometidos al poder del hombre. La paz necesita que se establezca un límite claro entre lo que es y no es disponible: así se evitarán intromisiones inaceptables en ese patrimonio de valores que es propio del hombre como tal”.
“Deseo, por fin, dirigir un llamamiento apremiante al Pueblo de Dios, para que todo cristiano se sienta comprometido a ser un trabajador incansable en favor de la paz y un valiente defensor de la dignidad de la persona humana y de sus derechos inalienables”, indica, pro último, el mensaje del Papa.
Ver mensaje del Santo Padre
La paz en Chile
En Chile, la jornada se celebrará durante las misas que se celebren este fin de semana. Al respecto, el Vicario para la Pastoral Social y de los Trabajadores, Pbro. Rodrigo Tupper, dijo: “Emociona ver al Papa Benedicto hablar con tanta propiedad de la paz que anhelamos todos los miembros de la familia humana. Recordamos las imágenes que vemos, a través de la televisión, sobre la guerra, la violencia y los atentados. Pero, también hay otras violencias que atenta contra la paz: la violencia intrafamiliar, la violencia de los que viven en medios de la droga, la delincuencia, o el golpe persistente de la injusticia social”.
“La paz –agregó el Vicario Rodrigo Tupper- no surge cuando el adversario es destituido o encarcelado o expulsado, ni cuando muere, rodeado de acusaciones. La paz en Chile no brotará tras la recriminación o denuncia calculada para traer beneficios particulares a mi empresa, grupo o partido. La paz sucede como un milagro cuando vamos con humildad hacia el otro –nos recuerda su Santidad-, con nuestras diferencias, y logramos ver en él a un hermano, a un miembro de mi familia humana, al punto que incluso valoramos su delicada y única combinación de particularidades y defectos. La paz se acerca cuando, con generosidad, dedicamos nuestros esfuerzos a servir a los demás, no a servirnos de los demás. Es entonces cuando los líderes pueden inspirar y convocar a sus pueblos a emprender grandes obras, cimentadas en la paz”.
Fuente: DOP Santiago